NORMA PIÑA y la tentación de la Corte
La ministra presidenta del máximo tribunal y sus 10 compañeros enfrentarán este jueves el dilema de cómo defender el legítimo derecho de autor en el espacio digital sin atropellar el igualmente primordial derecho a la libertad de expresión. Ello, al emitir sentencia sobre una reforma de 2020 a la ley federal en el primer campo. La práctica internacional se orienta hacia impedir abusos y falsos reclamos de presuntos autores de contenidos que, según como quedó dicha ley, en México pueden exigir a proveedores de servicios de sitios informativos retirar en forma unilateral materiales que podrían tener un interés público importante. Y lo peor, sin necesidad de demostrar que en realidad son los autores de dichos materiales, contra lo que ocurre en otras naciones. Si se equivocan, los ministros abrirán la puerta a la censura y auspiciarán un negocio oscuro de vivales.
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ÚLTIMO DÍA, con brutal violencia electoral
El candidato de la coalición opositora PAN-PRI-PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en Guerrero, Alfredo Cabrera, fue ejecutado en su mitin de cierre de campaña. Estaba rodeado de una multitud, pero un sicario se le acercó por la espalda y la disparó a unos centímetros de la cabeza. Así cierra el periodo electoral que el presidente López Obrador descartó haya sido particularmente violento. La escena rubrica la marca de la casa en el gobierno de la morenista Evelyn Salgado. Esta tragedia se repitió por decenas en los tres meses que duraron las actividades proselitistas en el país, con el crimen organizado imponiendo y fondeando candidatos. Es menos relevante quién es declarado ganador, en cualquier lugar. Y qué sigue después de eso. El daño al proceso ya está hecho.
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LA MEMORIA de Zedillo
El expresidente priista Ernesto Zedillo (1994-2000) tuvo una mayoría abrumadora en los votos que le fueron atribuidos por encima de sus competidores. Tras asumir el cargo, declaró que había sido una elección legal, pero inequitativa. En 2006, el entonces presidente Vicente Fox (2000-2006) encaró un duro posicionamiento de las autoridades electorales, en el sentido de que con sus declaraciones públicas había puesto en peligro la elección. Pero esos eran los odiosos tiempos neoliberales. Ahora estamos mejor. ¿O no?
ENCUESTAS del miedo
Los llamados estudios demoscópicos mostraron a lo largo de estos meses una notable discrepancia entre las preferencias ciudadanas, más allá de qué elección se tratase, nacional, estatal o municipal. No solo por lo que toca a las candidaturas, sino incluso por lo que se refiere al grado de aprobación que conserva el gobierno del presidente López Obrador. Se dieron casos en que los autores publicaron resultados y el mismo día presentaron una carta tomando distancia de estos. Y nunca vimos que alguna de las compañías especializadas en este campo mostrara el pundonor necesario para decir que las condiciones de inseguridad y otros factores simplemente hicieron imposible ofrecer reportes ceñido a la verdadera realidad. ¿Veremos lo mismo en el caso de las encuestas de salida? Sujétense los cinturones.
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