Acapulco es uno de los destinos turísticos más importante para los turistas nacionales e internacionales, pero para los chilangos es su principal escape a la playa durante cualquier época del año, no importa que no sean vacaciones, para el chilango basta tener unos días libres para “escaparse” a las paradisiacas playas del puerto guerrerense. Incluso nadie puede escapar a un fin de semana en la bahía más famosa del mundo. Pero las cosas han cambiado tras el paso del huracán Otis, que dejó muerte y destrucción.
Sol, arena y mar es una combinación perfecta para que los chilangos decidan disfrutar de las playas del puerto, pero las cosas han cambiado por el momento. Y es que el huracán Otis impactó Acapulco la noche del pasado 24 de octubre, dejando muerte y destrucción.
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Y también ha “robado” la playas a los chilangos, ya que el huracán Otis fue arrastrando todo a su paso. De la noche a la mañana todo cambió, escombros, daños materiales y decenas de muertos es lo que dejó el fenómeno natural.
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Acapulco, el puerto preferido de los chilangos
Aunque el gobierno anunció la reconstrucción de Acapulco, habrá de pasar tiempo para que sus playas luzcas y reciban nuevamente a los miles de turistas que se daban cita en sus playas durante los periodos vacacionales y los fines de semana.
Ahora, los chilangos se conforman con los recuerdos que tienen de las diferentes playas de Acapulco como lo son Pie de la Cuesta, playa Condesa, Caleta y Caletilla; Icacos, Revolcadero, etc. Cada playa tiene su propio encanto y recuerdos los millones de turistas que han disfrutado del puerto, que nunca “duerme”.
La vida nocturna en Acapulco siempre ha sido una de las cosas que más llama la atención, no solo de los chilangos, sino de los turistas en general. “Acapulco nunca duerme”, han dicho los turistas y no están equivocados, bueno eso antes del paso del huracána Otis, pero ahora sus habitantes están trabajando para ponerlo de “pie”.
Para Lorena Durán, Acapulco representa uno de sus destinos de playa favoritos y guarda grandes recuerdos de sus vacaciones en ese puerto guerrerense.
Acapulco: “Mi primera playa”
“Pues fue la primera playa que conocí, tenía 11 años y mi mamá nos llevó en autobús, fuimos cuatro hermanos aprovechando que un tío vive en aquellos lugares”, recordó Lorena Durán en entrevista con La Silla Rota.
Comentó que cuando ella visitó Acapulco le sorprendió mucho conocer el mar. En ese tiempo, dijo, no existía aún la Autopista de Sol, así que su viaje en carretera duró mucho tiempo, pero eso no le quitó el sabor de la aventura que sintió junto a sus hermanos, que también eran unos niños.
“En ese tiempo él (tío) vivía en la famosa Colonia el Renacimiento, así que no hubo lujos ni nada de eso, pero cuando eres niño eso no te importa. Lo más sorprendente fue ver el mar, sentir el mar en tus pies cuando entras. Además, todavía no existía la Autopista del Sol, así que el autobús hizo 12 horas, pero valió la pena. Comí muy rico y disfruté de mis vacaciones”, expresó Lorena Durán.
Así como la historia Lorena Durán, residente de la Ciudad de México, para muchas personas, no solo los chilangos, el primer contacto con el mar fue Acapulco, lugar que sin duda los chilangos traen “tatuado” en corazón.
Y es que no importa si sea en plan familiar, amigos o de pareja, Acapulco ha sido el lugar preferido de los chilangos, que tan solo en unas pocas horas pueden estar disfrutando de las paradisíacas playas.
Tampoco puede escapar de la mente los antros y restaurantes ubicados en la zona diamante, donde se podía disfrutar del ambiente festivo cualquier día y a cualquier hora, por eso la frase de "Acapulco nunca duerme".
Primera playa, primeras vacaciones, o simplemente el lugar preferido de playa, Acapulco está en la mente y en el corazón de los chilangos.
Acapulco: los clavados en La Quebrada
En este recuento de experiencias en Acapulco no pueden faltar los tradicionales clavados en La Quebrada, que es uno de los atractivos turísticos más importantes e icónicos del puerto, que ahora padece para ponerse de pie nuevamente. Los lugares son muchos y los recuerdos más de este paradisiaco puerto en el sureste mexicano.
Cómo olvidar la antorchas encendidas de los clavadistas que ofrecían sus espectáculos en la noche. Aunque el espectáculo en el día no pierde su encanto,. Y es que no importa el horario, en todo momento se disfruta del show.
El huracán Otis destruyó años de trabajo, recuerdos y la playa a los chilangos, que esperan poder regresar al puerto, pero eso llevará tiempo ¿Cuánto? No se sabe a ciencia cierta, pero la esperanza de regresa a las playas de Acapulco sigue en los planes de los habitantes de la Ciudad de México.
El huracán Otis sorprendió a los habitantes y turistas en Acapulco. En pocas horas pasó de ser una tormenta tropical a un potente huracán categoría 5 que dejó muerte y destrucción.
Critican anunció tardío del gobierno por el huracán Otis
Una de las mayores críticas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es su reacción tardía para informar del impacto que podría provocar el huracán Otis. Y es que el Centro Nacional de Huracanes (CNH), de Estados Unidos, alertó la tarde del 24 de octubre el rápido fortalecimiento de Otis que se dirigía a Acapulco.
El CNH alertó a las 2:00 de la tarde del martes 24, el rápido avance y fuerza con la que se movía Otis, pero el gobierno mexicano emitió su alerta al respecto hasta las 8 de la noche, pero no ordenó evacuaciones. Así que Otis sorprendió a los turistas y habitantes del puerto.
Así que Otis azotó el puerto de Acapulco con vientos de 270 kilómetros por hora, por lo que es considerado el huracán más potente que haya tocado tierra en ese destino turístico, desde que se tiene registro.
De acuerdo a las cifras oficiales, el fenómeno natural dejó 50 muertos y 30 desaparecidos, cantidad que ha sido cuestionada por los propios habitantes, ya que, de acuerdo a un conteo de la prensa local, las funerarias reportaron hasta 350 decesos, pero el gobierno del presidente Andrés López Obrador lo ha desmentido.
Un Acapulco nunca antes visto es lo que dio la vuelta a mundo, con imágenes de destrucción, que los amantes del puerto no daban crédito.