En días pasados los medios de comunicación y las redes sociales dieron a conocer un asunto de agresión de una chica de 17 años en contra de otra chica de la misma edad. Según los reportes, ellas se conocían por amigos en común.
La narrativa de los hechos y el contexto del caso, de acuerdo con reportes de las redes, la persona que efectuó la agresión lo hizo con un cuchillo propinando lesiones en mano, cara, abdomen y cuello, lo hizo al parecer por celotipia, ya que tiene aproximadamente seis meses de haber dado a luz a su hija. Al parecer, dio por hecho que el papá de su hija, quien ahora es su exnovio, empezaba a tener una relación de noviazgo con la ahora víctima de más de 15 lesiones por el uso de un arma blanca (cuchillo).
Lamentablemente la violencia de género es un hecho evidente, y no se requiere que para que se genere exista una relación de un hombre y una mujer. Por si no se necesitara una complicación más, ambas personas involucradas son mujeres, adolescentes, y la agresora es mamá soltera adolescente, el papá de la bebé se ha hecho responsable pero en mayo del 2024 cumplió apenas los 18 años. La exposición del caso ha sido muy grande ya que la víctima y victimaria son influyentes de las redes (influencer).
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Tener esta “ocupación” de influyente de las redes, genera exposición de lo privado a lo público. Las personas que hacen muy público todo pueden querer o no ser sujeto de críticas, y de todo tipo de opiniones; en este caso la sociedad empezó a opinar de todo un poco, sin embargo en el análisis que quiero que se haga debo apelar a la ciencia del derecho.
De forma y fondo, en términos del artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) los derechos humanos protegen tanto a la víctima como a la victimaria por ser adolescentes, se debe de buscar justicia privilegiando el interés superior de los niños, niñas y adolescentes en el marco de los tratados internacionales de los que somos parte. Por ello hay un régimen especializado de justicia para adolescentes, por lo tanto los datos deben ser reservados para las personas menores de edad víctimas y responsables del hecho ilícito, dependiendo de las circunstancias, de la gravedad del hecho y del contexto como la posibilidad de fuga, etc. En términos de ley se debe hacer la investigación y se puede mantener en internamiento en un centro especializado en personas menores de edad infractores o en conflicto con la ley, en otras épocas se le conoció como consejo tutelar. La discusión que se ha abierto derivado de este y otros casos, ha sido si en México se debiera procurar justicia para adolescentes como adultos a partir de los hechos y el contexto, es decir, que se analice si en algunos casos los adolescentes deben ser juzgados o no como adultos.
El resultado hasta ahora es que el juez especializado vinculó a proceso a la adolescente victimaria por el delito de lesiones dolosas de aquellas que ponen en peligro la vida. Tendrá como medida cautelar internamiento en el centro especializado y la investigación complementaria será de 60 días.
Ser influencer y adolescente de las redes debe ser tomado con la responsabilidad de que puedes impactar en las vidas de muchos del otro lado del teléfono; esto no da derecho a impunidad. Quizá los papás de los “influyentes en redes” deben de tener más supervisión del uso del celular, entre otras medidas.
Ahora hablamos de una chica adolescente por lesiones dolosas, pero ya hubo casos como el de Yosstop que hace poco cumplió con la medida impuesta como sentencia ya que se declaró culpable; nunca fue absuelta del daño que generó por el delito de pornografía; cumplió con la sentencia hace unos días. Por otra parte, el “Fofo Márquez” enfrenta una sentencia por feminicidio en grado de tentativa con una pena de 17 años de prisión.
Nota al pie de página: Deseo la pronta recuperación de Valentina Gilbert, y que este caso haga reflexionar a todas las personas para que se eviten casos similares.