El sector automotriz atraviesa por uno de sus peores momentos. En lo que va del año el saldo es negativo: disminución en importaciones, aplicación de aranceles a insumos básicos, inseguridad y una creciente competencia desleal con el arribo de autos chatarra.
A pesar de las alertas en temas ambientales, de empleo y hasta fiscales, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum continúa apoyando el decreto que permite la legalización de unidades antiguas y que provienen principalmente de Estados Unidos.
Desde hace varios meses, organizaciones de autos ligeros y pesados presentan propuestas ante la Secretaría de Economía, Hacienda, legisladores y el SAT, a fin de que evalúen el impacto que genera esta medida. Sólo por dar un dato, de cada 100 unidades nuevas en el mercado, se importan 60 autos usados.
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En el caso de los autobuses, camiones y tractocamiones advirtieron que las unidades “chocolate” no cumplen con las condiciones técnico-mecánicas y son altamente contaminantes, pero además su importación tiene efectos en la recaudación, ya que los fabricantes dejan de pagar IVA e ISR ante los recortes en la producción por una menor demanda de autos nacionales y se registra una contracción en la captación de otros impuestos.
Los que más saben del tema aseguran que permitir su arribo es como autorizar el robo de combustible, debido a que éstos entran de manera ilegal, es decir, no cuentan con papeles porque en su mayoría ya no pueden circular en Estados Unidos o son robados.
Por si fuera poco, los vehículos procedentes del extranjero y su regularización generan una reducción de precios de hasta 20% o más en unidades usadas nacionales del mismo año y modelo que el “chocolate”, por lo que los propietarios desisten de venderlos afectando la cadena de la renovación vehicular.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) la venta al mayoreo de vehículos pesados al cierre de julio mostró una caída de 49.7%, mientras que la producción de unidades disminuyó 26.2%, en tanto que la exportación decreció 20.1%
Los especialistas aseguran que en los próximos meses continuará la incertidumbre y las dificultades para el sector, lo que se sumará a la respuesta de la economía mexicana ante las negociaciones y la revisión del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Sube precio de la vivienda
Pero no todos los sectores registran cifras negativas. Al cierre de julio se observó un aumento de 3.8% en el precio de la vivienda en el país.
Este incremento refleja una tendencia favorable en el mercado inmobiliario. Al cierre de julio, el valor promedio de los inmuebles para casa habitación se ubicó en 30 mil 820 pesos por metro cuadrado a nivel nacional. En la Ciudad de México llegó a 56 mil 899 pesos, seguido por Nuevo León con 53,888 pesos, Jalisco con 45 mil 586 pesos, Sinaloa con 40 mil 960 pesos y Baja California con 39 mil 289 pesos.
En contraparte, los estados con las viviendas más económicas por metro cuadrado son: Tamaulipas con 17 mil 995 pesos, Hidalgo con 20 mil 671 pesos, Morelos con 20 mil 828 pesos, así como Guanajuato y Sonora con poco más de 21 mil pesos.
Así las cosas…