El escándalo es descomunal. Es un escándalo que llegó a todo el mundo. Un escándalo de los niveles de corrupción global, de los alcances del crimen organizado que opera en México, pero, sobre todo, de la impunidad que regalan los gobiernos de Morena a los cárteles criminales.
Impunidad que sale desde la mismísima Fiscalía General de la República, cuyo “fiscal carnal” hoy será defenestrado por órdenes de Palacio.
Sí, nos referimos al fraude y la impostura del certamen Miss Universo, que terminó convertido en un grosero robo; un engaño global que llevó al gobierno de Claudia Sheinbaum a los más elevados niveles de corrupción y descrédito en todo el mundo.
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Y es que hoy es posible confirmar que el propietario del certamen de belleza Miss Universo –el empresario “morenista” Rubén Rocha Aguilar–, no sólo es un criminal con una “larga cola que le pisen”, sino que es amigo de los más altos niveles del partido oficial, Morena y, por tanto, de la propia presidenta Claudia Sheinbaum, con quien abundan fotografías.
Y fue tal el “golpazo” al gobierno mexicano –una vez descubiertos los intríngulis criminales del regiomontano Rocha Aguilar–, que la ola expansiva mandó a la banca el mismísimo Fiscal General de la República, al corrupto e impresentable Alejandro Gertz Manero.
En efecto, resulta que Rubén Rocha Aguilar no sólo era un verdadero “pájaro de cuenta”, involucrado en el tráfico de drogas, de armas y, sobre todo, de huachicol fiscal, sino que ostentó la propiedad de la franquicia de Miss Universo, lo que le permitía mantener una fachada de supuesta honorabilidad; fachada que, frente a los hechos, se quedó en calidad de farsa.
Pero resulta que la trampa urdida en el certamen de belleza fue de tal cinismo que obligó a no pocos medios nacionales y extranjeros a indagar a fondo al jefe de esa mafia, de nombre Rubén Rocha Aguilar –motejado en el mundo del hampa como “el RR”–, lo que al final sacó a flote todo el cochinero de “sus negocios”.
Pero lo peor es que se trata de un “cochinero” solapado desde Palacio.
Sí, un “cochinero” que en un primer momento fue negado por la presidenta mexicana –en su mañanera del pasado martes–, pero que luego de las indagatorias de la prensa, confirmó que el certamen Miss Universo no fue más que una grosera impostura operada por el crimen organizado.
Y es que Rubén Rocha Aguilar es un criminal que no solo compró protección oficial, sino que movió todas sus influencias para que los tentáculos de la Fiscalía General de la República no lo alcanzaran; complicidad que –al final de cuentas–, le costó el puesto al corrupto Fiscal Alejandro Gertz Manero.
Y por eso, frente a tal cochinero, aparecen las preguntas obligadas.
¿Cuántos empresarios mexicanos están en la misma situación de complicidad criminal, como es el caso de Rocha Aguilar?
¿Cuántos gobernadores, alcaldes y legisladores del Partido Morena se han prestado para que mafias del crimen lleguen hasta lo más alto del poder, de la extorsión, el cobro de piso, el secuestro y el crimen?
Y eran obligadas las preguntas porque en poco más de seis meses –en junio del 2026–, México será una de las tres sedes del Mundial de Futbol, junto con Estados Unidos y Canadá.
Y luego de ver el fraudulento certamen de belleza, no pocos mexicanos creen que las mismas trampas, engaños y raterías podrían ser el signo distintivo del Mundial de Futbol en México.
Y debemos volver a las preguntas.
¿Cuántos dueños de futbol son fanáticos del Partido Morena y de sus gobiernos ladrones?
¿Cuántos de esos empresarios se benefician económicamente de los negocios sucios con los gobiernos de Morena?
¿Cuántos “periodistas deportivos” son amantes de Morena, de la “4T” y de todos sus negocios sucios?
Lo cierto es que nadie sabe, a ciencia cierta, el tamaño de las corruptelas y las transas que han prohijado los gobiernos de Morena.
Gobiernos de ladrones, secuestradores, criminales, narcotraficantes y, sobre todo, “narco-políticos” que llegaron sólo para robar.
Sin embargo, la terca realidad pondrá a cada quien en su lugar.
Se los dije.
Al tiempo.