El reciente secuestro de estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas así como las disputas entre el senador Ricardo Monreal y el diputado por el estado de Texas, Dan Crenshaw, parece que han sido la gota que derramó el vaso de la paz y la paciencia de los Estados Unidos ante el clima de violencia que vive México y el tráfico excesivo de fentanilo que llega a ese país día con día; debido a ese fentanilo, se cree que los Estados Unidos están pasando por otra pandemia, la llamada "pandemia de los opioides".
El gobierno de México calificó de "temeraria" la propuesta de algunos republicanos de declarar terroristas a los carteles mexicanos, al tiempo que invitó al Ejecutivo de Joe Biden a trabajar juntos sin dañar la relación bilateral.
"Estados Unidos y México tenemos el interés compartido de combatir el narcotráfico y el crimen organizado, pero esto debe hacerse respetando la soberanía de México", dijo a EFE un funcionario del Gobierno mexicano en condición de anonimato.
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En ese sentido, consideró una "idea temeraria y dañina" la posibilidad de designar a los cárteles del narcotráfico en México como organizaciones terroristas extranjeras.
La posibilidad de que los cárteles de droga mexicanos sean "marcados" como terroristas daría la oportunidad de que el ejército de los Estados Unidos tenga "vía libre" para atacarlos como más crea conveniente y, con ello, buscar a cualquier cosa su erradicación; empero, esto sería una política intervencionista en México que no sería bien vista por el país y por la comunidad internacional.
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Debido a lo anteriormente mencionado, los cárteles del narcotráfico en México están en la mira de los republicanos estadounidenses, quienes presentaron dos proyectos de ley para declararlos como grupos terroristas y autorizar la actuación del Ejército en su contra. La iniciativa surge como respuesta al secuestro y asesinato de dos estadounidenses en Matamoros, ciudad fronteriza con Texas.
Los cárteles del Golfo, el Noreste, el Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa son algunos de los grupos que estarían en la lista de organizaciones terroristas, y se prohibiría a sus integrantes la entrada a Estados Unidos, se autorizaría a congelar sus bienes y se prohibiría a cualquier persona ayudarlos de forma consciente.
Además, los legisladores Lindsey Graham y John Neely Kennedy agregan a su lista de organizaciones terroristas extranjeras a Los Zetas, el de Juárez, el de Tijuana, el de los Beltrán-Leyva y La Familia Michoacana.
"Han aterrorizado a los estadounidenses durante décadas. Vamos a destruir su modelo de negocio y su estilo de vida porque nuestra seguridad nacional depende de emprender una acción decisiva", dijo Graham en una conferencia de prensa.
El proyecto de ley promueve también declarar a esos cárteles como organización terrorista extranjera (FTO) para poder activar más mecanismos contra ellos y autorizar al Ejército estadounidense a intervenir contra esas organizaciones "estén donde estén".
El auge del fentanilo es el punto de inflexión que llevó a los republicanos a acelerar la acción. La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) anunció que en 2022 decomisó 379 millones de dosis potencialmente mortales de fentanilo, "suficientes como para matar a todos los ciudadanos estadounidenses".
Graham tachó a México de "Estado narcoterrorista" y envió un mensaje al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador:
"El fentanilo es un arma de destrucción masiva que está llegando desde tu país. Estás permitiendo refugios para que estos grupos operen con impunidad. Te pedimos que nos ayudes".
México ve la designación buscada como una violación a su soberanía porque autorizaría al Ejército estadounidense a combatir estas organizaciones. Los cárteles mexicanos ya están sancionados por Estados Unidos, pero la Administración del demócrata Joe Biden no descarta por ahora la posibilidad de ir más allá.
"Haremos siempre lo que sea más efectivo y lo que esté en nuestras manos para que rindan cuentas", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, mientras que el fiscal general, Merrick Garland, advierte que hay que cuidar las relaciones bilaterales, pero no se opone tampoco a esa designación.
La guerra contra el narcotráfico ha sido un tema recurrente en la relación entre Estados Unidos y México. La propuesta de los republicanos podría tensar aún más los lazos entre ambos países.
En una entrevista con Fox News, el congresista republicano James Comer consideró que fue un error que Estados Unidos no bombardeara los laboratorios de narcóticos en México, como se planteó durante la administración del expresidente Donald Trump.
“Trump había ordenado bombardear un par de laboratorios de fentanilo, de metanfetamina, en México, al otro lado de la frontera, y por alguna razón los militares no lo hicieron”, señaló.
De acuerdo con James Comer, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene encuentros frecuentes con los cárteles de la droga, a los que, aseguró, se les considera como a la Cámara de Comercio y los sindicatos en Estados Unidos.
El Senado le dirá no a fuerzas militares extranjeras: Monreal
El Senado no autorizará la entrada de ninguna fuerza militar extranjera en el país, al representar una violación a la soberanía nacional, aseguró este miércoles el líder de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal.
“Desde ahora les decimos: el Senado y su mayoría no autorizará la entrada de ninguna fuerza militar extranjera en México”, afirmó en conferencia de prensa el también coordinador de la mayoría oficialista de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Las declaraciones de Monreal se dan luego de que los legisladores republicanos Roger Marshall y Rick Scott introdujeran al Congreso dos propuestas para autorizar la actuación del Ejército de Estados Unidos en contra de los cárteles mexicanos.
Esto como respuesta al caso de cuatro estadounidenses que fueron secuestrados en la fronteriza ciudad de Matamoros, estado de Tamaulipas, norte de México, donde fueron asesinados dos de ellos.
Con información de EFE.
DJC