Se registró un conato de bronca entre personal del Ayuntamiento de Puebla y comerciantes ambulantes del Centro Histórico de la ciudad de Puebla que vendían útiles escolares para el próximo regreso a clases.
Elementos del departamento de Vía Pública llegaron acompañados de policías municipales con la intención de retirar a los vendedores que se instalan sobre la calle peatonal 5 de Mayo, los cuales se molestaron en cuanto les intentaron decomisar su mercancía.
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Hubo empujones y los policías intentaron detener a algunos comerciantes, pero el pleito se detuvo de forma súbita porque comenzó a sonar la alerta sísmica, la misma que después se reportó que se activó por error, lo que permitió que los ambulantes se reagruparan.
La calle 8 Oriente-Poniente es donde se ubican gran parte de las papelerías de la zona centro de la ciudad de Puebla, las cuales viven en agosto su mejor época de ventas por las visitas de cientos de familias que buscan surtir sus listas de útiles escolares.
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Cada año, el comercio establecido protesta por la competencia que representan los vendedores ambulantes quienes desde hace varios días ofrecen material escolar.
Conflicto sin resolver
El problema con los ambulantes del Centro Histórico no es nuevo. Desde su llegada a la alcaldía de la capital poblana en octubre de 2021, el panista Eduardo Rivera Pérez prometió limpiar el centro del comercio informal, luego de que éste inundara las calles durante la administración de la morenista Claudia Rivera Vivanco.
A su llegada, el edil panista informó que eran alrededor de 5,000 vendedores ambulantes los que se instalaban a diario en las calles del Centro Histórico, principalmente de la calle 8 a la 14 Oriente-Poniente, cerca de un 50% de ellos agremiado a la organización Fuerza 2000.
El Ayuntamiento inició con una serie de operativos primero para retirar a los ambulantes y después para impedir su reinstalación. Durante el primer semestre de 2022, la administración panista pudo cumplir su promesa, aunque poco a poco los comerciantes informales regresaron a las calles del centro.
En 2023, con las obras de renovación del drenaje del Centro Histórico, los ambulantes tuvieron que retirarse. Para octubre de ese año, Jorge Cruz Lepe, secretario de Gobernación municipal, aseguró que no quedaban más de 100 vendedores informales en la zona, cifra que el propio funcionario elevó a 200 a mediados de 2024.
Pero, con la reapertura de las calles, volvieron los puestos, lo mismo de ropa que de comida y accesorios para teléfonos celulares a las calles del centro, apoderándose incluso de las recién instaladas jardineras y de los espacios destinados a las ciclovías o las áreas exclusivas para peatones protegidas por bolardos.
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VGB