PUEBLA

Del reconocimiento a la precariedad laboral: Doctor José Guillermo combatió al Covid-19, hoy no tiene basificación

A pesar de tener seis años laborando en el sistema de salud poblano, le han negado la basificación pese a las promesas del gobierno federal de entregarlas a quienes participaron en la primera línea de defensa durante los peores meses de la pandemia

Créditos: Francisco Herrera | La Silla Rota
Escrito en ESTADOS el

Entre 2020 y 2021, el doctor José Guillermo Muñoz Márquez combatió la pandemia de Covid-19 en primera línea como parte de la unidad de urgencias del Hospital General de Tecamachalco, en Puebla, uno de los que fue reconvertido para enfrentar al virus SARS-CoV2.

El médico, como muchos de sus colegas en México, puso en riesgo su vida y la de su familia para salvar a las personas infectadas antes de la llegada de las vacunas; eran los primeros meses de la pandemia en que las cifras de fallecimientos crecían de manera exponencial.

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Hoy, muestra con orgullo la Condecoración Miguel Hidalgo, la más alta presea que otorga el Estado Mexicano, la cual recibió el personal médico y de enfermería que salvó miles de vidas durante ese periodo que duró más de un año. Pero el reconocimiento se siente vacío, porque a José Guillermo, pese a tener seis años laborando en el sistema de salud poblano, le han negado la basificación pese a las promesas del gobierno federal de entregarlas a quienes participaron en la primera línea de defensa durante los peores meses de la pandemia.

José Guillermo Muñoz estuvo al frente del servicio de Urgencias durante la pandemia donde implementó el protocolo para pacientes con Covid-19; tras la baja en los contagios y la desconversión hospitalaria para retomar su servicio acostumbrado, tanto el Hospital General de Tecamachalco como José Guillermo y dos de sus compañeros recibieron la Condecoración Miguel Hidalgo en grando Banda.

“Celebramos su heroísmo, su sentido del deber, su actitud en la última línea de combate contra esta nueva enfermedad, y digo la última porque la prevención debería ser la primera. Premiamos su trabajo en la atención diaria a pacientes que sufren las consecuencias de la enfermedad en los hospitales”, fue como describió la condecoración Olga Sánchez Cordero, en ese entonces secretaria de Gobernación federal.

Actualmente, José Guillermo labora con lo un contrato precario como médico general “A”, con un salario de menos de 12 mil pesos al mes, sin prestaciones y sin seguro. Esto se suma a las pesadas jornadas propias del servicio de Urgencias, donde el personal médico debe arreglarselas con pocos insumos y lo que considera “explotación” por las guardias y los horarios que les asignan.

Basificación sin reglas claras

“Pedimos lo que lo que obtuvieron algunos beneficiados por el programa”, comenta respecto a compañeros que con pocos meses de haber ingresado al servicio recibieron en enero pasado su basificación.

A algunos nos afecta que realizamos una residencia en el Insituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde estuvo por su especialidad. Aclara que tiene los documentos que prueban su baja de esa institución. Incluso, estos papeles fueron aceptados por el licenciado Marcos Matamoros Moreno, jefe del departamento de personal de los servicios de salud IMSS-Bienestar Puebla.

Asegura que el doctor Gerónimo Lara Gálvez, director de Operación de Personal de la Secretaría de Salud estatal y encargado de la transición al nuevo sistema IMSS-Bienestar, se ha negado a darles una explicación sobre el rechazo.

Las pocas veces que se encontraron las respuestas siempre fueron evasivas y cortantes, limitadas a un “no sé”, “quién sabe”, “no hay fecha”. “Fuimos hechos a un lado sin ninguna explicación”, narra el médico egresado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) .

Sólo pedimos que se tome en cuenta a los que ya tenemos contratos, aunque sean precarios, antes de seguir abriendo la bolsa de trabajo, finaliza.

José Guillermo Muñoz Márquez | Fotografía de Francisco Herrera (Corresponsal)

Piden una explicación

¿Dónde está el respeto para los que arriesgamos nuestras vidas? Se preguntan varios médicos y personal de enfermería que se encuentran en la misma situación que José Guillermo Muñoz, ya que el estado de Puebla son 2 mil 960 trabajadores de la salud sin certeza laboral o con contratos que deben renovar cada tres meses y la próxima apertura de bases contempla apenas 600 espacios, aunque en este caso sólo se enfocará al personal que fue reclutado expresamente para la pandemia, dejando fuera a todos los que tengan otro tipo de contrato o mayor antigüedad.

La convocatoria para las basificaciones inició en noviembre de 2023 y las primeras bases se entregaron en enero de 2024. Los inconformes realizaron las primeras protestas, a los que tenían antecedentes de haber laborado en el IMSS o ISSSTE se les pidió demostrar que estaban dados de baja y que no cotizaban en esas instituciones; pero pese a entregar las pruebas, la respuesta favorable no llegó.

En esta situación se encuentran lo médicos, enfermeras, generales y especialistas, personal del área paramédica (psicólogos, fisioterapeutas, químicos farmacobiólogos, odontólogos, técnicos radiólogos), psicólogos y químicos de las 10 jurisdicciones que integran el sistema de salud estatal.

Las quejas en contra de Gerónimo Lara Gálvez se repiten. El personal médico lo retrata como una persona déspota con un trato intimidatorio que sólo les da respuestas dilatorias.

Nos dijeron que la antigüedad sería uno de los criterios principales, pero personal con más de 15 años de labor fue ignorado y otros con pocos meses, fueron beneficiados, narran los afectados.

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