En días pasados se reportó la muerte de aves marinas en costas del Océano Pacífico, desde Sonora hasta Chiapas, en un principio se creía que eran las enfermedades de Newcastle e influenza Aviar de Alta Patogenicidad (AH5N1), sin embargo, esos padecimientos han sido descartados luego de que las pruebas dieran un resultado negativo, los especialistas concluyeron que se trataba de los efectos del fenómeno de El Niño.
Las dependencias que llegaron a esta conclusión fueron: Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), los expertos determinaron que el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, debido a los efectos de la onda de calor y el fenómeno de El Niño.
La explicación que dieron los especialistas es que al presentarse un calentamiento de aguas los peces bajan a la profundidad, esto impide que las aves marinas casen su alimento, por lo tanto, mueren de hambre.
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El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), órgano desconcentrado de la SADER dijo que aún se están recolectando muestras de tejido, aunque en las necropsias se encontró que las aves murieron de inanición, esto quiere decir extrema debilidad física provocada por la falta de alimento.
La SADER informó que el 90 por ciento de los animales muertos en las playas son pardelas de dorso gris (Puffinus griseus), sin embargo, también hay otras especies endémicas como gaviotas y pelícanos.
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Las pardelas de dorso gris son aves pelágicas, es decir, viven en alta mar y allí mismo se reproducen, en pocas ocasiones llegan a la superficie continental, estos pájaros tienen la particularidad de poder volar hasta 500 kilómetros diarios, por lo que necesitan una dieta con altas cantidades de alimento para poder sobrevivir.
El Senasica dijo que la evidencia epidemiológica que las aves mueren en el mar es que son arrastradas hasta las costas por las corrientes, además, este tipo de escenario ya había ocurrido en otros países cuando se presenta El Niño; los países Perú y Chile, han reportado que se han encontrado aves muertas.
Durante este operativo participaron más de 15 médicos veterinarios y biólogos de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA); de la Dirección General de Salud Animal (DGSA); de los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur, y personal de instituciones federales, estatales, municipales y académicas que brindan apoyo para realizar el diagnóstico.