Seguramente se han enterado que, la terquedad de los hechos dice todo lo contrario de aquello que pregona el discurso oficial de Palacio.
Sí, la contundencia de los hechos no solo exhibe las mentiras del poder en los tiempos del Partido Morena, sino que confirma las torpezas de una dictadura impostada en México, no solo por López Obrador, sino por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Hechos como el repudio social de los jóvenes mexicanos en el llamado 15-N, además de miles de campesinos, agricultores, camioneros y empresarios que, en los tiempos de la “4T”, decidieron bloquear buena parte del país, en protesta por la inseguridad endémica, en todos los gobiernos de Morena.
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Sí, campesinos, agricultores, camioneros y empresarios que el 24-N decidieron paralizar todo el país en espera de ser escuchados por “las mujeres” que presumen tener el poder en México.
Sin embargo, la respuesta del poder presidencial –de esas mujeres--, fue la amenaza contra los que protestan; la misma fórmula represiva que, desde Palacio, emplearon las mujeres del poder para deslegitimar a los jóvenes inconformes del 15-N.
Y es que, a través de la ignorante y limitada titular de Gobernación –de una mediocre reportera de nombre Rosa Icela Rodríguez--, los agricultores, campesinos y camioneros de todo el país fueron amenazados con el clásico: “tienen carpetas de investigación”.
Sí, una amenaza que confirmó “la eficacia” del paro nacional de los camioneros, campesinos y agricultores de todo el país.
Sin embargo, lo ridículo del tema es que a la estupidez discursiva de la titular de Gobernación le siguió la torpeza presidencial.
Y es que en la urgencia de componer la tontería de Rosa Icela, la “señora presidenta” inventó una narrativa que la dejó en calidad de mentirosa y tapadera de los tropiezos de sus principales colaboradores.
En su mañanera de ayer, Claudia Sheinbaum dijo que se malinterpretó a su secretaria de Gobernación, quien “no dijo” que campesinos, agricultores y camioneros “tienen carpetas de investigación”.
No, la presidenta aseguró que “Rosa Icela dijo que era un delito bloquear carreteras…”.
Sí, se confirma que, de nueva cuenta en Palacio recurren a la mentira como instrumento del poder para engañar a los ciudadanos.
Sí, la mentira como política pública del Estado fallido.
Pero lo más preocupante es que, a querer o no, resulta que en Palacio no existe y no aparece una sola voz sensata capaz de decirle a “la presidenta” que, con sus actitudes indiferentes ante los grandes problemas nacionales, en realidad está cavando su propia tumba.
Sí, la “señora presidenta” cava su tumba cuando persigue a los críticos, cuando criminaliza a los jóvenes inconformes, cuando estigmatiza a los empresarios, cuando acusa de criminales a los campesinos, camioneros, transportistas y, en general, a todos los mexicanos víctimas del crimen organizado.
Pero lo que no entiende y tampoco quiere ver “la señora presidenta” es que “los genios” de Palacio parecen dispuestos a dinamitar la dictadura del Partido Morena a pesar de “la presidenta con A”.
Sí, hoy queda claro que quienes le hablan al oído a “la presidenta”, en realidad son quienes conspiran contra la estabilidad de su gobierno, quienes alientan el enojo social y son aquellos que dejan en total indefensión a Claudia Sheinbaum.
Y sí, frente al tamaño de la monumental traición en Palacio, la señora Sheinbaum parece incapaz de hacer nada, porque los “genios” de la propaganda de su gobierno fueron impuestos por López Obrador, el verdadero dueño de Morena y de esa farsa criminal llamada “4T”.
Y por eso debemos volver a las preguntas iniciales.
¿Hasta cuándo la señora Claudia Sheinbaum será dueña de su propio destino?
¿Hasta cuándo dejará de pagar las facturas de su jefe y patrón López Obrador?
Al tiempo.