TUXTLA GUTIÉRREZ. - Con al menos 38 amparos y con el argumento de que el daño al medio ambiente será irreversible, un grupo de ciudadanos llegó este martes al Poder Judicial federal, en esta ciudad, para solicitarle a los siete jueces de Distrito que analicen bien su fallo y no se permita el “trasplante” o derribo de 585 árboles y, a la vez, se impida la construcción de un puente vehicular de tres niveles y de casi 2 kilómetros de largo.
De acuerdo con los inconformes, quienes desde noviembre del año pasado comenzaron a meter amparos para evitar el derribo de árboles por el mencionado proyecto denominado “Circuito Interior, Chiapas de Corazón”, no se puede permitir que haya un ecocidio en una zona considerada como “pulmón” de la ciudad y que alberga tres parques: Caña Hueca, Joyyo Mayu y Tuchtlán.
En entrevista, Joseliny Díaz Torres, uno de los integrantes de “Menos Puentes, Más Ciudad”, advirtió que, hasta el momento, no hay nada claro en cuanto al proyecto gubernamental, cuyo costo alcanzaría los 2.300.000.000 de pesos.
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Recordó que todos estos amparos fueron posibles luego de invitar a vecinos de esa zona para que se animaran a ejercer ese recurso legal, debido a que se intenta violar los derechos a un medio ambiente sano, a la movilidad y a la participación ciudadana.
Hasta el momento, aceptó, la mayoría de esos amparos fueron desechados y sólo tres de ellos obtuvieron una suspensión definitiva (aunque después también fueron desechados).
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“Luego presentamos recursos de revisión ante los magistrados, y es ahí en donde están todos los amparos, y los que han presentado personas independientes; se busca una pronta resolución”, puntualizó.
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MIA “MAL HECHA”
El último amparo, recordó, fue presentado la semana pasada contra la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) del gobierno de Chiapas, debido a que no cumple con lo estipulado.
Por su parte, Karla Escobar, también integrante de “Menos Puentes, Más Ciudad”, externó que existe confianza en que haya una resolución favorable para la ciudadanía de Tuxtla, la cual proteja y defienda los derechos humanos.
“Confiamos también en que esta resolución sea favorable porque los amparos cuentan con todo un sustento legal, el marco normativo está apegado a la Constitución, y a los lineamientos internacionales que protegen el derecho humano a un medio ambiente sano”.
De nueva cuenta, Joseliny Díaz advirtió que, en estos momentos, la autoridad no puede comenzar ningún trabajo porque violaría una suspensión del juez, “sabemos que no hay intención de frenar esa obra, sino al contrario, quieren avanzar con el proceso, y más porque los tiempos los tienen encima”.
Durante la manifestación pacífica, los ciudadanos y ciudadanas cantaron y bailaron melodías que exhortan a no dañar el ambiente; asimismo, una comitiva de ellos ingresó al Poder Judicial federal, donde sería atendida por el presidente magistrado de esa instancia.
ARGUMENTOS SÓLIDOS PARA DEFENDER LA NATURALEZA
De acuerdo con los denunciantes, hay una serie de irregularidades en el diseño del proyecto ejecutivo y su proceso administrativo, como las manifestaciones de impacto ambiental. “En principio, no ha sido autorizada una MIA federal”.
Además, evidenciaron que en la MIA que presentó la Semahn, a través de la Secretaría de Obras Públicas (SOP), no se contemplaban muchas especies que habitan en la zona.
“Además, ésta se hizo en lo oscurito, porque no llamó a consulta pública, a pesar de que quienes estamos aquí lo solicitamos a la Semahn vía oficio, pero no quiso, y nos lo entregó hasta que ya lo había autorizado, y por ende nos amparamos también por esta manifestación irregular”.
Entre otros detalles, argumentaron que los documentos de las autoridades no presentaban tampoco aforos peatonales o ciclistas o de usuarios de transporte público, “y para derribar, o bueno, trasplantar 585 árboles, tuvieron que presentar un plan de manejo y trasplante, proyecto que lleva al menos un año; quieren iniciar una obra con mucha premura, pero con muchas irregularidades”, atajó Joseliny Díaz.
Lo que es lamentable, aseveró Karla Escobar, es que haya “entes” que intenten deslegitimizar a “Menos Puentes, Más Ciudad” y, en general, al movimiento que defiende la naturaleza, “no hay políticos detrás de nosotros, no hay capitales detrás de la ciudadanía… son intereses legítimos de personas que vivimos en esta ciudad, la cual la queremos resiliente al cambio climático”.