PUEBLA. - Cinco meses después de sufrir un atentado, María del Rayo Mendoza Farfán dejó su cargo como directora del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla, para reintegrarse a sus labores como agente del Ministerio Público en la Fiscalía General del Estado (FGE).
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Dirigió el penal durante dos años y medio. Su llegada se dio en medio del escándalo por el hallazgo del bebé Tadeo en un basurero, cuyo cuerpo fue ingresado al reclusorio después de que lo robaran de un cementerio en la Ciudad de México.
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En su rueda de prensa de este lunes 5 de agosto, el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, aseguró que no se trató de una renuncia sino del término de la licencia que María del Rayo Mendoza prefirió no renovar para regresar a la FGE en lugar de mantenerse al frente del Cereso.
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El 6 de marzo de 2024, la entonces directora del penal de San Miguel fue víctima de un atentado cuando salía a bordo de su camioneta del C5, ubicado en el Complejo Metropolitano de Seguridad Pública, en el municipio de Cuautlancingo.
Mientras el vehículo avanzaba por el Periférico Ecológico con dirección a la autopista México-Puebla recibió disparos de un grupo de sujetos armados. Los escoltas de la funcionaria respondieron al ataque, y María del Rayo salió ilesa.
Los agresores huyeron y hasta la fecha no se ha informado sobre los avances de la investigación. Días antes del atentado, en la Prolongación de la 14 Sur y el Periférico, aparecieron colgadas de un puente unas mantas con amenazas en contra de Farfán.
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El escándalo del bebé Tadeo
María del Rayo llegó a la dirección del penal de San Miguel el 24 de enero de 2022 en lugar de Jaime Mendoza Bon, quien fue uno de los más de 20 detenidos por el caso del bebé Tadeo, cuyo cuerpo fue encontrado en uno de los basureros del penal el 10 de enero de ese año.
El cuerpo del bebé fue exhumado de forma ilegal de un panteón de la Ciudad de México, y fue llevado al penal de San Miguel, donde lo metió una mujer que actuó en complicidad con dos custodios, un interno y dos mandos superiores, informó en su momento Gilberto Higuera Bernal, titular de la FGE.
Durante su estancia al frente del Cereso de San Miguel, María del Rayo supervisó la destrucción del “Pueblito”, un conjunto de 104 cuartos construidos en el patio del penal donde había restaurantes, tiendas y hasta gimnasios que eran operados por un grupo de reclusos y funcionarios que ganaban hasta 3 millones de pesos semanales.
También supervisó el traslado de varios presos a los penales de Tepexi de Rodríguez y al de Ciudad Serdán, este último construido para albergar únicamente a mujeres, con el objetivo de reducir la sobrepoblación en San Miguel.
Al momento de la publicación de esta nota no se sabe quién quedara al frente del penal, aunque José Rubén Rojas Estévez, exdirector del reclusorio de Huejotzingo, es uno de los nombres que se han presentado para relevar del cargo a María del Rayo.