La noche del 8 de enero de 2016 en Los Mochis, Joaquín “El Chapo” Guzmán fue capturado en un hotel, fue hasta 2017 cuando fue a extraditado a Estados Unidos, donde se realizaron juicios y fue allí cuando se comenzó a descubrir más información, ya que lo que se sabía de manera pública era la “punta de iceberg” por debajo había cosas y personajes que descubrir.
Uno de estos personajes fue “La Chapodiputada”, así se le apodó a Lucero Guadalupe Sánchez, una joven diputada local de Sinaloa, quien mantuvo una relación con El Chapo; en los juicios realizados al capo ella testificó en su contra en Estados Unidos.
Guadalupe y Joaquín mantenían una relación muy reservada, poco se sabe de ellos dos en el ámbito privado, lo que sí se sabe es que tanto ella como el capo colaboraron en actividades del narcotráfico.
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Sánchez presumió que tenía un hijo de Guzmán, sin embargo, esa “prueba” no fue evidencia para las autoridades americanas, sin embargo, lo que si ayudó a poner tras las rejas al Chapo Guzmán fueron los mensajes de texto y cartas que el narco le mandaba, así evitó estar tras las rejas.
Según la periodista Laura Sánchez Ley, “La Chapodiputada” entregó a la corte un total de 6,000 mensajes de texto en donde evidenciaba su relación amorosa con el “Chapo” y sus actividades en el trasiego de la droga.
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En 2019, en la Corte de Brooklyn, Sánchez se presentó como una persona confundida por su relación, pues a sus 29 años, en ese entonces, dijo:
“Estoy confundida porque creía que era una relación de pareja” en otra declaración dijo: “Trataba de tenerlo contento. Estaba confundida con mis sentimientos. A veces le quería y a veces no, por las actitudes que tenía” declaró ante la corte.
Diputada a los 24 años
Lucero Sánchez es originaria de Cosala, Sinaloa; vendía comida y trabaja en el campo para ayudar a su familia, por las tardes se iba a la escuela y así logró salir adelante.
En 2010 fue cuando tuvo su primer encuentro con “El Chapo” donde pudo cruzar palabra a sus 21 años; a partir de ese momento mantuvieron comunicación entre ellos mediante mensajes de texto y llamadas telefónicas. Conforme pasó el tiempo formalizaron una “relación” a las oscuras del ojo público, pues todo era muy discreto.
El capo la ingresó al mundo del narco encargándole varias tareas, primero se reunía con campesinos de la sierra de Sinaloa para conseguir marihuana, después supervisaba las operaciones de las empresas fantasma.
Durante dos años mantuvieron una relación amorosa y de negocios, después su vida dio un giro, pues a sus 24 años fue electa diputada local por el Partido Acción Nacional (PAN) por el distrito XVI de Sinaloa.