NUEVO PODER JUDICIAL

¿Violentaron los ministros de la Corte el Estado Laico?

Los actos de purificación privados en Cuicuilco y en el acto público del Zócalo y en el edificio de la Corte, fueron un asunto de propaganda del Poder Judicial. | Fred Álvarez

Escrito en OPINIÓN el

No sé a quién se le ocurrió la idea de hacer una ceremonia de purificación de bastones y de hacer limpias con copal en las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En mi opinión, y en la de muchas personas, lo que vimos fue un teatro, un circo que fue inaugurado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aquella tarde del 1 de diciembre de 2018, inicio de su gobierno, y parece que llegó para quedarse. La historia se repite.

La mañana del 1 de septiembre, día del inicio del nuevo Poder Judicial, hubo dos actos con características religiosas. Mientras que en la sede de la Corte, en el Centro Histórico, se realizó una ceremonia de limpia de las oficinas con copal y hierbas sagradas —una especie de exorcismo cristiano—, posteriormente se llevó a cabo un ritual de consagración de bastones de mando en la zona arqueológica de Cuicuilco, justo al pie de las escalinatas de la pirámide redonda. Al centro del monumento histórico fue colocada una ofrenda sobre un petate en el suelo, donde había panes, frutas, flores, mazorcas y una botella de vidrio que aparentemente contenía mezcal "Madre Cuishe".

La ceremonia en Cuicuilco fue privada y contó con la participación de invitados provenientes de comunidades indígenas de Oaxaca, Chiapas, Sonora, Nayarit, y estuvo presente, legitimando el acto, Adelfo Regino Montes, director general del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. A ese lugar acudieron Hugo Aguilar Ortiz, nuevo presidente del alto tribunal, y las ministras Lenia Batres, Irving Espinosa, María Estela Ríos, Giovanni Figueroa, Irving Espinosa y Sara Irene Herrerías. (La imagen que conocimos la difundió la ministra Batres). Aquí mi primer comentario.

Más tarde, médicos tradicionales, chamanes o abuelos de la tradición fueron quienes entregaron los bastones de mando a 8 de los nueve ministros en una ceremonia pública en el Zócalo de la Ciudad de México. Por cierto, uno de ellos no sabía el nombre de la ministra y lo vimos en vivo. La web oficial de la SCJN transmitió en vivo la "Ceremonia tradicional de purificación y entrega de Bastón de Mando y Servicio", incluso el Poder Judicial emitió una nota informativa (#216), justificando el hecho con tintes religiosos. Cuidaron en la redacción no usar la palabra "religión", pero en el acto se habló de deidades y los ministros de la Corte se hincaron.

"Este acto histórico simboliza la voluntad de servir al pueblo de México, guiados por los principios de inclusión, cercanía y atención a los grupos en situación de vulnerabilidad, como primer paso hacia la construcción de una justicia social y humana".

La ceremonia tradicional estuvo a cargo de los médicos tradicionales de los pueblos Mazateco, Otomí, Mixteco, Zapoteca y Ramón González Carrillo, del pueblo Wixárika.

La ceremonia fue presentada de forma simultánea en español y mixteco (y las demás lenguas).

"La entrega del bastón de mando fue asumida como un mandato para orientar sus decisiones con sensibilidad social y respeto irrestricto a los derechos humanos", agrega el comunicado oficial.

Hugo Aguilar Ortiz afirmó que el bastón de mando implica la responsabilidad de hablar por los que no pueden hablar y de defender a aquellos que no se pueden defender. Se comprometió a escuchar y atender las voces ciudadanas, especialmente aquellas que históricamente han enfrentado exclusión, discriminación o falta de representación. Advirtió que ellos tienen el mandato de “sanear el Poder Judicial de la Federación y de las entidades federativas; sanear la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se van a acabar la corrupción, el nepotismo y la deshonestidad”.

Ese día vimos estrenado el nuevo emblema de la Corte. Se pudo ver al costado del águila con las alas desplegadas, el Escudo Nacional, la balanza de la justicia y las ramas de encino y laurel. Ahora aparece un bastón de mando, emblema del nuevo presidente, quizá por su origen indígena.

¿Qué significa el bastón de mando?

El bastón es un asunto muy serio, un elemento importante en varias culturas indígenas. Simboliza la máxima autoridad, tanto espiritual como política, de quien lo ostenta dentro del sistema de organización comunitaria. Su entrega implica, por lo tanto, sometimiento a dicha autoridad.

Pero ¿por qué lo hicieron los nuevos ministros?

Para seguir la tradición de López Obrador, o sea, lo hicieron como un acto de propaganda. No creo, con todo respeto, que los grandes árbitros que llegaron sean seguidores o adoradores de los ritos tradicionales, o que conozcan a fondo lo que significa e implica.

AMLO fue el primero en hacerlo. Recordemos aquella imagen de la tarde del 1 de diciembre de 2018 cuando se hincó ante indígenas que echaban copal y lloraban de emoción. Lo hizo después de haber quedado investido con la banda presidencial, y además le entregaron el bastón de mando junto con su esposa.

