La firma del Acuerdo Final de Paz en 2016 entre la insurgencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Estado colombiano debe entenderse no sólo como un mecanismo para poner fin al conflicto armado, sino como un proceso con potencial transformador (Estrada, 2021). En este sentido, el Acuerdo tuvo un efecto politizador al reabrir debates sobre las estructuras tradicionales de poder —como la cuestión agraria o la democratización— e interpelar los sentidos del conflicto: sus causas, los roles de los actores y la memoria.
Desde esta perspectiva, el Acuerdo permitió disputar las narrativas oficiales sobre la historia y la verdad (Estrada, 2019), posibilitando la emergencia de organizaciones que cuestionan los sentidos del posacuerdo. En este contexto, resulta relevante reflexionar sobre aquellas surgidas de los propios firmantes de paz. Una de ellas es la Corporación Humanitaria Reencuentros (CHR), conformada por excombatientes de las FARC-EP, cuyo objetivo es la “búsqueda de personas dadas por desaparecidas con ocasión del conflicto armado, comprometidos con los acuerdos de paz, la verdad y la reparación de las víctimas” (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2023a). Su antecedente se remonta a 2015, antes de la firma final, con el Comunicado Conjunto 62 de La Habana, donde ambas partes se comprometieron a la búsqueda y entrega digna de restos de personas desaparecidas. Así, bajo la orientación del entonces Secretariado de las FARC-EP, se conformó la Comisión de Búsqueda de Desaparecidos, un esfuerzo inicial de tres mujeres (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2023b; Miranda, 2024).
Tras la firma en noviembre de 2016, dicha Comisión operó en un nuevo escenario que incluyó la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), definida en el Acuerdo como una institución humanitaria y autónoma del Sistema Integral de Paz (Gobierno Nacional de Colombia & FARC-EP, 2016). En este marco, según testimonios de firmantes (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2023b), la Comisión amplió su presencia nacional manteniendo una lógica territorial similar a la de las extintas FARC-EP (Colombia Visible, 2023; Radio Nacional de Colombia, 2023) y recopiló información con apoyo técnico del Comité Internacional de la Cruz Roja.
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Con la elección de Iván Duque en 2018 —un gobierno contrario a los acuerdos— la Comisión enfrentó un contexto de estigmatización y recrudecimiento de la violencia. Ante ello, los firmantes fortalecieron su organización y en abril de 2022 (El Espectador, 2022) decidieron constituirse formalmente como la CHR. Según uno de sus representantes, el cambio respondió a la necesidad de “organizar mejor el trabajo”, “blindar el proceso de reincorporación” y, como persona jurídica, “operativizar decisiones, ejecutar presupuestos y participar en convocatorias”, lo que permitió mayores garantías de seguridad (Miranda, 2022). Así, la Comisión dio un “salto cualitativo” al transformarse en la CHR, consolidando el trabajo iniciado en 2015 (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2023a).
De acuerdo con datos publicados (Colombia Visible, 2023), con corte a 2024 la CHR ha documentado 1,064 casos de personas dadas por desaparecidas; ha ubicado 72 posibles lugares de localización en campo abierto y 49 en cementerios; se han hallado 142 cuerpos, identificado 90 y realizado 17 entregas dignas. No obstante, estas cifras enfrentan dificultades derivadas de la falta de una reincorporación integral (Estrada, 2021) y de limitaciones técnicas (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2023b). El mayor desafío es la seguridad: al asesinato sistemático de firmantes (416 hasta fines de 2023, según Paz-es, 2024) se suma, según denuncias de la organización, el asesinato de tres miembros de la CHR y el desplazamiento de otros cinco en los primeros ocho meses de 2025 (Hacemos Memoria, 2025). La CHR ha advertido la paradoja de que su riesgo territorial aumenta con su éxito e integración con la UBPD y la JEP.
