Este domingo se difundió un vídeo en el que, al final de su concierto en Zitácuaro, Michoacán, la cantante Alicia Villarreal se despide alzando la mano con la palma hacia fuera y los dedos juntos para luego doblar el pulgar y cerrar el puño. Esto probablemente pasó desapercibido para la mayoría de las personas asistentes, pero tiene un significado muy profundo por lo que al día siguiente se volvió viral en redes sociales.
Lo que hizo Alicia Villarreal fue mandar una señal de auxilio ya que estaba siendo víctima de violencia de género, al parecer por parte de su esposo de quien se está divorciando, e incluso, de acuerdo con la información que ha circulado, la cantante tuvo que acudir a un hospital por las lesiones que le provocó el maltrato sufrido durante el día anterior ante lo cual decidió pedir ayuda ante miles de personas.
Esta señal fue promovida en abril del 2020 durante la pandemia por la organización “Canadian Women´s Foundation” debido al incremento de casos de violencia de género por el confinamiento, con la intención de brindar una alternativa a las mujeres que la sufren para que pudieran dar a conocer discretamente lo que les está ocurriendo, sobre todo cuando se trata de violencia doméstica, y ha sido adoptada a nivel internacional. Hay que tomar en cuenta que generalmente las víctimas se encuentran atemorizadas, y sus agresores las vigilan constantemente sin permitirles tener comunicación libremente con el exterior, por lo que les es muy difícil contar lo que están viviendo. ¿Cuántas parejas no conocemos que aparentemente tienen una buena relación y tiempo después nos enteramos que la mujer era maltratada sin que nadie se percatara de ello, o en cuántos casos no llegan a un hospital seriamente golpeadas pero por miedo no se atreven a señalar a su agresor y lo tratan de justificar como un accidente?
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El problema es que la mayoría de la gente -incluyendo a personal hospitalario o hasta de los cuerpos policiales-, no está familiarizada con esta señal y lo que representa. Muchas veces tampoco se sabe cómo reaccionar ante una situación así, por lo que, más allá del caso particular de violencia por la que lamentablemente ha atravesado Alicia Villarreal y que ya se está atendiendo, el hecho de haber lanzado públicamente la señal de auxilio ha contribuido de manera muy importante a su difusión así como a la concientización sobre un grave problema social que se ha venido normalizando.
Según datos del INEGI y de la ONU, en nuestro país son asesinadas cada día alrededor de 10 mujeres y 7 de cada 10 experimentan al menos algún tipo de maltrato durante su vida, de las cuales más del 49% han sufrido violencia sexual y el 34.8% agresiones físicas -si se suma la violencia psicológica el porcentaje es mucho mayor-, pero solo el 13% denuncian y este porcentaje de denuncias disminuye a 7% cuando se presenta en el entorno familiar.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, conforme a un análisis de Fundar en 2025 los recursos presupuestales para prevenir, combatir y erradicar la violencia de género han disminuido 14.5%. Por ejemplo, tan solo el Programa para Promover la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres tendrá en este año 19% menos, que equivale a 71 millones de pesos cuando lo que se requiere es justamente fortalecer los protocolos de actuación o reforzar la capacitación de personas servidoras públicas entre muchas otras acciones. Ante este panorama, es urgente que nos unamos como sociedad, que estemos atentos y no ignoremos estas señales no verbales con las que nos piden ayuda. No abandonemos a su suerte a las miles y miles de mujeres víctimas, nos necesitan.