La doctora Claudia Sheinbaum llega al primer año de gobierno con resultados tangibles y con el respaldo de siete de cada diez mexicanos (de acuerdo con diferentes sondeos como la encuesta Mitofsky para El Economista, agosto de 2025). Lo anterior es producto de un trabajo permanente que tiene el objetivo claro de construir un México más justo.
Efectivamente y como lo señaló en su mensaje de Palacio Nacional, aquella gran hazaña que inició el ex presidente López Obrador, quien logró sacar de la pobreza a 13.5 millones de mexicanos; hoy avanza hacia la transformación de nuevas áreas de la vida pública y hacia la consolidación de un nuevo modelo económico, político y social.
En un año, la titular del Ejecutivo no sólo ha alcanzado importantes cambios constitucionales de acuerdo al nuevo modelo de gobierno, sino que además ha promovido el crecimiento económico, la reducción de la desigualdad y la violencia, y además ha defendido con dignidad la soberanía nacional frente a las amenazas externas, garantizando la protección de nuestros hermanos migrantes.
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Gracias a todo lo anterior, México es visto en el exterior como un país fuerte, confiable y justo. Naciones invierten aquí (36 mil millones de dólares en lo que va de este año) y ciudadanos de todo el mundo nos siguen visitando. Sobra decir que en próximas fechas seremos sede de uno de los eventos deportivos más importantes del planeta. Eso no es casualidad.
Es cierto que el progreso sin justicia no es sostenible y está destinado al fracaso, como sostiene la doctora Sheinbaum. El modelo económico neoliberal confirma que la concentración de la riqueza, los privilegios y el olvido de las clases más desprotegidas, es uno de los fracasos más notables del siglo XXI. Por ello, además de otros logros constitucionales, garantizar los programas sociales para las y los mexicanos es un hito para la Cuarta Transformación.
Gracias a ésta y a otras políticas públicas como el fortalecimiento del salario mínimo y el derecho a la vivienda, hoy somos el segundo país con menos desigualdad del continente. Pero además, se ha recuperado la rectoría del Estado en áreas fundamentales como las telecomunicaciones, el sector energético y la educación (ampliando además las oportunidades en todos los niveles y los apoyos para las y los estudiantes); todo ello con el respaldo pleno de las mayorías.
El Poder Legislativo ha sido, en esta última parte, fundamental para el buen ejercicio de gobierno. Gracias a esta sinergia se han logrado cambios institucionales como la reforma al Poder Judicial, la reforma a la Guardia Nacional, el reconocimiento de los pueblos indígenas y afroamericanos como sujetos de derecho, el fortalecimiento de la inteligencia policial y el combate a la extorsión, así como importantes avances en materia de protección animal; entre muchos otros.
Desde los Congresos, las y los legisladores seguiremos afianzando los principios de la Cuarta Transformación, convencidos que todavía hay una deuda histórica con quienes menos tienen.
Luego de un año se ha profundizado el desmantelamiento del viejo régimen, para dar paso a una nueva forma de gobernar: más cercana, más transparente, más humana y justa. El pueblo mexicano está hoy en el centro de todas las decisiones. La política de salud es un claro ejemplo de ello.
Desde este espacio, felicidades a la doctora Sheinbaum Pardo por un año de logros y por su sencillez como servidora pública. Sigamos adelante sin olvidar ese principio fundamental que define la causa de nuestro movimiento: por el bien de todos, primero los pobres.
