El nombramiento de la capitana Karla Trigueros como ministra de Educación generó reacciones diversas en El Salvador. Trigueros, médica y oficial con rango de capitana, asumirá el cargo durante el segundo mandato del presidente Nayib Bukele.
Su designación marcó un hecho inusual en la historia reciente del país, al convertirse en la primera figura con formación militar al frente del Ministerio de Educación desde la administración del coronel Arturo Armando Molina Barraza en la década de 1970.
Organizaciones del magisterio, como el Frente Magisterial Salvadoreño, expresaron oposición al nombramiento. Esta agrupación, que representa a docentes del sector público, advirtió sobre una posible militarización de la educación pública.
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El colectivo manifestó que la presencia de una oficial activa en la jefatura de la cartera educativa podría introducir una influencia significativa de las Fuerzas Armadas en la política educativa.
Argumentos críticos al nombramiento
Mediante comunicados, el Frente Magisterial expresó que esta designación representaba un retroceso para el sistema educativo y planteó que existía una intención de deteriorar la educación pública con el fin de facilitar su privatización.
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Además, el diario salvadoreño "Diario Co Latino" señaló que la designación de Trigueros reflejaba una militarización del sistema educativo similar a la que existió durante gobiernos militares del siglo pasado.
Críticos también cuestionaron la experiencia previa de Trigueros en el ámbito educativo. Se documentó que intentó ingresar a un programa de especialización en oftalmología en México en 2021, sin lograr la aceptación inicial por calificaciones bajas, aunque posteriormente se aceptó su ingreso por requerimientos institucionales del Comando de Sanidad Militar.
Diversos medios locales informaron que la ministra visitó escuelas públicas usando su uniforme militar. Este hecho circuló en plataformas digitales y generó debate sobre la imagen institucional que proyecta su presencia en los centros educativos.
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Posición del Ejecutivo y respaldo institucional
El presidente Nayib Bukele defendió públicamente la designación. Declaró que la transformación del sistema educativo formaba parte de los objetivos de su gobierno y que la capitana Trigueros contaba con la preparación para liderar este proceso.
Bukele sostuvo que, como médica y militar, Trigueros poseía las condiciones para encabezar una reestructuración del sistema. El mandatario agregó que la nueva ministra tenía la misión de preparar a las futuras generaciones para enfrentar los desafíos nacionales e internacionales.
UNICEF El Salvador, en una publicación anterior al nombramiento, destacó la labor de Trigueros en la logística de vacunación contra la covid-19. En ese periodo, Trigueros se desempeñó como asesora médica del Comando de Sanidad Militar y coordinó acciones relacionadas con la distribución y conservación de las vacunas.
El gobierno reiteró que la nueva ministra tenía como objetivo promover cambios estructurales que contribuyeran a elevar los estándares educativos en el país.
Nuevas disposiciones en el sistema educativo
La ministra Karla Trigueros anunció la aplicación de una serie de medidas disciplinarias en centros educativos públicos, a partir de este miércoles 20 de agosto. Estas medidas se enfocan en la presentación personal y el comportamiento de estudiantes y directores.
Las disposiciones establecen que los estudiantes deberán asistir con el uniforme limpio y ordenado, portar un corte de cabello adecuado y cumplir con normas de higiene personal. También deberán ingresar a los planteles de forma ordenada y saludar respetuosamente al entrar.
Los directores de cada centro educativo tendrán la responsabilidad de supervisar el cumplimiento de estas reglas. Según lo indicado por el ministerio, deberán recibir personalmente a los estudiantes en los portones de ingreso todos los días.
El incumplimiento de estas responsabilidades por parte de los directores será considerado una falta administrativa grave y dará lugar a procesos disciplinarios internos.
Reacciones ante las nuevas políticas
El Frente Magisterial y otros sectores expresaron preocupación por los posibles efectos de estas nuevas disposiciones. Señalaron que la implementación de un modelo de control estricto podría derivar en abusos de autoridad tanto hacia estudiantes como hacia docentes.
Algunos docentes y analistas advirtieron sobre una intención de establecer una cultura de obediencia desde la etapa escolar. Afirmaron que estas acciones podrían fomentar la aceptación de formas de gobierno con alto nivel de control sobre la población.
También expresaron inquietud por una posible eliminación de contenidos históricos y cívicos en los programas escolares, lo que, según señalaron, podría conducir a una visión única y acrítica de la historia nacional.
Como antecedente, mencionaron la detención de aproximadamente 40 estudiantes de secundaria en el contexto del Régimen de Excepción, bajo acusaciones de formar parte de grupos delictivos. Estos estudiantes se encontraban en movilizaciones para exigir el respeto a sus derechos.
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Opiniones desde la ciudadanía
En redes sociales, ciudadanos manifestaron dificultades para cumplir con las nuevas exigencias en zonas rurales o de bajos recursos. Usuarios señalaron que la aplicación uniforme de las normas podría afectar de forma diferenciada a estudiantes que deben recorrer grandes distancias para llegar a sus escuelas.
Por otro lado, algunos maestros interpretaron el nombramiento de Trigueros como una señal de mayor control gubernamental sobre la educación pública. Argumentaron que esta medida se alinea con una estrategia para reducir gradualmente los recursos y la autonomía del sistema público.
La situación continúa generando reacciones en diversos sectores sociales. Organizaciones civiles, sindicatos y ciudadanos mantienen el seguimiento a las políticas implementadas por la nueva ministra.
VGB