La historia de las nieves en México tiene sus raíces en la época prehispánica, cuando las culturas indígenas utilizaban el hielo traído de los volcanes, como el Popocatépetl e Iztaccíhuatl, para enfriar bebidas y preparar postres. Poco a poco su propósito fue evolucionando y, con la llegada de los españoles, el consumo de este postre se sofisticó al incorporar ingredientes como leche, canela y azúcar.
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A lo largo de los siglos, las nieves en México se han convertido en parte fundamental de la cultura popular. En mercados y plazas de todo el país, se encuentran neveros que ofrecen una amplia variedad de sabores tradicionales, desde frutas tropicales hasta combinaciones únicas como tequila o pétalos de rosa.
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Las nieves no solo refrescan, sino que también conectan con la historia y la diversidad cultural del país, siendo que las neverías se han convertido en parte fundamental de la gastronomía mexicana, siendo reconocidas a nivel internacional, como fue el caso de este establecimiento. Aquí la historia.
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¿Cuál es la historia de la mejor nevería de la Ciudad de México?
Se trata de la Nevería Roxy, uno de los establecimientos más icónicos de la Ciudad de México, así como uno de los favoritos de los capitalinos, esto debido a la gran cantidad de sabores que ofrecen y su forma tradicional de prepararlos que los ha hecho ser reconocidos a nivel internacional.
Su historia nace gracias a un recuerdo de Carlos Gallardo (su fundador), quien decidió plasmar el cariño que le tenía a la nieve de limón de color blanco que compraba cuando era niño en un popular cine en Jalisco. Sin embargo, la idea concreta surgió en un pequeño establecimiento de la colonia Condesa en la CDMX en 1946.
Ahí, poco a poco, la popularidad fue creciendo debido a dos factores: el primero era su icónica decoración que sigue vigente como una fuente de sodas al estilo estadounidense, mientras que la segunda es la unión familiar y el apoyo que recibió Carlos Gallardo por parte de su esposa María Luisa Rubio, quien se dedicaba arduamente a preparar las nieves, helados y mermeladas.
Uno de los elementos más destacados de la Nevería Roxy es su compromiso con las recetas y el sabor tradicional; de hecho, todavía adquieren las frutas para las nieves y helados en el Mercado de la Merced, comprometiéndose a seguir fieles con sus métodos de preparación y manteniendo un sabor auténtico que ha logrado conquistar diferentes generaciones.
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Además de tener un impacto dentro de la Ciudad de México, la Nevería Roxy recientemente fue señalada como una de las mejores neverías del mundo, ya que fue incorporada en el listado de los 100 helados más icónicos del mundo, de acuerdo con la guía culinaria Taste Atlas, que destaca el helado de mamey, uno de los más populares del establecimiento.
Este emblemático lugar de postres cuenta actualmente con ocho sucursales: Condesa Mazatlán (su primera sede), Condesa Tamaulipas, Lomas, Polanco, Pedregal, Santa Fe, Centro Histórico, Acoxpa y Cineteca Nacional. En cada una de ellas encontrarás una decoración retro al estilo de "Volver al futuro", además de una gran variedad de opciones como nieves, helados, malteadas, hasta las especialidades de la casa: El banana split y la Coca-Cola flotante.
Hoy en día, la Nevería Roxy es más que una heladería; es un símbolo de la identidad chilanga. Sus sabores clásicos y su ambiente acogedor siguen siendo parte del día a día de muchos capitalinos, recordándoles que, en una ciudad tan dinámica, siempre hay lugar para las tradiciones y un buen postre.