El número de escándalos mediáticos asciende rápidamente. La mayoría están vinculados con algunos líderes de Morena. Si el objetivo de sus adversarios no es destruirlos, está claro que quienes los han generado sí pretenden dañar su imagen y, al mismo tiempo, socavar la reputación del movimiento que los llevó al poder.
Asistimos otra vez a una guerra de percepciones, no necesariamente de realidades. En principio, lo importante es sembrar dudas en la población. ¿En realidad son diferentes los de Morena? ¿Es cierto que por el bien de todos, primero los pobres? ¿Podemos creer que el poder es humildad o que la austeridad republicana es un principio rector de quienes están gobernando?
Los indicadores recientes muestran que la pobreza multidimensional en México pasó de 46.8 a 38.5 millones de personas. El dato es tan significativo que la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que “la pobreza en el país se encuentra en su nivel más bajo de los pasados 40 años, gracias al modelo de desarrollo de la Cuarta Transformación”. El hecho es cierto.
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Sin embargo, los números que se leen desde la oposición —o por parte de algunos especialistas en la materia— hacen otras interpretaciones. Por ejemplo: en 2024, 44.5 millones de habitantes no tuvieron acceso a los servicios de salud; todavía hay 7 millones de personas que viven en la extrema pobreza; 3 de cada 10 mexicanos no cuentan con el ingreso para comprar una canasta alimentaria y no alimentaria y tienen una carencia social.
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Se han presentado más datos, pero también han surgido diversos casos que generan dudas razonables. Uno es la investigación de más de cinco años que realizó la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, en la que exoneró a Pío López Obrador, el hermano del expresidente, por recibir dinero en efectivo para la campaña de su hermano sin ninguna justificación fiscal.
De acuerdo con su investigación —que se prolongó durante cinco años— la institución concluyó que no hubo pruebas que ameriten una sanción. ¿Por qué desacreditaron las evidencias presentadas por la oposición? ¿Por qué no declaró el expresidente López Obrador, si fue un compromiso público que hizo durante una de sus conferencias matutinas? ¿Hubo presiones al INE para votar como lo hicieron?
Otro caso: la resolución exonerativa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), como consecuencia que no se presentaron pruebas suficientes para invalidar 17 contiendas de la elección judicial por la presunta distribución masiva de “acordeones”, el primer paquete en el que se analiza este tipo de solicitud. ¿Por qué las evidencias fueron desechadas? ¿De qué magnitud tenía que ser el hecho para actuar contra quienes no se apegaron a la ley?
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Las dudas también han afectado ciertas decisiones de la esposa del expresidente López Obrador, la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, quien negó haberse mudado a España con su hijo Jesús Ernesto luego de solicitar la nacionalidad ante el gobierno de España. Las presiones y ataques que desde la oposición le han hecho, ha convertido el tema en uno de los más importantes de la agenda pública de las últimas semanas.
En el mismo sentido, se puede mencionar el caso de Alejandro Germán “N”, a quien se le conoce en redes sociales como Lord Pádel. Los videos y las declaraciones posteriores que he hecho ante diversos medios no permiten que las audiencias sepan en realidad qué sucedió. Habrá que esperar el resultado de las investigaciones, pero las dudas también recaen sobre las decisiones que están tomando las autoridades en este controvertido caso.
Los ejemplos siguen y son demasiados. Lo que se puede asegurar es que muchos de estos escándalos están motivados por la batalla electoral del 2026, que se viene dando con fuerza desde hace varios meses.
Ante la falta de imaginación para llevar a cabo otro tipo de tácticas con el propósito de debilitar a Morena, es evidente que el modelo se seguirá explotando. ¿Funcionará? En una pequeña parte, pero los resultados finales no serán decisivos para cambiar en forma significativa las tendencias electorales que hoy muestran las encuestas.
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Los argumentos parecen convincentes desde las visiones, versiones y análisis de las partes involucradas en los procesos jurídicos y mediáticos. Sin embargo, si lo que buscan es mantener el prestigio, la credibilidad, la confianza y la legitimidad que obtuvieron en forma contundente desde 2018, las estrategias de comunicación política están fallando seriamente.
Los golpes a la credibilidad surgen por la falta de coherencia entre lo que algunos dicen y lo que hacen. Por la poca consistencia entre lo que ganan y los gastos que dejan ver públicamente. Por las promesas que hicieron y el incumplimiento de muchos de sus compromisos. Por su falta de capacidad para no ser dominados por el poder que tienen. En algunos casos, está claro que hay corrupción. En otros, descuidos inaceptables.
Detrás de cada duda no hay necesariamente un ataque ni el deseo de hacer daño. Es más, la duda y la duda razonable están relacionadas con la honestidad. Si retomamos la afirmación de Mauricio García Villegas, podemos concluir que “las personas que nunca dudan me producen desconfianza”. También a la sociedad.
Recomendación editorial: Miguel Ángel Aguilar López. Presunción de inocencia. Derecho humano en el sistema penal acusatorio. México: Instituto de la Judicatura Federal, Serie Monografías, 2015.