Dentro del corazón de la Ciudad de México aún sobreviven rincones donde el tiempo parece detenerse y las historias siguen presentes. Entre muros adornados con murales y pisos de mosaico, las pulquerías más antiguas de la capital siguen sirviendo el mismo elixir a más de una generación de mexicanos que han sido acompañados por el pulque.
Más que un trago, este fermento de maguey conocido como “la bebida de los dioses” guarda la memoria de una ciudad que constantemente ha cambiado a lo largo de las décadas, pero que aún guarda, respira tradición, memoria y resistencia.
Recorrer las pulquerías más antiguas de la Ciudad de México es, en realidad, hacer un viaje al pasado de la capital. En cada sorbo se cuenta una experiencia: la de los magueyeros del altiplano, los barrios obreros del siglo XX y la resistencia cultural de un México que se niega a olvidar sus raíces. Más allá de un pulque, es memoria líquida.
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Las pulquerías más antiguas de la Ciudad de México
PULQUERÍA LA RISA
La célebre Pulquería La Risa abrió sus puertas en 1903 en la calle Mesones 71 del Centro Histórico de la Ciudad de México. Su estructura de casona antigua, sus tinacales y el ambiente original la convierten en un verdadero testigo de la historia del pulque en la capital.
El establecimiento se fundó gracias a la pasión por el pulque de una familia originaria de Tlaxcala. Actualmente la administra Eduardo Albert, nieto del fundador, quien mantiene el legado del negocio familiar y sigue trayendo la bebida desde Nanacamilpa, Tlaxcala.
A lo largo de más de un siglo, La Risa desafió la Revolución Mexicana, la modernización de la ciudad y los vaivenes de la industria del pulque. Su ambiente simple, popular y auténtico permite al visitante conectar con la tradición de la “bebida de los dioses”, sirviendo tanto pulque natural como curados de sabores clásicos.
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PULQUERÍA LAS DUELISTAS
Fundada en 1912, La Pulquería Las Duelistas se convirtió en un referente del Centro Histórico de la Ciudad de México. Desde sus primeros años, el local atrajo a artistas, políticos y bohemios que encontraban en el pulque una bebida que unía tradición, sabor e identidad popular mexicana.
Durante las décadas de los treinta y cuarenta, Las Duelistas destacó por su decoración única y su ambiente rústico, aunque el auge del pulque decayó con el tiempo. El negocio pasó por varios dueños hasta que Arturo Garrido lo rescató y le devolvió vida, modernizando su imagen y atrayendo a nuevas generaciones.
Hoy, Las Duelistas presume más de 45 sabores de curados que cambian cada día, con clásicos como avena, apio y guayaba. Su menú refleja la creatividad mexicana y mantiene viva una tradición centenaria. Ubicada en Aranda 28, sigue siendo símbolo de historia, cultura y convivencia urbana.
PULQUERÍA LA ANTIGUA ROMA
Fundada alrededor de 1907, La Pulquería La Antigua Roma es uno de los establecimientos más antiguos de La Lagunilla. Ubicada en República de Perú 38, conserva su arquitectura original y un ambiente que evoca las épocas en que el pulque era la bebida por excelencia de los capitalinos.
Uno de sus rasgos más peculiares fue el antiguo “Departamento de Damas”, una sección reservada para mujeres que deseaban disfrutar del pulque con discreción. Hoy, el lugar conserva su encanto con una rockola que revive a José Alfredo Jiménez y curados tradicionales traídos desde Tlaxcala.
Bajo la dirección de Jorge López, cuarta generación al frente del negocio, La Antigua Roma continúa siendo símbolo de identidad y resistencia cultural. Sus muros guardan historias de boxeadores, luchadores y parroquianos que han hecho de esta pulquería un santuario de la memoria popular mexicana.
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