La repentina salida de Alejandro Gertz Manero del cargo de fiscal general de la República, desató toda clase de especulaciones políticas, pero, sobre todo, catapultó la duda sobre quién es el “mandamás” en México.
La pregunta no sólo recorrió el país entero, sino que allende fronteras cuestionó la honestidad y el liderazgo de la presidenta Sheinbaum, sobre todo luego de escándalos de corrupción como el certamen Miss Universo –trampa promovida desde Palacio–, y que detonó la caída de Gertz Manero.
Por eso, frente a la repentina defenestración del fiscal general, el centro de la duda general apuntó al verdadero poseedor del poder en México.
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Así fue la pregunta generalizada: ¿Quién manda en México; el verdadero poder reside en Palenque o despacha en Palacio?
Lo cierto, sin embargo, es que la salida del fiscal general no sólo era una decisión urgente y de consenso entre los dos centros de poder en México; entre Palenque y Palacio, sino una prioridad del Estado fallido.
¿Por qué?
Elemental, porque Gertz Manero se había convertido en el mayor peligro para todos o casi todos en los corruptos gobiernos de Morena; para sus políticos transas y ladrones –gobernadores, alcaldes, legisladores y empresarios–, pero en especial era un peligro para las mafias no sólo de Palenque sino de Palacio.
Y no, lo anterior no significa que Gertz Manero se pudiera convertir “en el paladín” de la justicia y menos “en el campeón” de la persecución contra las raterías, el saqueo y las transas de los gobiernos de Morena y de todos los deshonestos políticos “morenistas”.
No, lo cierto es que todos en la clase política de la “4T” mexicana sabe de las perversidades de Gertz Manero; saben que es capaz de “vender su alma al Diablo” a cambio de una venganza, de un negocio deshonesto y de una pírrica victoria política.
Todos en los gobiernos de AMLO y de Claudia saben que el hoy ex fiscal general es un ladrón de siete suelas que gracias al poder de sus cargos ha amasado poder y fortunas sin límite.
En pocas palabras, Gertz Manero fue echado “Del Paraíso” porque se había convertido en un peligro para Morena y para los “morenistas” todos, tanto a nivel federal, como estatal, municipal y empresarial.
Por eso, frente a lo anterior, obliga preguntar: ¿Y por qué el fiscal general era un peligro para Morena, para sus gobiernos y sus políticos?
De nuevo, por una razón elemental; porque como reza el clásico de la mafia universal, Alejandro Gertz Manero “sabía demasiado”.
Y como todo grupo mafioso que se precie de serlo, el partido Morena, sus políticos y gobernantes decidieron defenestrar a quien era un peligro para la nueva “mafia en el poder”; expulsaron al que “sabía demasiado”.
Pero si dudan de la hipótesis aquí planteada, vale recordar la literatura y el cine que, desde hace más de cien años, le han enseñado al mundo el peligro de los mafiosos que “saben demasiado”.
Resulta que, en 1922, los ingleses de esa época popularizaron un libro de relatos detectivescos titulado: “El Hombre que Sabía Demasiado”, del entonces aclamado escritor londinense, Gilbert Keith Chesterton.
La frase “del hombre que sabía demasiado” se refiere a un ciudadano que “no solo sabe demasiado”, sino que posee información, secretos y componendas comprometedoras y peligrosas, que lo ponen en el dilema de chantajear a las mafias del poder y, sobre todo, ante el peligro de perder la vida para callar todo lo que sabe.
Décadas después, la expresión “Sabía Demasiado” ganó popularidad mundial y un lugar en la cultura general gracias al cineasta Alfred Hitchcock y sus películas tituladas “The Man Who Knew Too Much –que al Castellano se traduce como “El hombre que sabía demasiado”.
Las dos versiones de ese filme –la original de 1934 y el remake de 1956–, se refieren a un hombre común que, por casualidad, se entera de planes criminales y/o conspiraciones, lo que desencadena una historia de venganzas y cobros de factura desde lo más alto del poder.
Por eso, en el México de ladrones, criminales y mafiosos políticos de Morena, un oportunista, vengativo y criminal como Gertz Manero debió ser defenestrado por el peligro que significaba para la nueva mafia del poder.
Sí, las mafias de Palacio y de Palenque.
Pero lo peor del caso es que con la defenestración del Fiscal General, quedarán impones López Obrador, toda su claque familiar; quedarán impunes quienes con dinero del “narco” financiaron candidaturas de Morena en todo el país, sobre todo las presidenciales de AMLO y de Claudia; además de gobiernos estatales como los de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, San Luis Potosí, Guerrero, Michoacán, Quintana Roo, San Luis Potosí y Baja California y Baja California Sur, entre otros.
Sin embargo, queda una pregunta sin resolver.
¿Cuántos secretos se lleva Alejandro Gertz Manero; a cuántos podrá chantajear? Secretos que, además, le pueden costar la vida. Al tiempo.