Las preguntas eran obligadas. Y es que no existe ningún argumento lógico y menos técnica para explicar por qué razón el vuelo que trajo de Paraguay a México al líder del cártel de “La barredora”, tardó poco más de 20 horas de trayecto, con dos escalas no previstas. ¿Por qué y para qué?
¿Quién ordenó cambiar de manera radical el itinerario de un vuelo de no más de cinco horas?
¿Por qué y para qué hacer escalas en Colombia y en Chiapas, antes de llegar al penal del estado de México?
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¿Qué hicieron o qué pactaron las autoridades mexicanas, durante 25 horas, con Hernán Bermúdez Requena?
¿A qué clase de negociaciones llegaron, el líder del cártel de “La Barredora” y el gobierno mexicano, en esas 20 horas?
¿Acaso negociaron un tratamiento especial para el criminal, a pesar de que es acusado de delincuencia organizada, “huachicol”, narcomenudeo, extorsión, secuestro y tráfico de migrantes?
¿Por qué y para qué secuestrar, durante 20 horas, a un criminal aliado del expresidente López Obrador y de Adán Augusto López, ex precandidato presidencial, ex secretario de Gobernación, ex gobernador de Tabasco y actual líder de los senadores de Morena?
Sin duda todas preguntas obligadas.
Sin embargo, lo cierto es que aquí ya se tiene la respuesta.
Y es que, según fuentes castrenses consultadas por Itinerario Político, durante las 25 horas que duró el traslado desde Asunción, Paraguay, a Toluca, el criminal Bermúdez Requena fue adiestrado sobre lo que debía decir, lo que debía callar, debía negar y la forma en que enfrentaría un proceso judicial amañado y que pronto le brindaría impunidad total.
Es decir que, según las fuentes consultadas, Bermúdez Requena fue instruido para deslindar de sus actividades criminales, no sólo a su promotor y amigo, López Obrador, sino a su socio y exjefe, el actual senador de Morena, Adán Augusto López.
En pocas palabras, en esas 25 horas inexplicables, el líder de “La Barredora” negoció y fue “adiestrado” para hacer frente a la justicia a modo.
De esa manera y a pesar de su larga data criminal, Hernán Bermúdez Requena recibirá un trato especial y muy pronto, como ya se dijo, gozará de la impunidad que le brindarán sus aliados de Morena.
Por lo pronto gozará de la garantía de que su vida será respetada al interior del panel en el que fue recluido.
Pero vamos por partes.
Como saben, el 13 de septiembre del 2025, el gobierno de Paraguay reveló que el líder del Cártel de “La Barredora” había sido localizado en un exclusivo fraccionamiento de los suburbios de Asunción, capital de Paraguay.
De inmediato, el gobierno mexicano propuso la extradición a nuestro país. Sin embargo, de manera repentina las autoridades paraguayas decidieron la expulsión inmediata del presunto criminal mexicano.
Entonces, el gobierno de Claudia Sheinbaum envió a un grupo de civiles, militares y policías para trasladar a México a Bermúdez Requena, a quien autoridades de Paraguay consideraban un criminal altamente peligroso.
El traslado del jefe criminal se diseñó para viajar en un vuelo privado que saldría de Asunción, Paraguay, directo a Cozumel, Quintana Roo, para volar, luego de una breve escala, al estado de México, al penal del Altiplano.
Algo inexplicable ocurrió, al extremo de que el avión hizo una escala en Bogotá, Colombia, en donde permaneció casi 14 horas.
Luego, el vuelo del Challenger 605 matrícula XB-NWD llegó -de nueva cuenta de manera inexplicable-, a Tapachula, Chiapas, en donde permaneció por casi siete horas, para luego volar a Toluca.
¿Por qué no un vuelo directo de Asunción a Cozumel?
¿Por qué una escala de horas en Bogotá, Colombia?
¿Por qué hacer una escala en Tapachula, Chiapas?
Las interrogantes ya fueron despejadas.
El gobierno mexicano dispuso de 20 horas para “adiestrar” al líder del Cártel de “La Barredora”.
Sí, “adiestramiento” que servirá para exonerar a López Obrador, a Adán Augusto López y, sobre todo, a “la señora presidenta”.
Sí, todo un montaje para darle impunidad a uno de los operadores de los grandes ladrones de la historia en México, como López Obrador y Adán Augusto López.
¿Lo dudan?
Al tiempo.
