POLÍTICA MEXICANA

Formas de hacer el ridículo

Hay semanas en que la realidad supera la ficción y empieza a parecer una gran comedia la escena política mexicana. | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

Hay semanas en que la realidad supera la ficción y empieza a parecer una gran comedia la escena política. Revisar las primeras planas, ver el resumen de las conferencias de prensa de la presidenta (verlas en vivo es una labor que sólo puede realizar alguien que se dedica a ello) y ver que el sentido común se pierde palabra por palabra en un mar de ridiculeces que confirman que vivimos en un México de ficción y teatro; un México escenificado que lejos de la verdad fomenta un relato que no concuerda con hechos, pero ahí están las versiones para quien quiera creerlas. 

Algunos ejemplos: 

  • El martes 6 de mayo los principales medios impresos hablan en sus primeras planas de “huachicol”, palabra que todos conocimos al inicio del sexenio de López Obrador cuando supuestamente para combatir dicho delito, nos dejaron a todos sin gasolina paralizando el país. No se puede olvidar que toda la cadena de distribución mexicana es vía carreteras y eso requiere gasolina. Cómo acabó aquella tragedia… pues el presidente López Obrador dijo que se había erradicado al 100% dicho delito. Ahora resulta que no sólo no se erradicó, sino que es peor que nunca y es incluso trasnacional y llega a Estados Unidos, Japón y la India; según el Reforma en 5 años se han perdido 554 mil millones de pesos.
  • Luego está el tema de Zedillo que además del artículo original que despertó la cólera de la presidenta hay varias cartas que son todavía mejores que el escrito. El punto central es que ante la verdad sólo queda la calumnia y ver a la mandataria de un país insultando y amenazando con investigaciones a alguien que dejó de ser presidente hace 25 años es una gran broma… ella perdió cuando respondió; cuando hizo de un artículo que pudo pasar en segundo plano una noticia internacional y una vez más (como con la ley que mandó al congreso para censurar) se notó su tendencia autoritaria y su poca tolerancia a la crítica que, además, es cierta. 
  • Está el tema de la semana laboral de 40 horas que propone Sheinbaum para… ¡2030! Lo que nos dice es más que claro: necesito el aplauso populista pero no estoy dispuesta a pagar el precio… que sea problema de quien venga. Dicen que el poder se acaba cuando se empieza a usar la frase “será problema de quien venga”… lleva 7 meses de 6 años, qué poco aguantó. 
  • El colmo de la comedia política lo coronó la carta con los principios “ético-políticos” que envió la presidenta Sheinbaum a su partido. Esto podría merecer muchas páginas, pero lo intentaré reducir: le da valor a la unidad (muy válido a pedir), pide “honestidad, humildad y sencillez” y hace hincapié en los viajes y transportes privados… se tomó como una crítica a Noroña y podría serlo, pero la pregunta sería mucho más allá… los hijos de López Obrador ¿de qué viven? ¿cómo se pueden dar la vida que se dan si nunca trabajaron? ¿Dónde está la sencillez de quienes usan marcas de lujo, de quienes van a conciertos, eventos deportivos y viajes de lujo, dónde está el rechazo a la sencillez (y no influyentismo que también menciona) de quienes le llaman a un fiscal para que no los arresten, de quienes pactan votos por libertad? ¿Dónde está la sencillez de quién es cuidado por el Ejército?... Dice un amigo que el dinero, la estupidez y el embarazo son muy difíciles de esconder y el dinero se nota en los morenistas y no en uno o dos, en muchos. También dijo que no se permita el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo… o sea los Batres, los Alcalde, los Monreal y los miles de amigos y parientes que viven del gobierno ¿los van a correr? Se van a quedar sin nadie. Otro punto que es una joya es “no a un partido de Estado” y aquí el chiste se cuenta solo, la presidenta de la República, diciéndole a su partido, que no sea de Estado… si no lo fuera no podría decirles qué hacer ya que ella es jefa de Estado no de partido. Si no fuera de Estado ella no habría ganado y bueno, si no fuera de Estado no tendría voz en él. 

En fin, mientras se siga aplaudiendo seguirá el circo y cada vez es más absurdo. Lo malo se logra perder entre tanta tontería y los debates se tornan frívolos, como buena parte de este escrito. Lo que no es frívolo y es sumamente preocupante es la elección judicial que pasó de ser “la última frontera de la democracia” (según el oficialismo) a buscar cómo bajar a los candidatos que resulta que tienen vínculos con el crimen organizado. 

 

Julio Castillo

@JulioCastilloL