MÉRIDA.- Vitelia Coleaza fue víctima de violencia obstétrica en el hospital número 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del municipio de Umán, Yucatán. El 20 de julio ingresó porque ya había roto la fuente, tenía siete meses y 21 días de embarazo. Los médicos diagnosticaron que el feto ya había muerto, pero no le querían practicar una cesárea. Lo conservó cinco días en su cuerpo, querían obligarla a parirlo, aunque ya tenía síntomas de infección.
“El doctor me informó que el feto murió sentado, pasaron los días y pedí que se haga una cirugía, el doctor dijo que no. Respondía que le habían metido un medicamento porque querían parto natural, que cómo rompió la fuente antes de llegar al hospital no podían hacerle una cesárea. Le advertí que si le pasaba algo a mi esposa caería todo el peso de la ley y me mandaron a sacar con guardias”, declaró a La Silla Rota Wilber Ríos, esposo de Vitelia.
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Impotente ante la actuación de los médicos del IMSS, Wilber acudió el sábado 22 de julio a la agencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán en Umán. Interpuso una denuncia y personal de la FGE fue al hospital. No les permitieron ver a la mujer porque no llevaban una orden de un juez.
Al día siguiente, el domingo 23 de julio, le practicaron una cesárea a Vitelia para sacar al feto de su cuerpo. El 27 de julio la dieron de alta, pasó poco tiempo en casa y de nuevo la hospitalizaron.
“El martes primero de agosto la llevé a urgencias y le digo al doctor que retiene líquidos y el doctor me respondió que es del embarazo, le dije que no, que es del niño porque cuatro días tuvo al feto adentro. Le quitaron los puntos y empezó a tirar líquido de pus”, relató su esposo.
El 4 de agosto, debido a su delicado estado de salud, el hospital del IMSS de Umán trasladó a Vitelia al hospital Juárez, en Mérida, en donde le practicaron una histerectomía. Actualmente Vitelia se encuentra en terapia intensiva.
Wilber quiere justicia para su esposa Vitalia y su hijo William, nombre que eligió la pareja para el bebé que perdieron.
“Yo quiero (justicia), si los médicos del IMSS hubieran hecho su trabajo a tiempo no hubiera llegado tan lejos. El seguro no hizo nada, ni la cesárea a tiempo, ni la atención. No hicieron su trabajo. Pido justicia y todo el peso de la ley”, expresó el esposo de Vitelia.
La pareja es originaria de Chiapas y se conocen desde el kínder. Llegaron a Mérida para mejorar su calidad de vida. Wilber había encontrado un mejor trabajo. Tenían la esperanza de iniciar una familia juntos, querían tener dos hijos. Sueño que quedó atrás por la negligencia médica del IMSS.
Otra de las inconformidades de Wilber es que el hospital del IMSS del municipio de Umán quería “ligar” -cortar las trompas de falopio- a Vitelia, aunque ella no había aceptado está intervención médica. “Tenían abierta la carpeta para ligarla, pero mi esposa no quería y les dije que ‘no, porque ella no quería’”, apuntó.
Hoy, Vitelia busca justicia ante la negligencia del IMSS.
“Lo material va y viene, quería ver crecer a mi hijo y nos quitaron el corazón, ya había muerto mi hijo y nos quitaron la esperanza de tener otro”, se lamenta Wilber.
Vitelia soñaba con ser mamá
Vitelia soñaba con ser mamá, había planeado junto con Wilber que cuando su primer hijo cumpliera tres años se embarazaría del segundo. Quería que ambos crecieran juntos. La pareja también pensó que este año no viajarían a Chiapas, de donde son originarios, priorizarían amueblar su casa.
“Nuestro hijo se llamó William Alejandro Ríos, ya teníamos planes de que este año no iríamos de vacaciones a Chiapas porque compraríamos nuestras cosas. Antes rentamos un cuartito y ya tenemos una casa”, recordó el esposo de Vitelia.
La mujer se enteró dos días después de que le realizaron la histerectomía. Su delicado estado de salud le impidió estar consciente en su segundo ingreso al Hospital Juárez del IMSS en Mérida.
“Estábamos ilusionados, nunca pensé que pasaría todo esto. Quería tratarla en un médico particular, que le pongan vitaminas y que a largo plazo pudiéramos tener a nuestro segundo hijo”, detalló.
LA INVESTIGACIÓN
La Fiscalía abrió la carpeta de investigación UNATD/104/2023 por negligencia médica y violencia obstétrica.
Por su parte, el IMSS aseguró que la paciente recibió la atención oportuna y apegada a las Guías de Práctica Clínica.
“Conforme a su evolución y falta de respuesta al tratamiento, el día 23 de julio se determinó un procedimiento quirúrgico con el objetivo de brindarle la intervención terapéutica de acuerdo con su estado de salud”.
Este caso de presunta negligencia médica llega luego de que el pasado 11 de julio se denunció la muerte de una niña de 6 años en el hospital del IMSS en Playa del Carmen, Quintana Roo. La niña falleció aplastada porque el elevador en que la trasladaban a otro piso se activó por una falla. El IMSS anunció que indemnizaría a sus familiares y abrió una investigación por el caso.