GUERRERO

Guerrero: Pueblos fantasma azotan la región

La violencia que se vivie en aquella región del país transforma pueblos llenos de vida y tradiciones en pueblos fantasma con apenas actividad necesaria para sobrevivir

Créditos: Cuartoscuro / Bernardino Hernández / Ilustrativa
Escrito en ESTADOS el

Las familias de los poblados de Liberaltepec, San Felipe del Ocote y Tlanipatlán en todo el municipio de Apaxtla en el estado de Guerrero han sido víctimas de la violencia causada por la familia michoacana, este grupo delictivo obligó a las personas y familias de las localidades a salir de sus hogares con la incertidumbre de regresar o no regresar. Su vida cambio de manera drástica desde el 2016 y no ha vuelto a ser la misma. 

Las tres comunidades de la cordillera de Apaxtla son contiguas y se encuentran en la línea después de cruzar la ciudad de Oxtotitla, que pertenece a Teloloapan. Más de 52 familias, unas 700 personas de San Felipe del Ocote, Tlanipatlán y Liberaltepec abandonaron sus hogares y aún no han regresado. Debido a la violencia, muerte y presencia de grupos criminales la vida que llevaban en sus lugares de origen ya no es posible. 

Para la policía municipal, estatal y federal estás comunidades alejadas son prácticamente inexistentes, no hay ley ni justicia alguna que llegue a esos lados; el Estado de derecho son personas criminales y no alguna autoridad que de certezas a los pobladores. Estas ciudades todavía están abandonadas hoy. El camino de tierra que conecta el punto más lejano, San Felipe del Ocote, se ha descarrilado debido a que las lluvias han dejado maleza y deslizamientos de tierra; porque además de sufrir el olvido de la seguridad, se sufre del olvido de la modernidad mexicana. 

Según la colaboración de El Financiero con Quadrantín, las pocas personas y pobladores que quedaron en Liberaltepec vivían con miedo y siempre están a la expectativa de que algo malo no suceda debido a los pocos vehículos que aún buscan entrar a la comunidad. Los vecinos de este pequeñísimo poblado intentan continuar la vida en sus casas, con miedo, desconfianza y esperando lo peor. 

No se ha visto a nadie en Tlanipatlán, poblado prácticamente abandonado a su suerte por una disputa entre dos bandas criminales que aún luchan por el territorio. En este pequeño pueblo, la mayoría de las casas de adobe y algunas de cemento aún están abandonadas, con puertas y ventanas abiertas; es visible el rastro de balazos y de fuego causado por incendios de los grupos criminales.

San Felipe del Ocotote se encuentra en el punto más alto de la Sierra de Apaxtla. Está completamente vacío en este barrio. Las casas, las escuelas primarias y secundarias, las iglesias, las cabañas que alguna vez fueron hogares y lugares llenos de vida en múltiples maneras quedaron abiertas, no hay nada de valor adentro; La central de la policía en San Felipe sigue marcada por los más de 100 impactos de bala producto de las disputas entre los valientes policías y grupos criminales. 

Familias de las tres comunidades que fueron orilladas a vivir en Teloloapan protestaron en la carretera a inicios de enero, exigiendo garantías para regresar a sus hogares, dijeron las fuentes. Otras familias se han mudado a otras ciudades, incluso fuera de Guerrero, y no tienen planes de regresar a sus ciudades.

DJC