VENEZUELA EN LA MIRA DE EU

¿Por qué Venezuela y no México? (1a parte)

¿Cuál es la diferencia entre México y Venezuela? Además de la proximidad geográfica con EU, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha dado muestras claras de colaboración antinarcóticos con los vecinos del norte. | Alicia Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

El 2 de septiembre pasado, el gobierno de Donald Trump llevó a cabo un ataque militar en el mar Caribe contra una embarcación que supuestamente llevaba droga proveniente de Venezuela, y cuyo saldo en víctimas mortales fueron once presuntos narcotraficantes. Esto, sin embargo, sienta un precedente importante en la actual política estadounidense contra el narcotráfico. 

Trump firmó una directiva al Pentágono para utilizar la fuerza militar contra cárteles de la droga latinoamericanos que ahora son considerados organizaciones terroristas. Lo anterior, podría constituir no sólo la base legal al estilo puramente estadounidense para dicho ataque, también apunta a que en lo sucesivo se utilicen cada vez más medidas antiterroristas contra grupos del crimen organizado. 

En este contexto, la pregunta que surge es ¿por qué Venezuela y no México o cualquier otro país en el que pudieran llevarse actividades de producción y tráfico ilícito de drogas? Al igual que en el caso mexicano, la administración Trump ha acusado al gobierno venezolano y al propio Nicolás Maduro de tener vínculos con el crimen organizado transnacional; en particular, se les acusa de dirigir al Tren de Aragua y al cártel de los Soles, así como de colaborar con el cártel de Sinaloa. 

En contraste, México alberga a los cárteles más grandes y violentos, cuya internacionalización se ha convertido en una amenaza regional y global, y a esto se suma que Trump ha insistido que México es controlado por el cárteles de la droga. Incluso que el gobierno mexicano tiene una alianza intolerable con ellos; entonces, ¿por qué darle una medicina distinta a lo que, a primera vista, parece la misma enfermedad? 

¿Cuál es la diferencia entre México y Venezuela? Además de la proximidad geográfica con Estados Unidos, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha dado muestras claras de colaboración antinarcóticos con los vecinos del norte, prueba de ello son hasta ahora la entrega de 55 líderes del crimen organizado para ser enjuiciados en tribunales estadounidenses. En cambio, Maduro ha retado abiertamente el poder de Estados Unidos, simplemente hay que mencionar que el día previo al ataque en el Caribe, el presidente venezolano advirtió a Trump de “cuidarse de manchar sus manos de sangre sudamericana”. Lo que no sopesó Maduro es que, con esa advertencia, Estados Unidos empezaría a superar la fase psicológica de la guerra. 

Por otro lado, es un hecho que los cárteles de la droga mexicanos sí producen fentanilo, además de otras drogas sintéticas, así como transportan y controlan rutas del narcotráfico internacionales; mientras que los cárteles venezolanos no son grandes productores de cocaína, pero Venezuela sí es una ruta importante para los envíos de cocaína, cuya mayor fuente de producción es Colombia. 

Si estas son las circunstancias, el tema de fondo no apunta únicamente hacia el tráfico de drogas, sino a la suma de muchos factores. 

Venezuela es muy rico en recursos petroleros y desde 2015, Estados Unidos ha intentado presionar a Maduro para forzar un cambio de régimen, mediante sanciones económicas, en particular al petróleo, pero han tenido poco efecto, especialmente por el apoyo de Rusia, China e Irán que contribuyó a evitar el colapso total del sector petrolero venezolano. No es casual que estos países, a los cuales se añaden Bolivia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria, son los únicos que reconocieron la supuesta victoria de Maduro en las elecciones de 2024.

Alicia Fuentes

@alifur1