VIOLENCIA INFANTIL

No nos acostumbremos al horror

En Sonora, un colectivo encontró los cuerpos de tres niñas semienterradas con huellas de violencia e incluso impactos de bala, desgraciadamente historias como esta se repiten una y otra vez sin que apenas reparemos en ellas. | Agustín Castilla

Escrito en OPINIÓN el

Este fin de semana, el colectivo Buscadoras por la Paz dio a conocer que después de recibir una llamada anónima, encontraron a la orilla de una carretera a unos 60 kilómetros de Hermosillo, Sonora, los cuerpos de tres niñas semienterradas con huellas de violencia e incluso impactos de bala. Estas pequeñas, dos gemelas de 11 y una de 9 años eran hermanas y, de acuerdo con lo que describió una integrante de este colectivo, estaban vestidas con su pijama y las gemelas abrazaban a su hermanita menor por lo que piensan que trataban de protegerla. Después se dio a conocer que un día antes, el pasado viernes, elementos de la Fiscalía del estado habían localizado el cuerpo de su mamá en esa misma carretera. 

Tan solo de imaginar la escena y por lo que seguramente pasaron estas pequeñas se apachurra el corazón, y también llena de enojo pensar quién pudo ser capaz de cometer una atrocidad como esa. Cecilia Delgado, fundadora de Buscadoras de la Paz, compartió que a pesar de que lamentablemente han encontrado muchos cuerpos de mujeres y hombres, nunca se habían enfrentado a algo así, y como bien lo dice, no hay manera de entender tanta maldad. Por lo menos ya detuvieron al principal sospechoso, la ex pareja de la madre de las niñas, quien supuestamente se dedica al tráfico de drogas, está vinculado al crimen organizado y sacó de su casa a las cuatro víctimas para después asesinarlas, pero aún no se sabe que provocó este brutal feminicidio e infanticidio múltiple que ha indignado a la sociedad como hace tiempo no sucedía, pues tristemente nos hemos ido acostumbrando al horror que con frecuencia se vive en nuestro país, lo que debe preocuparnos por el grado de insensibilidad que esto implica. 

Lo que ocurrió en Sonora, por más terrible que sea, no es algo excepcional o aislado. Desgraciadamente historias como esta se repiten una y otra vez a lo largo y ancho del territorio nacional sin que apenas reparemos en ellas. Como lo refiere otro colectivo, Brujas del Mar, y únicamente como ejemplo, en los últimos días se encontró desmembrada a una niña de 13 años en Baja California, el cuerpo de otra niña de 14 años fue localizado en el Estado de México y en Chihuahua hallaron sin vida a un niño de 8 años en una bolsa de basura. También se ha dado a conocer que en investigaciones que se están llevando a cabo realizadas en fosas comunes de un panteón en Jojutla, Morelos, se recuperaron 60 cuerpos de los cuales 10 son de bebés. 

La organización Red Por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) nos da otros datos que permiten dimensionar los niveles de deshumanización a los que hemos llegado. De enero a mayo de este año se registraron 356 homicidios dolosos contra personas menores de 17 años –2.5 diarios– de los cuales, 3 de cada 4 se cometieron con armas de fuego y 70 fueron feminicidios o asesinatos contra niñas y mujeres adolescentes. Probablemente en muchos de estos casos se trate de niños o adolescentes vinculados con la delincuencia organizada, quizá en muchos otros sean víctimas de la violencia intrafamiliar o del entorno en que viven, pero independientemente de las causas o el contexto, nada justifica que se prive de la vida a un ser humano y mucho menos a niñas y niños indefensos. 

Como sociedad no podemos permanecer indiferentes y seguir permitiendo que se normalice la violencia, debemos recuperar nuestra capacidad de indignación, alzar la voz y exigir que las autoridades hagan su trabajo. No son números, son historias llenas de dolor ante las cuales no podemos ser ajenos. No nos acostumbremos al horror, pues de lo contrario tarde o temprano nos alcanzará.

 

Agustín Castilla

@agus_castilla