APLICACIONES DIGITALES

El impacto de las aplicaciones digitales en México

La economía de las aplicaciones está redefiniendo el panorama empresarial y social en México. | Leonardo Martínez Flores

Escrito en OPINIÓN el

Ya es un cliché, pero en la actualidad el avance de las tecnologías exponenciales está transformando los procesos productivos, creativos y sociales a velocidades sin precedentes, lo cual está generando un crecimiento exponencial de los mercados digitales. Esto es bueno para la economía mexicana, y puede ser muy bueno para mejorar el bienestar de millones de personas, pero también viene acompañado de una variedad de riesgos y actividades maliciosas. 

Si bien esto último forma parte de la multitud de temas sobre los que hay que hablar alrededor del ecosistema digital, en esta ocasión nos limitaremos al tema de las aplicaciones digitales (coloquialmente conocidas como apps) que son estos programas que adquirimos en las tiendas virtuales que dominan mayoritariamente Apple y Google, y que nos ofrecen una enorme variedad de servicios en los teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos.

La lista de los servicios ofrecidos por las aplicaciones es cada vez más grande en ámbitos como el de la salud física y emocional, la educación, los servicios bancarios, las herramientas para mejorar la calidad y productividad de diferentes tipos de trabajos, y por supuesto todo lo relacionado con el entretenimiento.

La economía de las aplicaciones es un componente importante de la economía digital, caracterizada por su capacidad de escalar rápidamente gracias a sus efectos de red y a la posibilidad de usar y aprovechar acervos cada vez más grandes de datos masivos. 

Contrario a la percepción de que el sector de aplicaciones es exclusivo de grandes desarrolladoras, este fenómeno ha permitido que emprendedoras y emprendedores, así como pequeñas empresas, se integren al espacio digital. Además, gracias a la democratización de la tecnología y el acceso a herramientas de inteligencia artificial, las aplicaciones pueden servir como modelos de negocio independientes o como plataformas para mejorar la eficiencia de diversas actividades económicas y comerciales.

Uno de los efectos más notables de la economía de las aplicaciones en México ha sido su capacidad para crecer aprovechando el fenómeno conocido como "leapfrogging" (que puede ser traducido como avanzar a saltos de rana) lo que le ha permitido ahorrarse algunos tramos que tuvieron que ser recorridos por otras empresas digitales en países desarrollados. Sin embargo, a pesar de esos avances, el país sigue muy atrasado en el proceso de la transformación digital, condición sine qua non para cerrar brechas digitales en todos los ámbitos de la vida social y económica.

En cuanto a las estadísticas de esta economía, menciono las siguientes: entre 2017 y 2022, las descargas de aplicaciones en México crecieron un 217%, superando ampliamente el promedio global del 131%. En 2022, el mercado de apps en el país generó ingresos por 1,190 millones de dólares, con un total de 5,682 millones de descargas. Dentro de este ecosistema mexicano, las aplicaciones de juegos lideraron la industria con 3,260 millones de descargas y 403 millones de dólares en ingresos.

Los neobancos y servicios fintech han experimentado un crecimiento significativo, reflejando la tendencia global en países con baja bancarización. Asimismo, la pandemia de covid-19 dejó una huella profunda en los patrones de consumo digital, consolidando la demanda de aplicaciones de entrega de alimentos y servicios de streaming, mientras que el consumo de contenido ultracorto en plataformas como TikTok, Instagram y YouTube Shorts sigue en ascenso. En el ámbito de la moda, el fenómeno del "fast fashion" también ha cobrado impulso, con empresas como Shein liderando el mercado.

El impacto de la economía de las aplicaciones en el empleo es significativo. De acuerdo con el Centro-i para la Sociedad del Futuro, en 2023 aproximadamente 245,000 empleos en México estaban directamente relacionados con este sector. Sin embargo, el alcance y los impactos de esta economía van mucho más allá, promoviendo la creación de nuevos servicios, productos y modelos de negocio, además de generar oportunidades de empleo y autoempleo, fomentando el crecimiento del capital humano y fortaleciendo la economía nacional.

La economía de las aplicaciones está redefiniendo el panorama empresarial y social en México. La evolución de las tecnologías digitales seguirá su curso ascendente por lo que las oportunidades para mejorar la calidad de vida de la gente también seguirán creciendo. Sin embargo, los beneficios serán mayores en la medida en la que el país cuente con una estrategia digital nacional que incluya apoyos a las y los emprendedores que han sabido aprovechar la democratización tecnológica que estamos viviendo.  

Leonardo Martínez Flores

@lmf_Aequum