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Extradiciones de delincuentes a EU: método o estrategia

México debe de tomar medidas para dejar de ser espectador de los eventos y combate a la delincuencia organizada, orquestada desde el otro lado de la frontera del Río Bravo. | Laura Borbolla

Escrito en OPINIÓN el

En varias participaciones de este espacio he referido el proceso de extradición de varios miembros de diversos grupos de la Delincuencia Organizada a cargo del gobierno de México, respecto de las concesiones en favor del gobierno de los Estados Unidos, ya que ellos son los directores de una estrategia de entendimiento del problema del consumo de las drogas por su población, el nivel de corrupción de sus policías y el manejo de la distribución cuadra por cuadra en sus ciudades y que lo que no tienen tan cierto y probado como si fuera un rompecabezas, la pieza que falta la llenan a partir de algo que se llama cooperación vía testigos colaboradores y/o protegidos; el claro ejemplo es la construcción del caso que los fiscales del país vecino del norte hicieron en contra de Genaro García Luna; en donde usaron el dicho de personajes mexicanos como Vicente Zambada Niebla y algunos de sus familiares que igual que él optaron por el proceso de ser testigos colaboradores.

La semana pasada analizaba, que Ovidio ya negoció con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América DOF por sus siglas en inglés; por un lado, acepta la culpabilidad, lo cual se refleja en ahorrar al sistema el término y costo de un juicio; la consecuencia es que se pactan reducción de penas aplicables por las más bajas, y la anulación o subsunción de delitos para que entonces sea ejemplificativo tanto el proceso, la sanción y la función del sistema; aunque en ocasiones les falla la coordinación entre agencias; un ejemplo fue lo ocurrido con Dámaso López Serrano, alias “Mini Lic”; quien fue testigo colaborador de una agencia y después aprehendido por otra. 

De forma y fondo, México debe de tomar medidas para dejar de ser espectador de los eventos y combate a la delincuencia organizada, orquestada desde el otro lado de la frontera del Río Bravo; como si fuera guion de serie de Netflix; hasta ahora nos han “vendido la idea de que Genaro García Luna fue muy corrupto” el problema es que es a partir de lo probado y ventilado en su juicio ante autoridades estadounidenses; lo mismo ocurre con los narcotraficantes, sobran nombres los últimos y más importantes son Joaquín Guzmán Loera conocido como “El Chapo” e Ismael Mario Zambada García conocido como “El Mayo” por mucho tiempo tuvieron actuación impune y eso no puede ser sino existe participación de autoridades que así lo gestionen a partir de corrupción. Pero el análisis es mientras que sirven se mantienen hasta cierto punto a raya con las autoridades de ambos países (México y Estados Unidos de América); pero si a los vecinos del norte ya no les sirven como informantes los desechan; es decir, sacan toda la información y después nos los devuelven como el caso de Mario Villanueva, Osiel Cárdenas Guillén, Héctor Luis Palma Salazar conocido como “El Güero Palma”; y así también en su momento ocurrió con Julio César Chávez González quien él mismo en una entrevista con el periodista Jordi Rosado aceptó haber convivido con los líderes de diferentes grupos de la delincuencia organizada que operaron de manera binacional en las década de los 80 y 90 y en la actualidad Julio César Chávez Carrasco, quien además es esposo de la viuda de Edgar Guzmán López hijo de “El Chapo” y hermano de Joaquín y Ovidio Guzmán López. Quizá ya dieron la información que necesitaban los vecinos del norte para concluir con el rompecabezas y aplicaron el método desechable, dejando descolocados a funcionarios encargados del sistema mexicano de seguridad y justicia.

Nota al pie de página:

Mi reconocimiento a las autoridades y sociedad civil del Estado de Sonora por su actuación en el caso del feminicidio de una mujer y sus tres hijas y mis condolencias a los familiares.

 

Laura Borbolla

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