MORENA

Decadencia evidente

Claudia Sheinbaum ascendió al poder con una narrativa heredada que se sustenta de transformación e integridad, sin embargo, esa narrativa comienza a desmoronarse, por las acciones y omisiones de sus propios aliados. | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

En política, la narrativa es tan crucial como la gestión. Claudia Sheinbaum ascendió al poder con una narrativa heredada que se sustenta de transformación e integridad, con un centro muy focalizado hacia los pobres y contra los privilegios (y privilegiados). Sin embargo, a medida que su administración avanza, esa narrativa comienza a desmoronarse, no por ataques externos ni por un desgaste propio de gobierno, sino por las acciones y omisiones de sus propios aliados que al caer en la absoluta frivolidad y romper con el concepto de integridad (e incluso de bien) son  protegidos por el oficialismo, dejando en evidencia lo lejos que está la verdad de los discursos. 

Son muchísimos los casos, casi cada en cada estado de la República hay ejemplos de morenistas involucrados en temas de corrupción o asesinados por el crimen organizado (van más de 50 en este medio año) pero unos pocos son los casos ejemplares. Algunos de ellos:

  • Cuauhtémoc Blanco. El exfutbolista, exgobernador y actual diputado federal Cuauhtémoc Blanco ha sido protagonista de múltiples escándalos, incluyendo acusaciones de nepotismo y vínculos con el crimen organizado. Existen incluso fotografías suyas con líderes del narcotráfico, pero su escándalo más reciente, la presunta violación de su “media hermana” (que no es su media hermana) lo ha puesto en la mira. La defensa por parte de diputadas de Morena que se negaron a permitir la investigación dejó claro que por mucho que haya presidenta, seguimos muy lejos de que lleguen todas y sigue habiendo intocables, aún frente a una presunta violación.   
  • Rubén Rocha. El gobernador de Sinaloa, enfrenta acusaciones de encubrimiento en el asesinato de un opositor político y presuntos vínculos con el narcotráfico. La falta de avances en las investigaciones y la negativa a reconocer la gravedad de la situación han generado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Frente a marchas, protestas y acusaciones bastante bien fundamentadas contra el gobernador y meses de ver a Sinaloa sumido en la violencia y sin que la gente pueda salir, la misma presidenta Sheinbaum junto a sus legisladores ha respaldado a Rocha… Aquí no se trata de seguridad, se trata de respaldar a los aliados, pero la gran pregunta es ¿quiénes son los aliados? ¿Rocha o los amigos de Rocha o ya de plano estamos hablando de la misma gente?
  • Cuitláhuac García vs. Rocío Nahle. Entre el 2023 y el año pasado la gobernadora de Veracruz anunció denuncias por el desfalco de cerca de 1,600 millones al gobierno de Veracruz por su antecesor, el también morenista Cuitláhuac García. Lo curioso es que Nahle también es de las aliadas de López Obrador más señaladas y con ella son temas de casas, nepotismo y hasta desfalcos en la construcción de la refinería en Dos Bocas. Al final nada ha pasado y en plena elección municipal resurgen los temas y la respuesta de la gobernadora es “no hay pleito”… pero no nos preocupa el pleito, nos preocupan los miles de millones perdidos y el silencio de la impunidad de ambos personajes… y de la Presidenta y el oficialismo.
  • Para cerrar la columna con algo muy reciente está el caso de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y su esposo, Carlos Torres. Personajes a los que han tenido que revocarles sus visas estadounidenses sin una explicación oficial. Este hecho ha generado especulaciones sobre posibles investigaciones por lavado de dinero y vínculos con el crimen organizado, y aparentemente no puede haber otra razón, o es lavado o es vínculos y tráfico ilegal (de armas, drogas o migrantes). Esto no pinta nada bien, es el primer caso en la historia de México que se le retira una visa a un gobernador en funciones. Lo curioso es que el exgobernador de Morena Jaime Bonilla fue el primero en pedir la revocación de la mandataria. Todavía más curioso es que el tema de lavado podría venir de una controvertida votación hace unos años, cuando Marina y su esposo eran legisladores locales, votación en la que Bonilla buscaba ampliar su periodo como gobernador y ambos (aunque el esposo era panista en aquél entonces) votaron por romper la ley y ampliar el periodo del morenista… cosa que a la larga no sirvió de nada porque a todas luces era ilegal pero presuntamente los votos se pagaron y se pagaron bien. A ver en qué acaba, pero sea por lo que sea no parece pintar bien y deja claro que Morena se dedica a proteger a los suyos más allá de la ley y lejos, muy lejos, de la honestidad. 

La acumulación de estos escándalos y conflictos internos refleja una administración que pierde el control de su narrativa fundacional. La presidenta Sheinbaum, que habla de honestidad y hasta manda cartas a su partido con lineamientos morales, ahora se ve obligada a defender a figuras cuestionadas, lo que erosiona su credibilidad y la narrativa completa de Morena

En política, como en la vida, la coherencia entre el discurso y la acción es esencial. Cuando esta se pierde, la narrativa se desmorona, y con ella, la confianza ciudadana. 

 

Julio Castillo

@JulioCastilloL