El pasado 30 de junio, tuvimos cuenta por un comunicado oficial del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ por sus siglas en inglés), que Ovidio Guzmán López también conocido como “El Ratón”, hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo" Guzmán, se había declarado culpable ante las autoridades federales con sede en Chicago, Illinois por todos los cargos, entre ellos asociación para traficar drogas, en concreto fentanilo. Las implicaciones jurídicas para este narcotraficante sinaloense y su familia es que les favorece respecto del tratamiento como testigo colaborador para otras investigaciones y las sanciones se disminuyen considerablemente, aunado a que se genera un posible acuerdo reparatorio que no es otra cosa que uno monetario para que no se incaute el total de sus recursos económicos. Pero el principal beneficio es que no se aplican penas como cadena perpetua, ni pena de muerte.
Sin duda, el sistema jurídico de nuestros vecinos del norte es eficaz y eficiente por muchas razones, a grado tal que, así como aplican la ley para perseguir los delitos, también han generado un sistema de negociación a cambio de información. Los hermanos Guzmán López ahora y antes, Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo" Zambada han negociado su situación jurídica a cambio de dar información para que el DOF vaya haciendo el tejido de la telaraña de funcionalidad de los negocios del narcotráfico binacional. Sería imposible pensar que solo los narcotraficantes mexicanos son los culpables del problema del consumo de drogas en Estados Unidos de América. En este espacio he dado cuenta de la negociación de la mudanza familiar de los Guzmán López, quienes ingresaron hace meses a pie con maletas y niños, fueron 17 miembros entre ellos la madre de Joaquín y Ovidio Guzmán López; el primero quien entregó de manera cinematográfica a “El Mayo" Zambada y a la vuelta de los meses se obtienen todos estos beneficios.
De forma y fondo, el actuar de las autoridades estadounidenses, es normal y acorde a sus reglas; es decir aplicaron el “enforcement of law” que se podría traducir como cumplir y hacer cumplir la ley. El análisis y dificultad es para nuestro país, la traición entre los miembros del cártel de Sinaloa de distintas generaciones tiene a ese estado inmerso en enfrentamientos armados desde el 9 de septiembre de 2024 entre la mayiza y la chapiza (mote adoptado por los gatilleros que siguen a cada jefe de la mafia sinaloense ahora recluidos en Estados Unidos de América). Lo importante y real de todo esto es que la justicia no se aplica en México, y quien tiene cada vez más información del funcionamiento y redes de funcionalidad son los vecinos; quienes con ello pueden descalificar o calificar el sistema jurídico, financiero y político de México, sin que tengan una cooperación binacional. Al parecer, han optado por una política aislacionista respecto de sus vecinos y socios, ya que han desconocido el TMEC, entre otros tratados.
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Nota al pie de página
El esfuerzo por el combate al desbordado fenómeno del huachicol que está dando el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, es digno de aplaudir y felicitar; lo de dar pena ajena es que solo en México se puede comprar por internet lo necesario para instalar una refinería clandestina.