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Historia de la defensa del PAN por las mujeres

Desde su fundación hasta la actualidad el PAN se ha interesado por apoyar y valorar el tan importante papel de las mujeres en su incursión en la esfera pública y de poder. | Ingrid Schemelensky

Escrito en OPINIÓN el

i hay una fuerza política que se ha interesado por apoyar y valorar el tan importante papel de las mujeres en su incursión en la esfera pública y de poder, desde su fundación hasta la actualidad, ha sido el Partido Acción Nacional (PAN). Su evolución ha involucrado liderazgo, participación y protagonismo femenino al mismo tiempo que lucha en favor de la equidad de género de sus representantes.

Después de la conquista del sufragio en 1953 que otorgó a la mujer el derecho al voto y ser votada en México y fue plasmado en la reforma a los artículos 34 y 115 de la Constitución, el PAN no tardó en postular mujeres en diputaciones y otros cargos locales igual de importantes, quienes ya desde años habían contribuido en la formación política, la batalla por su democracia y la organización territorial. 

Mientras otros partidos buscaban aparentar una inclusión femenina por presión del contexto, el PAN optó por formar liderazgos genuinos, con principios y comprometidas con el servicio a la sociedad, como Jovita Granados, Luisa Isabel Salas, Manuela Cásares Robleda, Rosario Alcalá, Teresa Ortuño, Florentina Villalobos, Ma. Elena Álvarez, entre muchas más.

La Secretaría de Promoción de la Mujer (PPM) marcó un antes y un después desde su creación por el PAN en 1995 al transformarse en un modelo establecido en cada estado del país, impulsando a la figura femenina como líder en México. Un año después con las reformas electorales, en las que se establecieron cuotas de género de manera obligatoria, el PAN ya las había implementado y mantenía candidaturas con mujeres al mando con el objetivo claro de empoderar a la mujer para contar con una sociedad más equilibrada y equitativa.

Después del rompimiento de décadas de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la República en el año 2000, el PAN no dudó en darle a las mujeres puestos de alto nivel dentro de su gobierno. Un claro ejemplo fue Josefina Vázquez Mota, quien dirigió la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de Educación Pública y posteriormente, se convirtió en la primera candidata presidencial de un partido competitivo de México en 2012. 

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, las reformas en materia de violencia política en razón de género (2020), así como las normas de paridad sustantiva y vertical en listas electorales, fueron fomentadas por el Partido Acción Nacional desde el Congreso de la Unión.

Justo estas legislaciones, a la postre han permitido avanzar para contar con un Congreso paritario y que, al día de hoy, los 32 congresos estatales guarden este equilibrio paritario.  Aún así mucho hay que hacer, sobre todo en el terreno municipal en donde las mujeres en las presidencias municipales ocupan solo alrededor del 30%.

Nombres reconocidos como, por ejemplo, Kenia López Rabadán, actual diputada federal y voz activa de la oposición; Laura Esquivel Torres, impulsora de redes de formación femenina; Cecilia Patrón, Ana Salado Álvarez, Amelia Sodi, María Ignacia Mejía, Xóchitl Gálvez, entre un largo listado, han sido fruto de un partido político con valores humanistas y firme en la defensa de sus ideales.

El camino hacia un país alejado de discriminaciones de género continúa, pero el PAN ha demostrado avances significativos con la promoción del liderazgo femenino a través de acciones legislativas, formación política y el impulso de sus representantes. Esto ha contribuido en el rompimiento de barreras estructurales y la apertura de un país con mayor participación de mujeres en su gobernanza.

Ingrid Schemelensky

@IngridKSC