ESPACIO AÉREO MEXICANO

La vulnerabilidad del espacio aéreo mexicano

Desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump, México ha enfrentado vuelos de reconocimiento estadounidenses sobre su espacio aéreo cercano a Baja California. | Juan Carlos Esqueda*

Escrito en OPINIÓN el

Desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump, México ha contemplado y tratado dos situaciones: La amenaza arancelaria y el envío de vuelos de reconocimiento por parte del Departamento de Defensa de Estados Unidos, sobre la frontera entre ambos países y espacio aéreo internacional cercano a la península de Baja California. Respecto al segundo aspecto, hay una serie de puntos que son pertinentes tratar.

Vale la pena recordar que el pasado 25 de julio de 2024, fue detenido en El Paso, Texas, Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa. De acuerdo con una carta escrita por este último y difundida en medios de comunicación, a petición de Joaquín Guzmán López (uno de los hijos del Chapo Guzmán), El Mayo asistió a una reunión en la que estarían presentes el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya y el político Héctor Melesio Cuen Ojeda. En este encuentro, supuestamente, se tratarían diferendos entre ambos personajes con El Mayo como intermediario.

El presunto concilio se realizó en el rancho Huertos del Pedregal, ubicado en los alrededores de Culiacán. Una vez que el Mayo entró en la habitación del encuentro, fue sometido y llevado a la caja de una camioneta, que posteriormente lo trasladó a una pista de aterrizaje. El capo fue obligado a subir a un avión donde, de acuerdo con el mismo relato, solo se encontraban Guzmán López y el piloto. Después de un vuelo de entre dos horas y media y tres hasta El Paso, Texas, Zambada fue detenido por agentes federales estadounidenses.

Más allá de las sospechas que puede levantar el caso (como el asesinato de Cuen y la situación política que enfrenta Rocha Moya), hay un aspecto importante en todo esto: El Mayo fue sacado por aire sin que ninguna autoridad mexicana tuviera conocimiento mientras el vuelo transcurría. Como lo informó la entonces secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, fue a través de una llamada a la embajada de Estados Unidos en México donde se informó y posteriormente se confirmó la captura.

Si bien se utilizó un avión de uso no militar, es posible que el secuestro y la posterior detención del Mayo les enseñó o, en su caso, les confirmó a los estadounidenses la vulnerabilidad del espacio aéreo mexicano. Siguiendo datos del portal infodefensa.com, los radares militares mexicanos rastrean apenas el 32% del espacio aéreo del país, con miras a incrementar la cobertura a 68%. Para dimensionar: recordemos que la extensión territorial que tenemos nos hace la catorceava nación más grande del mundo.

De acuerdo con CNN, es habitual que el Pentágono realice una misión mensual de vigilancia en la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, no es casualidad que después del impasse surgido por la amenaza de imposición de aranceles por parte de Trump, se hayan detectado hasta hace una semana 18 misiones de reconocimiento con aviones espía. CNN señala que al menos 11 de estos vuelos se llevaron a cabo con naves P-8 de la Marina estadounidense. Las cuales cuentan con sistemas de radares especializados en identificar submarinos, captar imágenes y alguna otra información relevante.

El general Ricardo Trevilla Trejo (titular de la Sedena), informó que sólo se tenía conocimiento de dos vuelos estadounidenses sobre espacio aéreo internacional cercano al mexicano: uno el 31 de enero y otro el 3 de febrero. Sin embargo, el general Gregory Guillot, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, admitió que las fuerzas armadas estadounidenses realizan vuelos de inteligencia sin la autorización de México, con la finalidad de obtener información sobre las actividades del crimen organizado. Agregando que la misma era compartida con el gobierno mexicano.

Aunque no se sugiere que las fuerzas armadas estadounidenses estén planeando ataques a gran escala contra el crimen organizado en suelo mexicano, no sería extraño que este tipo de vuelos fueran más frecuentes. O en su caso, no sería sorprendente que en un futuro no muy lejano escuchemos de operaciones quirúrgicas contra integrantes de alto perfil de los grupos del narcotráfico. Ante este panorama y desde los propósitos estadounidenses, no es casualidad nombrar a Ronald Douglas Johnson como embajador de Estados Unidos en México (un diplomático con amplia trayectoria militar y de inteligencia).

Tomando en cuenta este paisaje, es importante que las autoridades civiles mexicanas se tomen con la debida dimensión cuestiones de seguridad nacional. Por considerar algunas cuestiones, el país pertenece a uno de los bloques comerciales más grandes del mundo, tenemos la doceava economía más grande del mundo y poseemos una importante población y extensión territorial. Por lo que no debe pensarse que el problema es una cuestión comercial (es importante, pero es sólo una cara de la moneda), ya que enfrente está una nación redefiniendo su espacio vital.

Juan Carlos Esqueda*
Estudiante de Doctorado en Estudios del Desarrollo. Problemas y Perspectivas Latinoamericanas del Instituto Mora. Licenciado en Economía por la UNAM y maestro en Acción Pública y Desarrollo Social por El Colef. Ha laborado en consultorías tratando temas de seguridad pública, economía y desarrollo social. Mientras que en el sector público se ha desempeñado en la Sedeco de la CDMX, el INE y la AMEXCID de la SRE.

 

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