En días pasados a través de las redes sociales tuvimos conocimiento de una serie de casos en los que mujeres madres de familia, fueron denunciadas por varios delitos entre ellos corrupción de menores, violencia familiar, falsedad de declaración, fraude procesal por citar algunos casos. La mayoría de las veces el denunciante es la expareja y padre de los infantes y adolescentes. El antecedente contextual es un desgaste de una relación en la que el hombre tiene ciertas características de la personalidad misógina, dominante y asume el rol de proveedor, buscando dominar a la mujer, hijos y buscar su dependencia económica, patrimonial y financiera; de tal suerte que si la relación se tensa o se termina con una separación o un divorcio inicia la pesadilla para los hijos y la madre.
Lo antes mencionado es parte de lo que hoy conocemos como violencia de género; la cual se caracteriza por ejercerse contra una persona o grupo de personas por su identidad de género, orientación sexual, puede ser física, psicológica, sexual, institucional, simbólica y estructural. La consecuencia es variada ya que depende mucho de la personalidad de la víctima, algunas personas pueden tener afectación en su identidad, bienestar en sus esferas física, económica, social y psicológica. En ocasiones la manifestación de la violencia de género se da a partir de la discriminación, sometimiento, subordinación, negación de la libertad, intimidad, dignidad e integridad.
Te podría interesar
Sin duda todas las personas en términos del artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debe de ser tratado como un sujeto de derechos empezando y terminando por los Derechos Humanos, y buscando que hombres y mujeres sean tratados por igual. El estado mexicano ha realizado acciones afirmativas, la paridad en temas legislativos de representación, la igualdad salarial entre hombres y mujeres; se ha establecido un sistema nacional de protección de los derechos e interés superior de las infancias, se cuente con una ley General de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia y a pesar de todo ello; en ocasiones el funcionamiento institucional no alcanza para que no se den casos de violencia familiar y en concreto de violencia vicaria.
De forma y fondo; es importante profundizar en conocer los derechos y marco normativo no importando qué profesión u oficio se tenga. Esto no es un tema solo de abogados, el derecho y las leyes deben de ser hasta cierto punto parte de la cultura general, sobre todo para ubicar cuando estamos frente a un delito. La violencia familiar lo es y la última modalidad adoptada y reconocida es la violencia vicaria en la Ciudad de México que se define como cualquier acto u omisión que causa daño a una mujer a través de sus hijos o familiares. Lo cual no se puede generar sin que exista previamente una resolución del órgano jurisdiccional que resuelve cualquier caso sin aplicar la perspectiva de género e interés superior de las infancias.
Nota al pie de página: te digo Colombia para que entiendas México; la curva de aprendizaje de presidente Trump es cero, ya tiene un plan y debemos de buscar políticas públicas que estén a la altura de un presidente que tiene perfil de empresario y se está haciendo acompañar de sus homólogos tecnológicos, con ideas radicales.