La revista es trimestral, es electrónica y tiene un nombre tan original como impronunciable: “Mnemósine”. La próxima edición dedicada al fotoperiodismo sale en julio y aquí pueden consultarla gratis.
Aunque la revista nació en abril de 2024 -es decir, tampoco es tan nueva, sólo lleva cinco ediciones- surge como un proyecto personal y colectivo de Andrés Monroy Pérez, dentro del Club de Fotografía que sesiona cada semana en las instalaciones del Centro Queretano de la Imagen. Se trata de un Club de Fotografía sin ca´maras que reúne a sus miembros para charlar acerca del feno´meno de la foto.
Analí Núñez -restauradora especializada en patrimonio documental y fotogra´fico- escribe esto en la primer editorial de una edición que habla de los fotógrafos callejeros: “De tanto indagar entre estos recuerdos, escribirnos y relatarnos surgio´ la intencio´n de conformar un producto que recogiera esta experiencia, da´ndole cauce y forma al relato, buscando “traer al corazo´n” del lector “pasados comunes denominadores” en donde todas las ima´genes que vemos y que discurrimos, nos van conformando como humanidad. Asi´ la presente publicacio´n personifica, como en el propio título a la Memoria.”
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El CLUB DE FOTOGRAFI´A DE QUERE´TARO, lo coordina Ce´sar Holm, y cuenta con los siguientes miembros: Ruy F. Caballero, Mari´a Engracia De A´vila, Alejandro Garci´a, Mary Gard, Paty Gue´rrez Luarca + Sandra Luz Herna´ndez, Ce´sar Holm, Martha Lo´pez, Andre´s Monroy, Anali´ Nu´n~ez y Jorge Soto.
En un principio se nutrió de las colaboraciones de los miembros del Club, hablando de sus propios archivos fotográficos familiares. Sin embargo a través del tiempo el proyecto ha trascendido al Club, gracias al trabajo de colaboradores de fuera del Estado que también han enriquecido su contenido. El resultado es interesante, ya que se ha consolidado como una revista cultural independiente, dedicada a la fotografía, la imagen y la memoria. Curadores, historiadores, teóricos, un caricaturista, fotógrafos, periodistas, están ahora colaborando en este proyecto que surge de manera independiente.
A lo largo de su corta existencia, -acaba de cumplir un año al aire- la revista toca los temas históricos, el oficio, el retrato y nos comparten historias de fotógrafos que trabajaron sobre todo durante el siglo XX.
Siempre que surge un nuevo proyecto editorial ligado a la imagen, es como si se encendiera una chispa de emoción. Las fotografías tienen el poder de contar historias que nos conectan con nuestra memoria y nuestras experiencias. Cada nueva propuesta es una oportunidad para explorar diferentes miradas y perspectivas, y eso siempre merece ser celebrado.
En este trabajo colectivo, cada retrato cuenta su propia historia, y juntos forman un mosaico vibrante de creatividad e inspiración. Es genial ver cómo la comunidad se une para dar vida a estas iniciativas, apoyando a los fotógrafos y narradores que ponen su corazón en cada imagen. Así que brindemos por estos proyectos que nacen con tanto esfuerzo y pasión; ¡les deseamos todo el éxito del mundo!
Este esfuerzo creativo lo conduce Andrés Monroy Pérez, nacido en la CDMX en 1959. Andrés es licenciado en Letras Españolas. Fue reportero, fotógrafo, diseñador, impresor y editor en Saltillo, Coahuila. Actualmente es profesor universitario, vive en Querétaro y es el director de la revista Mnemósine.
