Las elecciones históricas para renovar el Poder Judicial en nuestro país culminaron con éxito y sin mayores contratiempos. De acuerdo con la información oficial del INE, en voz de su presidenta Guadalupe Taddei, la participación rondó entre el 12.57% y el 13.32%, lo cual asciende a poco más de 13 millones de votos. Las y los mexicanos, salieron a votar con libertad para elegir a los próximos Ministros y Ministras de la Corte, a sus Magistrados y Jueces.
En lo tangible, los cambios en el Poder Judicial iniciarán el 1 de septiembre de este año, 881 cargos federales y más de 1,500 cargos locales.
Si bien existen voces que intentan desacreditar lo ocurrido el pasado 1 de junio, aludiendo a que la legitimidad de una elección como ésta depende del porcentaje de votos; lo cierto es que, como bien dijo la presidenta Sheinbaum, se trata de más votos de los que obtuvieron el PAN y el PRI en la elección presidencial del 2018. Es decir, en los hechos la elección del Poder Judicial generó más interés entre la ciudadanía, que los proyectos de oposición política en la elección de hace siete años.
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La elección es histórica y causa además incomodidad, porque se rompe el “orden”establecido, el famoso estatus quo. Y es que por décadas, el Poder Judicial aquilató los peores lastres del México contemporáneo: corrupción, nepotismo e influyentismo; así como falta de autonomía e independencia.
Para nadie es secreto, el comportamiento de Jueces, Magistrados y Ministros de la Corte, para favorecer distintos intereses, lejos de su función primordial de velar por la verdadera justicia. Todo ello sin contar el rezago en los Tribunales Federales, que representa quizá el aspecto más preocupante de la administración de la justicia.
A pesar de las resistencias, repito, la elección se llevó a cabo en orden y lo que sigue será el anuncio de las candidaturas ganadoras. De acuerdo con la información pública, será en este semana cuando la autoridad electoral informe sobre los resultados de la elección de Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (2 de junio), Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial (4 de junio), Magistraturas de la Sala Superior del TEPJF (5 de junio), Magistraturas de las Salas Regionales del TEPJF (6 de junio), Magistraturas de Circuito (8 de junio) y Jueces de Distrito (10 de junio).
Durante la jornada, funcionarios de casilla se vieron animados y dispuestos a cumplir con su encargo cívico. Gracias a ello fue posible la instalación y funcionamiento del noventa y ocho por ciento de las casillas en todo el país. Por ello, la ofensiva de la comentocracia, que inició desde antes de la jornada electoral anticipando un supuesto fracaso, choca con la realidad. Desde aquí, mi reconocimiento a todos quienes hicieron posible esta histórica jornada.
En todos los países y en muchos momentos de la historia, los cambios enfrentan resistencias naturales. La percepción colectiva sobre las formas, los sistemas y lo establecido, como dije antes, ese “estatus quo”; está alimentada por diferentes actores: medios de comunicación, grupos de la sociedad civil, partidos políticos, empresas, etcétera. Sin embargo ha quedado claro también, a lo largo de la historia, que los cambios frente a lo“instaurado” son posibles y que ello representa la punta de lanza de transformaciones profundas en lo político, lo social, lo económico, etc. En México ya estamos en ese punto. Sigamos avanzando por esa ruta, aunque existan resistencias.