Ya nada es como antes, no sólo vivimos ya casi 100 años de existencia, sino que además el mundo cambia demasiado rápido. Antes a principios del siglo XX, si te convertías en médico, abogado o arquitecto, casi todo lo que aprendías te funcionaba para toda la vida profesional, al fin y al cabo morirías como a los 50 años en promedio. Los cambios fundamentales se marcaban por generaciones. Hoy se transforma nuestro contexto, cada nueve años. Lo aprendido hace cuatro décadas ya no sirve para nada hoy.
Un ejemplo, cuando yo comencé en el periodismo, arrancando los 90s del siglo pasado, trabajé una década revelando e imprimiendo mis fotos en un laboratorio, usando cámaras de negativo, para una revista que se hacia en blanco y negro, se imprimía durante horas en un taller y cientos de motos repartían el semanario por la ciudad. Y para nuestros lectores en Tijuana o Mérida un camión se llevaba miles de ejemplares al aeropuerto.
Hoy trabajo con dispositivos digitales, una laptop, internet, inteligencia artificial, y mis trabajos se suben a la red en segundos, desde donde esté. Además puedo hacer video de calidad con mi teléfono, grabar audios y postear en redes lo que vea al instante. Y adicionalmente, pueden leer esta columna en Malasia o París al mismo tiempo que ustedes en México.
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Entre mi trabajo analógico y digital han pasado 35 años hasta el día de hoy. El año sin retorno fue hace como 20, en el 2004, cuando apareció masivamente la cámara digital, luego vino el iPhone, la red 3G, el wifi en las cafeterías y luego las redes sociales. Ya nada fue igual.
Pasamos del reinado en información dominado por la televisión y sus noticieros, a la dictadura digital del algoritmo en TikTok o YouTube.
Y a todo lo anterior, se suma ahora un nuevo y monumental jugador tecnológico, la inteligencia artificial, la misma que ya cargamos en nuestro WhatsApp, en Google, Siri y próximamente con Alexa en casa. ¿Cómo nos impactará la IA hoy y hacía el futuro? ¿Cómo aprovechar la inteligencia artificial en favor del periodismo de investigación a través de la minería de datos en el presente siglo?
Aquí algunas posibles respuestas, a reserva de que todo vuelva a cambiar, antes de fin de año.
Inteligencia Artificial y periodismo de investigación en el siglo XXI
La inteligencia artificial (IA) está transformando el periodismo de investigación al facilitar la minería de datos y el análisis de grandes volúmenes de información. A continuación, les comparto las principales formas en que la IA puede ser aprovechada en este campo.
1. Análisis de grandes conjuntos de datos
La IA nos permite a los periodistas analizar grandes cantidades de datos para identificar patrones, tendencias y anomalías. Esto es especialmente útil en investigaciones complejas que requieren la revisión de documentos, registros públicos y datos financieros. Herramientas de aprendizaje automático pueden clasificar y agrupar información bajo parámetros definidos por los periodistas, lo que optimiza el proceso de descubrimiento de historias ocultas.
2. Automatización de tareas repetitivas
La IA puede automatizar tareas rutinarias como la transcripción de entrevistas, la redacción de resúmenes y la generación de reportes sobre eventos recurrentes. Esto nos libera tiempo para concentrarnos en actividades más analíticas o creativas, mejorando así la calidad del contenido producido. Por ejemplo, herramientas como ChatGPT pueden ser utilizadas para generar contenido inicial que luego puede ser refinado por un periodista humano. Como por ejemplo, las líneas que ahora lee.
3. Verificación de hechos y detección de desinformación
La IA también juega un papel crucial en la verificación de hechos, ayudando a identificar información falsa o engañosa rápidamente. Existen sistemas impulsados por IA que pueden detectar noticias falsas, lo cual es vital en un entorno mediático donde la rapidez y precisión son esenciales para mantener la credibilidad. Sin embargo, es fundamental que los periodistas mantengan un papel activo en este proceso para proporcionar contexto y profundidad a la información.
4. Personalización del contenido
Los algoritmos de IA pueden personalizar la información que se entrega a los usuarios, adaptando las noticias a sus intereses específicos. Esto no solo mejora la experiencia del lector, sino que también permite a los medios entender mejor las preferencias de su audiencia.
5. Colaboración entre periodistas y desarrolladores de IA
Para maximizar el potencial de estas herramientas, es esencial una colaboración estrecha entre periodistas y desarrolladores de IA. Esto incluye el diseño y ajuste de herramientas que se complementen con las necesidades específicas del periodismo. La formación continua sobre el uso ético y efectivo de la IA es también crucial para abordar preocupaciones sobre sesgos y calidad del contenido generado automáticamente. De ahí la importancia de la permanente capacitación de nuestros colegas, sin importar edad o giro profesional.
Desafíos éticos y futuro del periodismo con IA
A pesar de las oportunidades que presenta la IA, también surgen desafíos éticos significativos. La automatización puede llevar a preocupaciones sobre la calidad y objetividad del contenido, así como sobre el impacto en el empleo dentro del sector periodístico. Ya de por sí golpeado terriblemente en los últimos años, por las Fake News y la desconfianza de las audiencias. Por lo tanto, es vital establecer regulaciones claras qué guíen el uso responsable de estas tecnologías en el periodismo. Y el entorno mexicano, no escapa a estos riesgos.
En conclusión, la inteligencia artificial -bien empleada- tiene el potencial de revolucionar el periodismo de investigación al mejorar la eficiencia y efectividad en la recopilación y análisis de datos. Sin embargo, su implementación debe ser acompañada por una supervisión humana constante para garantizar la integridad y precisión del periodismo en esta nueva era digital.