Entre la reforma y la aplicación de la reforma para que el Poder Judicial sea electo hemos sido testigos del peor intento de la historia de organizar algo que parezca democrático cuando a todas luces es técnicamente imposible lograrlo.
El centro del presente escrito no es el evidente secuestro del Poder Judicial para quitar contrapesos y construir un poder autoritario, más allá de las formas de meterse del Ejecutivo, de la evidente intromisión a la hora de nombrar quienes llegaron a las boletas electorales y de que en algunos estados como Baja California el tema local es todavía más desaseada que la nacional, simplemente es imposible que esto salga bien el siguiente domingo. Algunos comentarios al respecto:
- Cada ciudadano que elija ir a votar recibirá seis boletas de distinto color, para seleccionar a los distintos cargos: ministras y ministros de la SCJN: una boleta morada. Magistraturas de Sala Superior del Tribunal Electoral: una boleta azul. Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial: una boleta turquesa. Magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral: una boleta de color naranja. Magistraturas de Circuito: una boleta rosa. Juzgados de Distrito: una boleta amarilla.
- Además, en 19 entidades federativas podrás elegir juzgadores locales. Estos son: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
- Esto quiere decir, por ejemplo, que un elector de la Ciudad de México recibirá en total 9 boletas: 3 boletas para elegir jueces y magistrados locales y 6 boletas para elegir a los juzgadores federales, teniendo que elegir un total de: 56 candidatos, 36 para los cargos federales y 18 para los locales, de los cuales 30 tendrán que ser mujeres y 26 hombres.
- Además, está el tema de las especialidades. En el caso de las boletas de Magistraturas de Circuito y Juzgados de Distrito, se tendrá como elemento adicional las especialidades por color. Cada boleta podrá contener hasta siete especialidades por las que se podrá votar, por ejemplo: penal (verde), administrativa (naranja) y civil (morado)… este aspecto además es sumamente fraudulento y con un ejemplo se nota: sólo un distrito de la CDMX (Iztapalapa) va a elegir a quién decidirá en materia económica y telecomunicaciones a nivel nacional. ¿Usted sabe cuántos van a votar por eso? Quizás 57 mil personas. Esto es el 0.06% del padrón nacional decidiendo por todos en temas sumamente técnicos.
- También está el tema de los estados. Resulta que el 31 de diciembre del 2024 el Congreso del Estado de Baja California, publicó en el periódico oficial del Estado, en la misma edición donde se publican las leyes de ingresos y egresos del estado y municipios, el Decreto 36 por el que se reforma la Constitución política del Estado de Baja California, en donde entre otras cosas, se “inventa” la figura de “candidatos comunes” que son los postulados por cada uno de los poderes del estado que “evaluaron” a los aspirantes a ser postulados a algún cargo de elección popular en el poder judicial de Baja California. Esta figura de los “candidatos comunes” son incluidos en la boleta electoral en primer término, en un recuadro que los señala como candidatos comunes, y para cada caso, casualmente, el número de candidatos comunes son exactamente el número de espacios disponibles para cada elección.
- Además, el rediseño geográfico que hizo el INE para la elección judicial del 2025 es, sin rodeos, una completa trampa. Antes teníamos 32 circuitos judiciales. Ahora los convirtieron en 60 distritos judiciales electorales. ¿Resultado? El 52% de los cargos a elegir se concentran en solo ocho estados (CDMX: 168 cargos, Jalisco: 55, Edo. Mex: 54, Nuevo León: 38, Veracruz: 33, Tabasco: 32, Coahuila: 31, Baja California: 31) y si lo analizáramos por lugares específicos de votación dentro de los estados es todavía peor.
- Hablando un poco de la campaña. Hubo tiempos oficiales, pero fueron usados al 100% para fomentar la participación y los candidatos sólo podían: difundir propaganda impresa, asistir a foros, entrevistas y debates. Difundir propaganda en redes sociales (sin contratar pauta, o sea sólo podían llegar a sus seguidores que estuvieran conectados en el momento de la publicación). Informar sobre su experiencia profesional. Informar sobre cómo identificar a la candidatura en la boleta. Realizar recorridos y dar atención al público en general en su domicilio.
- En las campañas políticas del año pasado durante todo el proceso (90 días), el INE asignó un total de 48 minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión. De estos, 41 minutos se destinaron a los partidos políticos y 7 minutos a las autoridades electorales. Considerando las aproximadamente 1,200 estaciones de radio y canales de televisión que participaron en la cobertura del proceso electoral, se estima que los partidos políticos tuvieron acceso a aproximadamente 4,428,000 minutos (equivalentes a 73,800 horas) de tiempo oficial durante todo el periodo de campañas.
- Poniéndolo en ejemplo. El jingle (y lo único bueno) de MC fue el más memorable de la elección del año pasado. Pero para que llegara a ser tan conocido se necesitó muchísima difusión. Si MC tuvo el 20% de los tiempos oficiales tuvo acceso a 14,760 horas de difusión de sus candidatos. Tomando en cuenta que dividieran entre dos (para lo local y lo federal que creo no fue así porque todo se usó para Máynez) oímos la cancioncita 7,380 horas (obvio entre 1200 difusoras o sea como seis horas por cada una). Si lo dividimos en bloques de 30 segundos es que el comercial se difundió 885,600 veces… y eso sin contar redes… ya quisiera cualquier artista que difundan por ley su canción cerca de un millón de veces en absolutamente todas las estaciones. Si todos nos acordamos de la canción no es casualidad.
- Ningún candidato al Poder Judicial tuvo difusión. Unos lograron llamar la atención por cosas chuscas, por vínculos con el crimen organizado o por la clara vinculación a Morena, pero ni así para ir a votar por ellos. Si usted no recuerda ninguno no se sienta mal, yo sólo recuerdo a los que conozco personalmente y obvio no me sé sus números… y vivo en el medio más politizado posible.
- El martes 27 Guadalupe Taddei en entrevista aseguró que frente a la encuesta del Universal en donde dice que ni el 50% de la población está enterada de la elección, ella tenía “otros datos”… así tal cual… sólo le faltó citar también “fuera máscaras”. También dijo que esperaba una participación del 20% cosa que contradijo sus propias palabras unos meses antes que era máximo un 15%... a ver qué pasa.
No hay manera de que esto salga bien. Pueden llevar a cuantos quieran a votar, pueden hacer “acordeones” en hojas con colores para que no fallen los acarreados, pueden incluso hablar de la “responsabilidad ciudadana” de participar, pero no pueden ocultar el fraude.
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Si uno no piensa ir a votar es porque es evidentemente avalar un fraude, porque es más complejo que jugar sudoku y porque es darle a un partido político el Poder Judicial. Carlos Castillo Peraza decía que un buen gobierno es aquél que no le quita el tiempo a los ciudadanos… El acto de votar le llevará a cada persona alrededor de 15 minutos (sin contar la fila, la ida a la casilla, etc.)… o sea cada hora podrán votar cuatro personas por mampara… no sólo no es un ejercicio democrático, es quitarles demasiado tiempo a los ciudadanos.