Verónica Inés Barbosa Pérez de 49 años y proveniente de Tehuacán encontró un celular tirado en la calle y al querer devolverlo a su dueño, dos días después la detienen por el supuesto delito de secuestro y en el proceso la terminan golpeando. Ayer, su abogado Víctor León Rueda informó en redes sociales que finalmente la dejaron en libertad, pues el único crimen de Verónica Inés fue su nobleza.
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“Me es grato informar que Verónica Inés está en libertad, la Fiscalía de Puebla no ejerció acción penal en su contra, gracias a familiares, amigos, medios de comunicación y al equipo de abogados defensores y a toda la sociedad que estuvo pendiente de este tema de Justicia en Puebla”, informó Víctor León el 21 de octubre a unos minutos de las ocho de la coche.
Vía redes sociales, Raquel Flores, conocida de Verónica Inés compartió su indignación por el hecho y explicó que ella es activista animalista del municipio pues se dedica a rescatar perros y gatos de la ciudad de Tehuacán.
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“Compañera activista, animalista y rescatista de la ciudad de Tehuacán, Puebla. Desde hace muchos años ella ha rescatado, rehabilitado, esterilizado y dado en adopción a muchos animalitos gatos y perros. Es una mujer trabajadora, madre de familia y el sostén de sus hijos”, comentó en una publicación de Facebook Raquel Flores.
Raquel Flores agregó capturas de pantalla donde se observa la labor de Verónica, en el que esterilizaba gatitos de la calle, les daba alimento a perros y les buscaba dueño.
“Admiro profundamente a mi mamá porque, a través de su amor incondicional a los perros, me ha enseñado lo que realmente significa tener un corazón generoso y compasivo. Ella no sólo me mostró a ver a los perros como seres que merecen cariños, sino que también me inculcó la importancia de ayudar a los que más lo necesitan”, narró Verónica en su perfil de Facebook.
El celular pertenecía a una persona que había sido secuestrada
El pasado viernes, Verónica acababa de visitar a sus padres y encontró un iPhone 14 Pro-Max tirado en las calles del Fraccionamiento Santa María en Tehuacán. Su primer movimiento fue publicar en grupos de WhatsApp que lo había encontrado, para devolverlo a su dueño. Sin embargo, ignoraba que el dispositivo móvil le pertenecía a una persona secuestrada.
Fue en la madrugada del día siguiente que elementos de seguridad comenzaron a patrullar alrededor de su casa, como si la estuvieran vigilando. El 20 de octubre, Verónica fue a trabajar, pero no regresó a casa: más de 20 agentes la detuvieron en su lugar de trabajo, acusándola de ser partícipe en un secuestro. Por este motivo, su familia y conocidos exigieron justicia.
VGB