Incluso hubo chamanes que pidieron permiso a la Pachamama (la Tierra) para celebrar aquella ceremonia de inicio de gobierno. Y a AMLO le gustó, y siguió con la tradición. ¡Qué bueno que no la retomaron los gobernadores morenistas!

Fue tan importante para el expresidente lo del bastón, al grado de que se lo prometió a la "corcholata" que ganara la encuesta y quedara como coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, es decir, el candidato a la presidencia por Morena y aliados.

Lo entregó aquella noche del 6 de septiembre de 2023 y escogió un lugar simbólico, "sagrado". Nada fue casual cuando lo hizo en la zona antropológica del Templo Mayor, justo enfrente de la casa de los Guerreros Águila del Huei Teocalli de la gran Tenochtitlan.

Eso sí, lo hizo en horas no laborales para no tener problema legal alguno, y entregó un bastón distinto al que él recibió.

- “¿Sí va a ser formal la ceremonia y va a ser aquí en Palacio?", le pregunta Dalila Escobar de Proceso. 

- “No, no, aquí no se puede, es el movimiento, o sea, es el movimiento de transformación. No es aquí", dijo entonces.

En efecto, de haberlo hecho cometería un delito electoral, pero no hubiera pasado nada.

Pasadas las 20 horas de aquel miércoles 6 de septiembre, López Obrador salió de Palacio y caminó por la calle de Justo Sierra y llegó al antiguo inmueble donde ya lo esperaban Claudia Sheinbaum y las otras corcholatas presidenciales. A ese acto no asistió Marcelo Ebrard, quien expresó su inconformidad con el proceso.

Ahí, AMLO hizo entrega de un bastón de mando, distinto al que recibió en 2018, ya que había dicho que el que entregaría le fue dado por una comunidad que "no quiero mencionar de qué región, qué etnia, cultura, (pero afirma que pidió) autorización para que ese bastón lo entregara yo a quien ahora dirige nuestro movimiento, y me lo autorizaron, no lo mandé a hacer", subrayó.

Mmm... ¿A quién le pidió autorización el c. Presidente?

Para muchas personas aquello fue un circo; para otros, sobre todo representantes de los pueblos originarios, fue una ofensa, ya que consideran al bastón como algo sagrado y no algo "electorero". Y eso ocurrió.

El martes 19 de septiembre hubo un respetuoso reclamo de parte de don Santiago Ortela Sarmiento, quien junto con una abuela tradicional olmeca le habían entregado el bastón a AMLO en 2018 en la plancha del Zócalo, y le reclamaron de manera indignada por lo que hizo: "Quiero decirle con todo respeto que el bastón de mando es un instrumento sagrado de conciencia, una conciencia para llevar al ser humano a una conciencia evolutiva para vivir en paz y en armonía con nuestra madre naturaleza”.

Se sintieron ofendidos y, en su caso, AMLO debió de regresar el bastón que le entregaron, pero no lo hizo.

De hecho, se sorprendió por el audio cuando lo escuchó en la mañanera, y en lugar de ofrecer disculpas a don Santiago, cuestionó si el autor del audio lo había consultado con el resto de los pueblos indígenas para enviarle esas palabras, a lo que la reportera respondió que sí.

Y para terminar, dijo entonces que él entregaría la banda presidencial... y "si los pueblos originarios, pueblos indígenas, lo deciden, pueden llevar a cabo una ceremonia y entregar el bastón de mando a quien sea el próximo presidente o presidenta”.

AMLO no entregó ni bastón ni banda presidencial. Horas antes, desapareció de la escena y se fue a su rancho en Palenque. ¿Qué pasó? ¿Esta vez violentaron la ley los ministros?

Eso lo determinará la autoridad responsable, pero si acaso la violentaron, no pasa nada. Desde hace mucho tiempo la autoridad viola la ley y no pasa nada, tampoco pasará nada esta vez.

En la ceremonia de Cuicuilco, Felipe Ignacio Echenique March, profesor investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), acudió al lugar para protestar argumentando que se violó la ley: "Nos parece un agravio a la ley y al reconocimiento del derecho de todos los mexicanos que tenemos a ser respetados por quienes fungen ahora en el supuesto nuevo Poder Judicial, o sea, los jueces y magistrados".

La Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas en México establece regulaciones específicas para la protección y conservación de lugares considerados patrimonio cultural de la nación.

Hay especialistas que han rechazado dicho acto de "purificación", lo consideran un agravio a las comunidades indígenas, y otros más, una violación a la ley por usar una zona protegida para esos actos. Otros más consideraron que hubo una violación al Estado laico.

Un lector de Reforma dijo que la práctica de la tradición de los pueblos originarios es algo "sagrado que se lleva en la comunidad con misticismo y en muchas ocasiones con reserva y sin acceso a personas ajenas". Pero lo que hicieron los ministros fue una burla, una grosería a las auténticas tradiciones y una falta de respeto a los pueblos originarios. Coincido.

