El pasado 20 de noviembre tuvimos la noticia de que la tabasqueña Fátima Bosch Fernández quien representó a México en el certamen de las reinas de belleza “Miss Universo” era coronada en Tailandia como la ganadora, ello fue de festejo no sólo para su familia sino para todo México que está ávido de buenas noticias; más cuando una semana previa en la concentración tuvo un desaguisado con uno de los organizadores tailandeses que fue conocido por el mundo a través de las redes sociales.
Días después a que fuera declarada ganadora, el periodista Carlos Loret, difundió un reportaje de muchos lazos complicados entre el dueño del concurso, quien en algún momento tuvo una relación de negocios con el papá de la reina de belleza; quien sin duda tiene mucha luz propia y a quien no le han dejado de cuestionar la legitimidad de la corona; lo cual revela mucho de la idiosincrasia del mexicano; pero como dijo aquel; “haiga sido, como haiga sido” es Miss Universo 2025, es tabasqueña, es mexicana y debemos recordarla por haberse enfrentado al machismo del 2025 de un hombre de poder en Tailandia, quien la intentó callar y apagar su voz delante del resto de las demás concursantes e incluso mandó llamar a seguridad del lugar; es muy indignante por no decir una que otra palabra altisonante que podría aplicarse al caso. Pero la dignidad de Fátima al enfrentarlo verbalmente, haciendo valer sus valores y siendo congruente con sus principios; pararse y retirarse haciendo ver que no se debe de bajar la cabeza y menos apagar la voz de una mujer en pleno siglo XXI.
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De forma y fondo, más allá del glamour de un concurso de belleza, Fátima Bosch Fernández en lo individual debe pasar a la historia como una mexicana empoderada y congruente que se colocó en el centro de la atención de manera digna, humana y valiente que alzó la voz marcando una pauta y diferencia de lo que es una mujer bella, entendió que su presencia y su atuendo pueden dar un gran mensaje la muestra fue el uso del vestido con el que se coronó que era de cuello alto, manga larga y largo; es decir, no tenía que tener escote o enseñar piel para demostrar que es una mujer del siglo XXI, bella e inteligente.
Mensajes tan potentes como el de Fátima Bosch Fernández es como el que dieron un 25 de noviembre de 1960 las activistas políticas dominicanas Patricia, Minerva y Teresa Mirabal fueron asesinadas durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana y que la ONU estableció la fecha como el día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y que da el banderazo a los 16 días de activismo contra la violencia de género que concluye el 10 de diciembre que es el día de los Derechos Humanos.
Nota al pie de página
Que alguien le explique al senadorcito José Gerardo Fernández Noroña, que haber dicho, lo que dijo el día que lo hizo respecto del actuar de una mujer alcaldesa de Uruapan, Michoacán quien está ahí por una razón lamentable que ella no pidió ni buscó; lo coloca en el punto de no ser digno de representar a la República; deja mucho que desear su conducta.