México y Estados Unidos gozan de una profunda relación histórica, geográfica, económica, cultural y sociodemográfica. En términos territoriales, por ejemplo, compartimos una de las diez fronteras más largas del mundo (aproximadamente 3 mil kilómetros).
Hoy en Estados Unidos, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población, viven cerca de diez millones de mexicanos. Por si fuera poco, la relación comercial entre ambos países asciende a poco más de 400 mil millones de dólares y ésta depende del intercambio de diferentes mercancías y materias primas.
Sin embargo, como naciones independientes y soberanas, también tenemos nuestra propia historia. En este sentido, nos separan poco más de cuarenta años. Ellos con la Revolución de las Trece Colonias de 1775 y nosotros con el movimiento insurgente de 1810.
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Y aunque, como parte de esa historia geopolítica, hemos enfrentado también desencuentros; nuestra relación ha sido fructífera y se ha cimentado, en la época contemporánea, en el respeto de nuestra soberanía como pueblo y Estado mexicanos.
Pese a ello, de manera unilateral, el gobierno del presidente Donald Trump decidió imponer veinticinco por ciento de aranceles a las exportaciones de nuestro país, a menos de cinco meses de haber llegado a la Casa Blanca, ahora lo ha aplazado.
Una de las principales exigencias del mandatario republicano es el tema del fentanilo. Bajo esta lógica, vale la pena recordar que el gobierno que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum, estableció el tema de seguridad como una prioridad de su agenda, desde su toma de protesta en octubre de 2024.
De hecho y de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP por sus siglas en inglés, las incautaciones de esa droga en territorio estadounidense, gracias a las acciones de este lado de la frontera, se han reducido en más de un cincuenta por ciento, desde octubre del año pasado.
Aunado a ello, las incautaciones de armas, drogas y la detención de "generadores de violencia" en nuestro país, ha sido notable desde la llegada de Omar García Harfuch a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Por si fuera poco, el gobierno que encabeza la doctora Sheinbaum ha sido responsable y se ha mostrado abierto a las negociaciones y diálogo diplomático con el equipo del presidente Trump. Pero nada de ello parece haber importado, pues los aranceles son hoy una realidad.
La decisión que tome el presidente de Estados Unidos no sólo impactará en nuestro país. Será la población norteamericana de clase media y baja, quienes paguen los costos de los aranceles, principalmente en lo que se refiere a los alimentos que exportamos. Sindicatos, empresarios y población, en general, están en desacuerdo con la medida impuesta desde la Casa Blanca.
En este escenario y pese a la crítica de una gran parte de la comentocracia, el gobierno mexicano ha sido prudente. La presidenta Sheinbaum ha reiterado en más de una ocasión la postura de su administración ante las amenazas del jefe de la Casa Blanca: "coordinación y cooperación, sí; subordinación e intervencionismo, no".
Es por ello que ante esta decisión, que no tiene justificación alguna y que afecta la relación bilateral entre ambos países, pero sobre todo a nuestros pueblos; que la titular del Ejecutivo ha lanzado un llamado para que este domingo, todos como mexicanos cerremos filas ante el embate del norte.
Será en el Zócalo capitalino, en donde la presidenta Sheinbaum expondrá, como lo ha adelantado, el plan de defensa de nuestra soberanía nacional. Cierto es que el fenómeno de la violencia y la delincuencia, así como la crisis migratoria (que se vive en diferentes partes del mundo) deben atenderse bajo lógicas regionales.
Sin embargo, México es una nación independiente y soberana, cuyas decisiones son y se deben a su gente. Está claro que el pueblo mexicano respalda a su presidenta. Así lo reflejan diferentes sondeos publicados en medios de comunicación.
Por ello, estamos todos llamados a la cita el próximo domingo, al mediodía, para cerrar filas con la doctora Sheinbaum, en estos momentos en que el país nos necesita a todos.