El doble lenguaje de la cuatroté con el tema del Estado Laico

En la sesión del pasado miércoles 27 de agosto en la Comisión Permanente (CP), la senadora opositora Lilly Téllez invocó a Dios en su intervención en tribuna. Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, hizo un llamado al respeto al Estado laico. De inmediato, la diputada Margarita Zavala le reviró y le dijo que "no tiene por qué llamar a la laicidad si está hablando desde tribuna; ella no tiene por qué ser reconvenida. Y que Dios los bendiga a todos", subrayó.

Noroña alzó la voz y dijo que "el Estado laico no está a discusión, y sus creencias personales aquí no caben. En toda discusión política no se permite que se invoque a divinidad alguna, porque esas son creencias respetables en el ámbito personal", comentó.

Rubén Moreira Valdez, diputado de PRI, pidió que se leyeran fragmentos del Himno Nacional, que escribió Francisco González Bocanegra en 1853 y que hoy es ley, y es uno de los tres símbolos patrios establecidos por la ley, junto con el escudo y la bandera; en la parte que dice "por el dedo de Dios se escribió".

Moreira Valdez le dijo a Noroña: "Primero, la ley y el Himno dicen que Dios existe (sic)...", y además le dijo que AMLO "lo reclamaba...".

Aquí, Noroña argumentó que el Himno fue escrito "durante la última Presidencia de Antonio López de Santa Anna (...) y antes de que se estableciera el Estado laico. El Himno sigue vigente, pero el marco constitucional exige respeto al Estado laico, y eso es lo que seguiré exigiendo como presidente", subrayó.

"Sus creencias personales son respetables y aquí no están a discusión", les dijo a manera de regaño y casi pidió que el Himno fuera revisado para quitarle la palabra donde dice "por el dedo de Dios se escribió".

Quizá algunos no me crean, les pido que lean el diario de los debates.

¿Hay violación al Estado laico?

Desde mi análisis no, aunque respeto a mis colegas especialistas en el tema.

En el gobierno de AMLO hubo violaciones al Estado laico como la de pretender imponer una cartilla moral, y la autoridad no hizo nada.

Los actos de purificación privados en Cuicuilco y en el acto público del Zócalo y en el edificio de la Corte, fueron un asunto de propaganda del Poder Judicial, en especial de su presidente, que se compara a Benito Juárez. En lo personal, respeto y me gustan todas las ceremonias religiosas tradicionales, pero no se vale hacer lo que hicieron. Vi hincarse a López Obrador aquella tarde del 1 de diciembre de 2018, lo que quedó marcado para la historia inmediata. También vi hincarse al c. Hugo Aguilar Ortiz, él es indígena originario de San Miguel El Grande, distrito de Tlaxiaco, comunidad perteneciente a la región de la mixteca oaxaqueña, y se vale, pero se excedió en hacerlo de manera pública.

La violación al Estado laico se produce cuando el Estado establece algún tipo de preferencia o privilegio en favor de una religión, excluyendo a las demás. El Estado laico es respetuoso de la diversidad religiosa y con ello se evita toda forma de discriminación como lo contempla el artículo 1º constitucional y la Ley en la materia.

El concepto laico se encuentra en dos artículos de la Constitución: en el 3º, en materia de educación desde 1917, y en el 40º -desde 2013-, donde queda claro que desde 2013 somos una república representativa, democrática, laica y federal.

"Laico" significa, pues, que el Estado no tiene una religión oficial y que este garantiza la libertad religiosa para todas las personas, incluso para creer y no creer. Un artículo que por cierto no ha sido reglamentado por los legisladores, curiosamente fue aprobado el mismo día que el 24º constitucional que habla de la Libertad religiosa (recomiendo leer los debates de entonces, los tengo en mi blog).

El doble lenguaje de la cuatroté

Me llama la atención que Noroña haya asistido el pasado 21 de junio de 2021 a una reunión en el aula de las bendiciones en el Vaticano con el papa. Se pudo "colar" ahí porque le ayudaron, él no tenía por qué asistir, era una reunión donde estaban convocados puros políticos católicos.

¿Qué diablos hacía ahí Noroña?

Solo fue a tomarse la foto. De hecho, llevó a su ayudante Emiliano -el hombre de verde- para que le tomara fotos y videos, y las presumió en la red social.

No me gustaron sus comentarios groseros contra otros políticos mexicanos que estaban ahí, como Felipe Calderón y la diputada Margarita Zavala.

Pregunté entonces: ¿conocerá Noroña la oración en honor a Tomás Moro?

Lo de los nuevos ministros es muy parecido a lo que hizo Noroña cuando fue a la "audiencia" con el papa.

Hay que ser republicanos y reconocer la figura de Benito Juárez: "Los gobiernos civiles no deben tener religión, porque siendo su deber proteger imparcialmente la libertad que los gobernados tienen de seguir y practicar la religión que gusten adoptar, no llenarían fielmente este deber si fueran sectarios de alguna". "Apuntes para mis hijos".

Fred Álvarez

@fredalvarez