La detención del vicealmirante Manuel Roberto Farías, sobrino político del exsecretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, ha destapado una red de corrupción que sacude a la institución. La noticia, publicada por el reportero de Reforma, Abel Barajas, fue confirmada por el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien aseguró que la investigación iría a fondo “para detener a todos los involucrados”.
Esta revelación obligó al gobierno federal a emitir un comunicado conjunto, en el que se confirmaban las órdenes de aprehensión contra "empresarios y servidores públicos" por el mercado ilícito de combustibles. Aunque las autoridades intentaron minimizar el daño, la prensa ha demostrado una constante: la corrupción en México es un problema estructural que, en este caso, se extiende a los más altos rangos de la Marina.
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el involucramiento de "algunos elementos" no menoscaba la integridad de la institución. Sin embargo, esta declaración contrasta con los hechos, pues no se trata de "algunos elementos", sino de los sobrinos políticos del exsecretario de Marina, lo que subraya un vínculo directo con el "huachicol fiscal". Este caso no tuvo avances significativos hasta la histórica detención del buque Challenge Procyon en marzo pasado, donde se incautaron 10 millones de litros de diésel.
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Aunque el fiscal Gertz dice que la investigación tenía tiempo y había sido una denuncia del Almirante Secretario de Marina en el gobierno de López Obrador.
Silencio oficial y una serie de muertes inquietantes
A la par de la corrupción, el caso ha cobrado un cariz violento con varias muertes que no parecen inconexas. El contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar había enviado una carta confidencial al entonces secretario de Marina, Rafael Ojeda, denunciando a los hermanos Roberto y Fernando Farías Laguna por usar su influencia para controlar el contrabando y huachicol en Tamaulipas. A pesar de la sólida trayectoria de Guerrero, la Marina respondió con silencio.
Nadie imaginó que Guerrero sería asesinado en noviembre pasado en Manzanillo. Dos sicarios en moto le vaciaron sus cargadores. Semanas antes, había sido ejecutada la agente de la FGR Magaly Janet Nava Ramos. La Fiscalía vinculó ambos crímenes, y lo más inquietante es que su investigación señala que solo miembros de la Marina sabían la ubicación exacta del contralmirante.
La carta de denuncia de Guerrero, encontrada en su oficina, se convirtió en una prueba clave. Al vincular a proceso a los implicados, el juez de control de Almoloya, Estado de México Mario Martínez Elizondo otorgó "eficacia demostrativa" a la misiva y advirtió que estas muertes "pueden tener un efecto inhibidor" en quienes aporten más información. Para el juez, los crímenes tienen un hilo conductor: la lucha por el control de las aduanas y la necesidad de silenciar a los denunciantes. El asesinato de Guerrero subraya una verdad dolorosa: en México, alzar la voz contra la corrupción puede ser una sentencia de muerte.
En días recientes, han ocurrido dos muertes más.
El reportero Arturo Páramo preguntó en la conferencia matutina del martes sobre el presunto suicidio de un marino involucrado en el caso, a lo que el fiscal Gertz respondió que no estaba vinculado. La presidenta Sheinbaum también lamentó la muerte. Sin embargo, un segundo deceso, el del capitán Adrián del Ángel Zúñiga, exjefe de la aduana de Manzanillo, ha generado aún más preguntas. La Secretaría de Marina afirma que murió en un "ejercicio de práctica de tiro real", pero existe la versión no confirmada que el disparo fue en el rostro.
La pregunta incómoda y la falta de respuestas
El reportero Salvador Corona, de El Universal, preguntó directamente a la presidenta Sheinbaum sobre las muertes, en especial la del capitán del Ángel Zúñiga.
- “¿No es casualidad, presidenta, que el día de ayer falleció un marino presuntamente ligado con el tema del huachicol en una prueba de tiro?”, inquirió.
- "Me parece, la verdad, con todo respeto...", fue la respuesta encolerizada de la mandataria, quien acusó al periodista de hacer una pregunta incorrecta para la víctima.
A pesar de su enojo, Sheinbaum afirmó que se investigaría, aunque "hasta ahora, parece que fue un accidente". La insistencia de la prensa resalta la necesidad de respuestas claras y la falta de confianza en la narrativa oficial. La pasividad de la Secretaría de Marina es alarmante; a pesar de las advertencias de la FGR, la institución no reportó "ninguna irregularidad" en sus 37 auditorías, lo que sugiere una posible complicidad.
Con un negocio multimillonario en juego que daña al erario nacional, la realidad demuestra una alarmante falta de rendición de cuentas. ¿Cuántas de las muertes relacionadas con este esquema de corrupción han sido esclarecidas? Y, lo más importante, ¿quién protegerá a los próximos valientes que se atrevan a denunciar?
Por cierto, el nepotismo, tan criticado en otros contextos, lamentablemente fue tolerado en los más altos niveles del gobierno.
Las coincidencias en este caso son, como siempre, demasiado "casuales". La detención del Vicealmirante Farías Laguna ocurrió pocas horas después de la visita de Marco Rubio a México…
El papel de Washington en estos operativos no es un secreto, y la presión para combatir el crimen organizado es una constante en la relación bilateral.
¿Fue una "sugerencia" de Estados Unidos lo que finalmente aceleró unas acciones que en México se habían postergado, o fue un trabajo de investigación institucional? Si fue como lo dijo Gertz, se tardaron mucho tiempo y el daño al erario fue tremendo.
El asunto apenas inicia, es bueno para una serie de Netflix.
Seguiremos con el tema.
Mi opinión en la red: https://www.youtube.com/watch?v=1NYRZzmroq8