A pesar de este contexto adverso, la CHR ha profundizado su rol en el sistema de justicia transicional. En 2024 participó en la radicación ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) del informe “Desaparición forzada y crímenes concurrentes cometidos contra integrantes de las FARC-EP y sus familias”. Más recientemente, emergió como co-líder del proyecto restaurativo Nos juntamos para encontrarles, en el cementerio de Palmira (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2025a). Este constituye un hito de reconciliación y un piloto de las sanciones propias de la JEP, conocidas como TOAR (Trabajos, Obras y Actividades con Contenido Reparador) (JEP, 2025). El hito de Palmira reúne a comparecientes de las FARC-EP, exmiembros de la Fuerza Pública y organizaciones de víctimas para dignificar cuerpos no identificados y transformar un “patio del olvido” en un “territorio de encuentro, memoria y dignidad” (Corporación Humanitaria Reencuentros, 2025b).
La trayectoria de la CHR evidencia una de las características más significativas del posacuerdo: el compromiso y cumplimiento de lo pactado por parte de los firmantes de paz, en un marco institucional complejo y en medio de la persistente violencia contra sus integrantes. Más allá de aportar información, la CHR se ha consolidado como un agente activo de reconciliación en los territorios, facilitando modelos de justicia restaurativa que, como el de Palmira, logran sentar a antiguos adversarios para trabajar conjuntamente por la verdad. Su labor demuestra que, pese a los riesgos, el compromiso de los firmantes con la búsqueda de los desaparecidos es un pilar esencial para la paz, que requiere garantías de seguridad y respaldo institucional.
Referencias
Colombia Visible. (2023, 1 de septiembre). Reencuentros, la otra cara de la búsqueda de desaparecidos.
Corporación Humanitaria Reencuentros. (2023a). Quiénes somos. [Sitio web].
Corporación Humanitaria Reencuentros. (2023b). Podcast Huellas de la Búsqueda. [Podcast].
Corporación Humanitaria Reencuentros. (2025a, 21 de marzo). La memoria tomó color: Acción restaurativa en Palmira. [Comunicado].
Corporación Humanitaria Reencuentros. (2025b, 28 de agosto). Palmira: de patio del olvido a territorio de encuentro, memoria y dignidad. [Informe de proyecto].
El Espectador. (2022, 22 de abril). Ex-Farc crean corporación para buscar a miles de desaparecidos.
El Espectador. (2023, 10 de octubre). Amenazan a firmantes de paz que buscan desaparecidos en Meta.
Estrada, J. (2019). Disputar la paz: la política del posacuerdo. En Revista Colombiana de Sociología, 42(1).
Estrada, J. (2021). Acuerdo de Paz en Colombia: entre la perfidia y la esperanza. Clacso.
Gobierno Nacional de Colombia & FARC-EP. (2016). Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera.
Hacemos Memoria. (2025, 8 agosto). Los firmantes de paz también buscan a los desaparecidos. https://hacemosmemoria.org/2025/08/08/los-firmantes-de-paz-tambien-buscan-a-los-desaparecidos/
JEP. (2025, 10 de mayo). Auto SAR AI 019 de 2025. Sobre el proyecto piloto de TOAR en Palmira, Valle del Cauca. Jurisdicción Especial para la Paz.
Miranda, L. (2022). La búsqueda de los desaparecidos: un compromiso de paz.
Miranda, L. (2024). La Comisión de Búsqueda de las FARC-EP.
Observatorio Paz-es. (2024). Cifras de asesinatos de firmantes de paz.
Radio Nacional de Colombia. (2023, 22 de agosto). Reencuentros, la corporación de excombatientes que busca a los desaparecidos.
* Cristhian Gavilán Domínguez
Colombiano, es politólogo por la Universidad Nacional de Colombia. Posee estudios de posgrado en Especialización en Métodos y Técnicas de Investigación Social, así como en Memorias Colectivas, Derechos Humanos y Resistencias, ambos programas ofrecidos por CLACSO y FLACSO Brasil. Actualmente es estudiante de la Maestría en Sociología Política del Investigaciones Dr. José María Luis Mora.