MÉRIDA. - Zelina es una mujer maya, que desde el 5 de agosto del 2022 permanece en prisión preventiva por el delito de exceso de legítima defensa. Luchó por salvar su vida para no ser víctima de feminicidio por las agresiones de su esposo, Rodrigo. La encarcelaron en el Centro de Reinserción Social (Cereso) del municipio Tekax, Yucatán y el miércoles 11 de octubre, ella junto con cinco internas más fueron trasladadas a Mérida. Cerraron el área femenil del Cereso sin avisar a sus familiares.
El Cereso del municipio de Tekax se encuentra a 126.7 kilómetros de distancia de Mérida, aproximadamente tres horas en autobús y el costo de los pasajes ida y vuelta, supera los 90 pesos. Cambiarlas a la capital yucateca implica un mayor esfuerzo económico y de tiempo para sus familias. Las mujeres privadas de su libertad en Valladolid también fueron trasladadas.
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La mamá de Zelina, la señora Marlene Euan, relató su preocupación, ya que hasta el día de hoy nadie le ha notificado del cambio de Cereso.
“No nos avisaron y sé que tampoco les entregaron sus pertenencias, en el Cereso de Tekax dejaron su ropa y cosas. Me avisó un interno del área de hombres”, comentó a La Silla Rota.
Zelina llama todos los días a su mamá Marlene a las 4 de la tarde, al no recibir la llamada se preocupó, pero pensó que le llamaría este jueves (12 de octubre), sin embargo, no tuvo comunicación.
“Llore por qué nadie me avisó, ni al licenciado notificaron. Me preocupa mi hija, estoy lejos de allí y no tengo comunicación. Sé que hoy fueron las visitas de las demás internas y se sorprendieron de no encontrarlas”, dijo con angustia.
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Cambiarlas de Cereso viola sus derechos
El asesor legal de tres mujeres mayas, Moisés Velázquez aseguró que moverlas de ubicación geográfica a otro Cereso más lejano las priva de derechos como las visitas de sus familiares.
Además, detalló que contraviene la cuarta regla de Bangkok, un acuerdo internacional, para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres. En términos de derechos humanos, define que es una obligación del Estado garantizar que cumplan sus sentencias en un centro lo más cercano a su núcleo familiar.
“Las trasladaron ayer a las 3 de la tarde sin avisarles por lo menos a sus familias. No tomaron en consideración la situación particular de cada una de las internas, por ejemplo, que son de esa zona geográfica y que la visita familiar que tenía es porque sus familiares son de esas zonas, sus hijos las visitan y al trasladarlas a Mérida las priva de esa cuestión”, manifestó el abogado, Moisés Velázquez.
Recordó que hoy jueves 12 de octubre, es el día de visita de las internas, y sus familiares no las encontrarán en el Cereso de Tekax.
Velázquez enfatizó que la decisión del traslado debió realizarse con un estudio sociocultural y económico, ya que el derecho a recibir visitas de familiares también contribuye a la reinserción social, objetivo final de los Ceresos.
“Recordemos que un motivo porque la mujer está privada de su libertad es porque se están reinsertando para poder llevar una vida fuera de reclusión, entonces, considero que el Estado violó ese deber que tenía de respetar los derechos de las personas privadas de su libertad”, apuntó el abogado.
El traslado de las seis mujeres internas del Cereso de Tekax a Mérida no tomó en cuenta que son mujeres mayas con rezago sociocultural y económico. “Las autoridades debieron tomar esa consideración y la economía de sus familiares”, acotó Velazquez.
El gobierno del estado de Yucatán aseguró que por protocolo de seguridad no informan a las familias de las mujeres privadas de su libertad de sus traslados. En ese sentido, aseguraron que todas las familias de las mujeres mayas ya tienen conocimiento.