EDUCACIÓN

Un posgrado en Colombia: ¿por qué nos vamos?

Cada vez más estudiantes colombianos optan por estudiar en el exterior, impulsados ??por las barreras económicas y estructurales del sistema educativo nacional. | Karen Gaviria*

Escrito en OPINIÓN el

Cada año, miles de colombianos toman la decisión de dejar su país en busca de oportunidades educativas en el exterior. No se trata sólo de una cuestión de enriquecimiento cultural, adquisición de una segunda lengua o de la promesa de una mejor proyección laboral. Según datos de Migración Colombia, en 2021, un total de 62.420 estudiantes colombianos viajaron al exterior con fines educativos. Entre 2012 y 2018, más de 555.000 jóvenes hicieron lo mismo, lo que representa un aumento del 25,8 % en ese período. Aún más alarmante es que, en los últimos cinco años, el número de estudiantes colombianos que optaron por estudiar en el extranjero aumentó un 35 %, de acuerdo con cifras del Ministerio de Educación. (1)

La Ilusión del Acceso a un Posgrado en Colombia

Hablar de posgrados en Colombia implica referirse a barreras económicas, institucionales y burocráticas que limitan el acceso a la educación de calidad. Para muchos, la única vía para acceder a una maestría o un doctorado en una universidad con buen nivel académico es recurrir al ICETEX, un sistema de financiamiento que, bajo la premisa de ser un crédito “condonable”, termina convirtiéndose en una trampa financiera de la que pocos logran salir sin deudas descomunales. Además, existen opciones como becas parciales, convenios con bancos, cooperativas, fondos de financiamiento o empresas privadas que, en la mayoría de los casos, terminan convirtiéndose en acuerdos desventajosos para los estudiantes, becas de la OEA, OEI que te ofrecen financiamiento para estudiar fuera de Colombia. Muchos de estos fondos exigen condiciones que limitan la autonomía del investigador o la renuncia a los derechos de su producción académica, la cual pasa a ser un activo de la entidad financiadora.

Colombia tiene uno de los costos de matrícula más altos en América Latina en proporción al salario mínimo. Un posgrado en una universidad privada puede superar los 50 millones de pesos colombianos al año, lo que equivale a más de 40 salarios mínimos. En las universidades públicas hay posgrados que superan los 5 salarios mínimos el semestre, lo que implica que un estudiante de estrato social medio deba estudiar y trabajar al mismo tiempo para poder costearlo. Actualmente, las Universidades Públicas como la Universidad de Antioquia están impulsando becas que financian el total de la matrícula en programas seleccionados y para un cupo reducido de estudiantes, esto presenta un avance considerable, aunque sigue siendo un acceso reducido.

En países latinoamericanos como México, Argentina, Brasil o Chile, existen programas de becas públicas 100% financiadas por el gobierno sin exigirles a los estudiantes endeudarse o comprometerse con contratos desventajosos. En Colombia, en cambio, la inversión en ciencia y tecnología es irrisoria, lo que limita las oportunidades de quienes desean seguir una carrera académica o investigativa en el país; en la actualidad (2025), según el ministerio de educación el recurso destinado para la Instituciones de Educación Superior es de 9 billones de pesos colombianos (2), lo que parece insuficiente debido a la crisis educativa que se reportó en las Universidades públicas a finales del año 2024 e inicios del 2025. A esto se suma la falta de centros de investigación especializados e incluso el apoyo estatal a la investigación.

Otro de los factores que empujan a los estudiantes colombianos a salir del país es la desconexión entre la educación superior y el mercado laboral. A pesar de los altos costos de los posgrados, los títulos nacionales no garantizan empleabilidad ni mejores condiciones salariales. Muchas empresas siguen valorando más un diploma extranjero que uno obtenido en Colombia, lo que genera un círculo vicioso: quienes pueden permitirse estudiar afuera lo hacen, obteniendo mayores oportunidades laborales y perpetuando la desigualdad en el acceso a la educación y al empleo.

Esta realidad evidencia la crisis estructural del sistema educativo colombiano, donde la educación superior se ha convertido en un negocio lucrativo en lugar de ser un derecho garantizado. La pregunta no es por qué los colombianos buscamos oportunidades de estudio en el exterior, sino por qué en nuestro propio país acceder a un posgrado sigue siendo un privilegio en lugar de una posibilidad real para todos.

Es momento de abrir un debate nacional sobre el acceso a la educación de posgrado en Colombia. No podemos seguir normalizando que estudiar una maestría o un doctorado sea un privilegio reservado para quienes tienen los recursos para hacerlo o para quienes están dispuestos a endeudarse de por vida. Necesitamos políticas públicas que garanticen una educación accesible, que fortalezcan la financiación estatal para la investigación y que reconozcan la educación superior como un derecho fundamental, no como un producto de mercado.

(1)  Según datos de este reporte, los destinos más buscados para hacer estancias educativas son: Estados Unidos, España y Canadá, el Latinoamérica son Argentina, Chile y México: https://www.portafolio.co/tendencias/segun-ocde-8-millones-de-personas-estudiaran-en-el-extranjero-en-2025-533170   

(2) Este recurso se destina para cierre de brechas en acceso a la educación e infraestructura educativa: https://www.mineducacion.gov.co/portal/salaprensa/Comunicados/423424:Educacion-superior-publica-9-billones-en-2025-para-ampliar-cobertura-gratuidad-e-infraestructura#:~:text=En%20cuanto%20al%20fortalecimiento%20financiero,billones%20corresponden%20a%20recursos%20adicionales  

Karen Gaviria Mejía*

Socióloga con especialidad en Sociología rural egresada de la Universidad de Antioquia. Maestra en Estudios Regionales por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y Estudiante del Doctorado en Estudios del Desarrollo. Problemas y Perspectivas Latinoamericanas, intereses investigativos relacionados con los conflictos socioambientales. 

 

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