Hemos malbaratado la palabra fascismo durante tanto tiempo, que ahora que se nos presenta en la cara, el mundo entero se encuentra confundido. Especialmente los partidarios de la democracia liberal y la mínima decencia política.
Desde la reelección de Donald Trump en 2024, Estados Unidos ha experimentado un preocupante giro hacia el autoritarismo y el extremismo de derecha. Instituciones democráticas debilitadas, el auge de grupos supremacistas y la represión de la oposición son señales de una transformación política que algunos académicos no dudan en calificar como fascista. Aunque EU siempre se ha presentado como el baluarte de la democracia en el mundo, el resurgimiento de estas tendencias plantea preguntas urgentes: ¿Está el país en camino a un régimen abiertamente autoritario?
Su regreso al poder ha sido acompañado de medidas que debilitan las instituciones democráticas y consolidan un gobierno más autocrático. El congreso americano que en algún momento tuvo el carácter para frenar nombramientos, inclusive siendo del mismo partido, ahora vemos a un partido republicano (el partido de Lincoln carajo), apoyando sin chistar nombramientos de personajes impresentables para quedar bien con el presidente Trump. No han hecho un solo pronunciamiento en contra de las propuestas del gabinete. La designación de Kash Patel como director del FBI es una señal peligrosa, ya que este personaje ha publicado en su libro “Government gangsters” una lista de funcionarios a desterrar. Los nombramientos han sido escandalosos y los demócratas en minoría y confundidos no han podido frenar ninguno.
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Pero no solo son los nombramientos, también vemos el ascenso de los grupos extremistas, supremacistas blancos y teóricos conspirativos como los llamados “Proud boys” que son abiertamente fascistas y los “Oath keepers” que rayan en lo paramilitar, recordándonos a la SS en la Alemania nazi.
Tenemos cada semana un nuevo integrante de la nueva derecha mundial haciendo el saludo nazi de forma abierta, pero en cuanto empiezan las críticas lo niegan. La semana pasada fue el ex integrante del grupo musical “Cairo”, también se sumó de forma más tímida el que fue el asesor de Trump en el 2016, Steve Bannon, y el dueño de twitter sigue dándole voz a este movimiento cristiano nacionalista blanco en su plataforma que prácticamente ha destruido. Si X (antes Twitter) siempre fue un lugar complejo en el mundo digital, ahora es abiertamente una plataforma de la nueva derecha.
Después de la Segunda Guerra Mundial y la catástrofe que implicó, el mundo se decidió por una premisa lógica y de sentido común: “never again”, que nunca vuelva a ocurrir este infierno.
Nuestro mundo siempre ha sido uno violento. EU se dedicó a la guerra todo el siglo pasado, pero lo que está ocurriendo en la nación más poderosa (todavía) del planeta es en verdad inaudito y nos debería preocupar a todos. Estemos pendientes, alertas, porque esto apenas va empezando.