Mérida, Yucatán, 16 de octubre de 2024.- Con la construcción del Tren Maya se talaron 6 mil 659 hectáreas de Selva Maya en la Península de Yucatán. El megaproyecto atraviesa los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, así que la deforestación para la obra era algo obligado. Las medidas de mitigación también. Pusieron en marcha un plan de reforestación. Fonatur entregó el presupuesto a la empresa ICA, pero ésta ya no quiere pagar a los ejidatarios encargados de la tarea.
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“Tengo dos nietos que dependen de mí. Uno de 2 y 7 años, están chiquitos y uno está estudiando, por eso tenemos que buscar de qué trabajar. Mi único compromiso es el gasto de la escuela y alimento” , es la situación que vive Juan de la Cruz Dzian Simé de 66 años, uno de los ejidatarios de la comisaría de X-Calakoop del municipio de Tinum en Yucatán.
“Hay muchos peligros que vivimos. Nos paseamos con las víboras, nos pasamos a resbalar, pero gracias a Dios hemos sacado el trabajo bien”, declaró Jeremías Cime, el líder del ejido.
Son dos de los integrantes del ejido que trabajaban en el proyecto de reforestación del Tren Maya. La medida de mitigación y reparación por los árboles talados del megaproyecto es financiada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Sin embargo, el grupo ICA se rehúsa a pagarles los cuatro años que aún faltan del contrato que se firmó y acordó en una asamblea ejidal.
De octubre de 2023 a septiembre de 2024, un total de 40 personas ejidatarias - 30 hombres y 10 mujeres- plantaron árboles en más de 200 hectáreas de tierra. El Tren Maya no pasa dentro de Tinum, pero eligieron que en esa zona se reforeste por su cercanía con Valladolid y la zona arqueológica de Chichén Itzá.
FONATUR les aseguró que ya entregó el dinero a ICA
El comisario de X-Calakoop, Jeremías Cime platicó con la gente de Fonatur, quienes le aseguraron que ya le pagaron a la empresa ICA por el trabajo de reforestación. Además, le refirieron que no es necesario volver a firmar un contrato, ya que en la asamblea en la que participaron se acordó que el proyecto sería por cinco años.
“El compromiso era de cinco años. Cuando esté lograda la planta y llegue a dos metros o metro y medio para que solita se pueda parar y alimentar”, detalló Jeremías.
Los consorcios que participan en la reforestación son Grupo México, Mundo Botánico y Servicios de Ingeniería y Control Avanzado (SICA). Las y los ejidatarios recibieron el equipo necesario, botas, uniformes, botas, palas, picos, plantas, hachas, bombas sumergibles, incluso, una camioneta para transportar a la gente y seguridad social.
El pago era de 300 pesos por día, es decir, 1 mil 600 a la semana por una jornada de lunes a sábado.
Ana Patricia Tum Poot es una de las mujeres que participó en la siembra de los árboles. Su tarea era supervisar el trabajo y recoger las plantas sí era necesario. “Ese era mi sustento. Ahora trabajo en un molino”, expresó.
Las opciones de trabajo que tienen las personas que viven en está comisaría al oriente de Yucatán son limitadas. Deben decidir entre ir a trabajar a la Riviera Maya en Quintana Roo, ya sea como albañiles, obreros u en los hoteles. La otra está en Chichén Itzá vendiendo artesanías. La tercera y más limitada es que alguien les pague por deshierbar sus tierras, está última casi nunca ocurre.
Grupo ICA no respondió la solicitud de entrevista para conocer su postura respecto de la denuncia realizada por el ejido. Las y los campesinos reiteraron que buscarán un acercamiento con el gobierno federal para mediar la situación.
** El informe de deforestación fue realizado por la organización CartoCrítica.