MERCADOS FINANCIEROS

El juego de bloques (II): los mercados financieros también serán multipolares

Apoyarse en un sistema financiero y bancario distinto al Banco Mundial, al FMI, o a las bolsas europeas, significaría arrebatarle el control de los derroteros de la economía global a occidente. | Ismael Jiménez

Escrito en OPINIÓN el

El reacomodo geopolítico al que estamos asistiendo como testigos, no se basa únicamente en la capacidad de la influencia territorial o regional de las potencias globales que han emergido en los últimos 20 años que marcarán el futuro de la humanidad en los siguientes 100 años.

Es difícil vaticinar cómo terminará esta carreta entre potencias y cómo quedará configurado el nuevo mapa geopolítico, pero aquí, hemos esbozado algunas ideas de lo que puede suceder y parte de lo que está sucediendo.

El proceso de reconfiguración global como ya mencionamos, está en marcha y es palpable en la confrontación comercial y arancelaria así como en las demostraciones del músculo bélico entre potencias, amén de los conflictos que están en curso en este momento, pero para consolidar este proceso, falta un elemento que es crucial y será el factor que generará y acelerará una profunda transformación no sin antes, pasar por una aguda crisis económica mundial, nos referimos, al sistema financiero global.  

El sistema financiero global, como ya hemos mencionado, es por ahora, una de las armas principales de occidente ante el ascenso de las todavía llamadas erróneamente, economías emergentes, China, Rusia, India, Irán, Brasil y Turquía entre otros.

En la entrega anterior, hablamos de la importancia que tendrá el Banco de Desarrollo impulsado por China, el cual dará apoyo al crecimiento y desarrollo de los países BRICS que hasta este momento, ya lo conforman 13 países y, la tendencia señala que más naciones seguirán adhiriéndose a este grupo “comercial” que se entiende, será la manera de hacerle frente al occidente encabezado por Estados Unidos.

Apoyarse en un sistema financiero y bancario distinto al Banco Mundial, al FMI y los mercados financieros de inversión de Londres, Nueva York, Tokio y las bolsas europeas, significaría arrebatarle el control de los derroteros de la economía global a occidente, significaría además, que el dólar dejaría de ser la principal moneda de cambio comercial en el mundo y los efectos de esto en los mercados occidentales, representará una crisis económica que hoy las naciones de occidente, no están preparadas para hacerle frente.

La deuda de Estados Unidos sigue siendo uno de los principales retos de la administración Trump para equilibrar su crecimiento económico mientras la inflación y el desempleo según los últimos reportes, resultaron más negativos de lo presupuestado. 

En Europa, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y España enfrentan una fuerte crisis económica y el incremento de sus respectivas deudas públicas, todo, en un momento en que la tensiones con Rusia incrementan y toman la decisión de cerrarle la llave al gas ruso sin medir la consecuencia de que, traer gas de Estados Unidos, seguirá siendo más caro y probablemente más escaso, pues aunque la Unión Americana sea el segundo productor mundial de Gas Natural, su producción y velocidad de suministro no será suficiente para cubrir la demanda de sus aliados cuando ésta aumente conforme avance la transición digital y lo que llaman “energías limpias”.

Hoy, el riesgo de suplantar al dólar con otras monedas, no pasa solamente por utilizar el yuan chino o el rublo ruso, las criptomonedas hoy llamadas stablecoins “diseñada” para “controlar” grandes transacciones que pongan en peligro la estabilidad financiera de un país, de los mercados y de las empresas, se ha convertido en una herramienta que es cada vez más buscada por dichas entidades ante la inminente volatilidad a la que se dirige el dólar.

Mientras que, desde los bancos centrales, la demanda por el oro como refugio ante una inminente volatilidad monetaria global, ha impulsado el precio del metal que ya registra un crecimiento de poco más del 10% en el último mes y un aumento del 43% en los últimos doce meses. Al día de hoy, el oro cotiza en 3,700 dólares la onza. Este movimiento de toma de reservas por parte de los bancos centrales, es una clara muestra de la pérdida de confianza en el dólar como moneda de refugio y de inversión ante una inflación en Estados Unidos que se ubica por arriba del 3%, un nivel que no se veía desde la crisis de 2008.

Por ello Trump exige a la Fed disminuir las tasas de referencia con la idea de abaratar el financiamiento que impulse la inversión de las empresas, sin embargo, el riesgo de ello, significa seguir con niveles altos de inflación con una tasa de empleo a la baja, esto representaría presiones sociales internas, un escenario al que los estadounidenses no están acostumbrados. 

Al cierre de esta entrega, los mercados vislumbran una nueva crisis inmobiliaria, mientras que, en Europa, han estallado las protestas sociales especialmente en Francia y Bélgica ante la política de los gobiernos de restringir el presupuesto social e impulsar una política de mayor recaudación para cubrir sus respectivos boquetes fiscales.

El Banco de Desarrollo impulsado desde China, agudizaría las crisis mencionadas pues generaría una turbulencia monetaria que dispararía la inflación, el desempleo e incrementaría la deuda pública en toda Europa y los Estados Unidos.

Este escenario, es el resultado de la pérdida de competitividad de todo occidente frente al ascenso económico y comercial de China, así que, pensar que México no debería imponer aranceles a las importaciones chinas sólo por el hecho de ser un país antagónico a los Estados Unidos, es romantizar un contexto que aún no se ha comprendido del todo, pero, de esto, hablaremos en la próxima entrega.

 

Ismael Jiménez 

@ijm14