OAXACA. - Hace una década, Elsa decidió dejar volar su imaginación y así nació el taller "Felipe y su mundo mágico". Este es un espacio donde, en estas fechas tan significativas, cientos de calaveras y brujitas de papel maché toman vida como decoración para las festividades de Día de Muertos.
Crear estas piezas no es una tarea sencilla, pero Elsa lo aborda con pasión y creatividad. A lo largo de los años, ha perfeccionado su técnica y la ha convertido en un arte. Durante el proceso de creación, Elsa utiliza harina, en lugar de maicena, para ahorrar costos; recicla cajas, libros y cuadernos donados por sus vecinos, contribuyendo así a la sostenibilidad del taller.
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Las actividades en "Felipe y su mundo mágico" no se limitan a la temporada de Día de Muertos. Elsa y su equipo comienzan a trabajar en las piezas desde julio, pero es a partir de enero cuando la producción entra en pleno apogeo. La razón detrás de este calendario extendido es que las piezas requieren tiempo para secarse adecuadamente y soportar, lo que garantiza que las calaveras y brujitas mantengan su forma y durabilidad.
La elaboración de estas figuras implica un proceso minucioso. Elsa comienza a crear las cabezas, que son la base de estas decoraciones. Posteriormente, se agregan cuerpos y otros detalles, lo que exige tiempo y destreza. Los moldes hechos a medida son fundamentales para lograr la forma deseada en cada creación.
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Elsa disfruta de su trabajo
En cuanto a la variedad de las figuras, Elsa se esfuerza por ampliar su oferta de productos cada año. La demanda es significativa, ya que cuenta con clientes que vuelven año tras año y que incluso le encargan la reparación de piezas antiguas. Este compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente ha sido clave para el éxito del taller ubicado en la Colonia La Cascada.
Elsa disfruta de su trabajo y de la libertad creativa que le brinda. Su imaginación vuela mientras da vida a cada pieza. Cada año, se esfuerza por dar vida a nuevos diseños y mejorar las técnicas, lo que la mantiene motivada y emocionada por su trabajo. Las figuras que producen están relacionadas con la cultura oaxaqueña, con trajes típicos y elementos que representan la esencia de la región.
Con su creatividad, ha logrado mantener viva una tradición artesanal durante la temporada de Día de Muertos. Su taller es un ejemplo de cómo el arte y la artesanía pueden fusionarse con la tradición, la cultura y la pasión, y cómo una idea puede transformarse en una exitosa actividad que ilumina las festividades.