Nuestro México aún grita auxilio. Esa visión tan anhelada de un país donde la seguridad comience a reflejar buenos resultados es cada vez más tenue. Un lugar en el cual no nos de miedo salir a caminar o en el que no dejemos de visitar a nuestros seres queridos para salvaguardar nuestra integridad, no parece una opción cercana.
Las cifras de inseguridad no mejoran, al contrario, el temor es cada vez mayor. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) el pasado 23 de octubre del 2025 el cuál vuelve a cortar cualquier esperanza de un México mejor.
El 63 % de la población de 18 años y más considera inseguro vivir en su ciudad. Al momento, las ciudades con mayor percepción de inseguridad son Culiacán (88.3 %), Irapuato (88.2 %), Chilpancingo (86.3 %), Ecatepec (84.4 %) y Cuernavaca (84.2 %). Con los recientes hechos de violencia registrados, Michoacán podría figurar en los próximos reportes.
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Por otro lado, las áreas metropolitanas con menores porcentajes de percepción de inseguridad fueron en el norte del país, San Pedro Garza García, con 8,9%, y San Nicolás de los Garza, con 22,4%, Nuevo León. Le siguen Piedras Negras, con 15%, en Coahuila, y la Alcaldía Benito Juárez, con 15,6%, en Ciudad de México.
Salir de casa se ha convertido en un sinónimo de amenaza a la integridad de los mexicanos. Los porcentajes que exceden el 50% en cuanto a los lugares que se consideran más peligrosos son los cajeros automáticos, el transporte público, las calles y las carreteras, respectivamente. Y sí, esto ya no es sorprendente, el género femenino ha expuesto que temen en mayor medida por su seguridad en comparación a los hombres.
¿Y es que aún creemos que nuestro país pueda sentirse como ese lugar tan libre que tanto nos prometen? Claramente no. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), informó que en los primeros 12 meses de gestión de Claudia Sheinbaum se registraron 25,712 homicidios en todo México, un 25,97% menos en comparación con los 34,732 contabilizados en los primeros 12 meses de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
Sin embargo, otras cifras oficiales y especialistas en seguridad indican que, pese a una mínima reducción, la violencia en México continúa con niveles elevados y se manifiesta en más que lamentables homicidios.
Actualmente hay más de 133,000 personas desaparecidas en este país, según datos de El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). La mayor parte de esas desapariciones se han registrado desde 2005 y, tan solo este año, la cuenta excede las 29,000. ¿Es viable culpar a los gobiernos antecesores para limpiar las manos de esta triste realidad?
Las personas no se sienten seguras con sus “héroes sin capa”, si es que así se les pudiese llamar. Donde las fuerzas armadas como la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea hacen presencia, los porcentajes de satisfacción rondan el 80%. Pero cuando se trata de las zonas que son cuidadas por policía estatal o preventiva municipal, apenas hay un 46.8 % de aprobación.
Los mexicanos están cansados, devastados y decepcionados. Apenas un 24.9% de la población interrogada en la ENSU cree que la situación podría mejorar en los próximos años. Un 34% mantiene firme su opinión de que la inseguridad continuará en estos niveles por lo menos en los siguientes 12 meses y un 23.9% considera que la gravedad aumentará.
Nos han pedido tiempo y se los hemos dado. Que la seguridad continúe en la lista de pendientes es el claro ejemplo de un poder sordo ante los gritos de un México que no ha dejado de pedir ayuda.
